22/08/2016
Puerto La Cruz, La
crisis económica por la que atraviesa el país continúa golpeando el
bolsillo de comerciantes y consumidores, en el mercado municipal de
Puerto La Cruz, los carniceros aseguran estar rematando la mercancía
para evitar que se les dañe.
Entre
3.000 y 3.600 es vendido el kilo de carne roja en casi todos los
puestos, en donde ahora predominan los rabos, lenguas, hígados, huesos y
mezcla de chorizo sin empacar.
Los consumidores que
se acercan a preguntar por los precios, compran los productos más
económicos o los que les presenten en oferta. “El pueblo ya no tiene
para comprar carne y a nosotros se nos está pudriendo la mercancía, por
eso bajé los precios. Así, más personas comen y yo, por lo menos, pago
la inversión, porque esto ya no es negocio”, expresó el carnicero José
Rodrigues.
Rodrigues ha reemplazado a sus empleados
por sus familiares a fin de que “llegue más dinero a la casa”, pero el
ingreso no es suficiente para cubrir las deudas del comerciante, sus
hijos y su esposa.
Freddy
Carreño, también carnicero, dijo que actualmente depende de los pocos
clientes “buenos” que le quedan. “Es muy difícil para nosotros, porque
vienen niños y familias pidiendo, a veces le doy a uno que otro, pero
fruto de mi trabajo es que mi familia y la de mis empleados subsistan,
tampoco puedo regalarlo todo”, señaló.
Los
huesos rojos, ideales para sopas, se pueden encontrar en 1.000
bolívares el kilo. La auyama a 300, cebollas a 600, el ají a 300, el
maíz a 100 bolívares la unidad, papas a 400, pimentones a 500 y pepinos y
repollo a 250 bolívares el kilo.
El cochino se cotiza en 3.500 bolívares y el kilo de pollo a 1.900.
En
cuanto a las frutas, la fresa, a 500 bolívares, es una de las más
accesibles. En algunos puntos del mercado también se puede conseguir
patilla a buen precio.
La
consumidora Migdalys López expresó que aún con esas ofertas, a ella y
su familia se les dificulta poder adquirir proteínas, granos y productos
regulados.
“Compramos
un kilito de carne, uno de alas o muslos, algunas verduras -las que
estén más baratas-, queso y lo que veamos a buen precio”, explicó y
además acotó que los granos (a 3.600 el kilo) y los productos regulados a
precio de reventa están “incomprables”.
Un
grupo de expendedores denunció la constante presencia de menores y
mendigos en el expendio y exigió a las autoridades extenderles la mano a
los necesitados.
“No
estamos pidiendo que los saquen para no verlos aquí, pedimos que esas
familias sean ayudadas, que el alcalde pase por aquí a mediodía para que
vea cómo familias se pelean con los perros por los desperdicios”.
Otro
vendedor, quien prefirió mantenerse en el anonimato, criticó la labor
de la Guardia Nacional y la Policía en el expendio, “se supone que
vienen a brindarnos seguridad, no a quitarnos la mercancía, cobrarnos
vacunas y decomisarnos los pesos con la excusa de que son autoridad”,
resaltó.