lunes, 30 de septiembre de 2019

HACE 12 AÑOS FUE REINAUGURADO EL ESTADIO DE LA ISLA DE MARGARITA

La Virgen del Valle bendice los partidos del Estado Nueva Esparta. Foto Alejandro Van Schermbeek.
La Virgen del Valle saluda en la entrada del Estado Nueva Esparta. Foto Alejandro Van Schermbeek.
Se le llamó Guatamare por 51 años por estar situado en el sector homónimo de Margarita que celebró su construcción en 1956. Desde entonces el estadio sede del equipo Bravos de Margarita ha experimentado sucesivas remodelaciones: en 1976, para ampliar su aforo a 9 030 espectadores; en 1979, quizá su remozamiento más dramático, cuando fue reconstruido y ampliado. En 2007, tras nuevas ampliaciones, fue rebautizado como Estadio Nueva Esparta, y en 2009 se amplió su capacidad para recibir a más de 15 000 fanáticos durante la quincuagésima segunda edición de la Serie del Caribe del año siguiente, con las selecciones campeonas de República Dominicana, Puerto Rico, México y Venezuela. Su más reciente acicalamiento ocurrió en 2013 con el fin de acondicionarlo para la Serie del Caribe de 2014, hospedando a los equipos campeones de México, Venezuela, Puerto Rico, República Dominicana y Cuba. Su graderío aumentó entonces para acoger a 18 000 fanáticos, a quienes una enorme Virgen del Valle, patrona del oriente de Venezuela, saluda desde la entrada principal.
No siempre fue la sede de los Bravos de Margarita. Antiguamente era la casa donde los equipos Caribes de Oriente y Navegantes del Magallanes hacían rugir a las gradas. Y ha prestado su grama no solo al béisbol, sino el baloncesto y hasta el fútbol, en 1980, cuando fue la sede de la oncena de Primera División, Pepeganga Margarita.
Pero siempre, llámese de Porlamar, o Guatamare, como muchos lo nombran aún, el enorme y moderno estadio ha sido sitio donde el mentado deporte nacional agita, junto con otros de su misma estirpe, las buenas pasiones del país.

Descripción

La instalación deportiva que sirve de sede al equipo de béisbol profesional Bravos de Margarita es un moderno estadio en cuyo exterior, en una estructura de concreto armado, a la vista, se identifica el nombre de la misma y se rinde homenaje a la patrona de Nueva Esparta, la Virgen del Valle, con una gran imagen colocada sobre una plataforma rectangular de aproximadamente 5 metros de alto, también de concreto armado.
El terreno de juego es un campo de béisbol de grama y arcilla de aproximadamente 130 metros de largo por el centro. A los lados tiene las gradas y las sillas a la intemperie, mientras que en el espacio detrás del plato tiene las tribunas techadas en dos niveles.
Cuenta con 8 torres de dotadas de reflectores para la iluminación nocturna. Dispone de suficientes instalaciones sanitarias para los asistentes y de un amplio estacionamiento asfaltado. Tras sucesivas remodelaciones está en capacidad de recibir a más de 18 000 fanáticos.
En 2009 se remodelaron los clubhouses de los equipos. Cuenta con una pantalla gigante, dos amplios palcos de prensa y una decena de casetas para la transmisión de los partidos.

Valoración

Este estadio es la instalación deportiva más importante de la isla de Margarita, pues gracias a él el equipo tiene un lugar donde entrenar y jugar, lo que incentiva la recreación y el turismo.
Su estructura se ha acondicionado desde su construcción, hace aproximadamente 61 años, para albergar eventos como la Serie del Caribe, que se convierten en magnas oportunidades para promover, además del deporte nacional, el turismo margariteño, como comentara el entonces presidente del fondo de promoción de Isla Margarita, Jairo Cuba Mendoza, a ESPN Deportes a propósito del clásico caribeño de 2010: “Margarita es un lugar ideal para la Serie del Caribe. Tenemos sol, playa, buen ambiente y mucha historia». Opinión secundada por el asesor de prensa de la Confederación del Caribe y gerente general de los Bravos de Margarita: «Isla Margarita es de los lugares más adecuados para tener la Serie del Caribe y allí se está trabajando para hacer algo espectacular y de que no haya especulación con los hoteles y otros servicios».
Y ahí está el Estadio de Porlamar como un gran parque en donde convergen historia, la pasión beisbolera, la isla de Margarita como destino turístico y el gentilicio oriental, representado en la venerada patrona que da su bendición a cada partido.

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