Constituyó un movimiento de militares de la Armada y Guardia Nacional, que incluía a efectivos del batallón de Infantería de Marina Nro. 3 y el destacamento Nro. 77 de la Guardia Nacional al mando del capitán de corbeta Jesús Teodoro Molina Villegas, del mayor Pedro Vegas Castejón y del teniente Héctor Fleming Mendoza, quienes lideraron el alzamiento contra el Gobierno adeco de Rómulo Betancourt.
Aunque en el alzamiento estaban involucrados dirigentes nacionales del PCV y MIR (Guillermo García Ponce, Douglas Bravo, Eloy Torres, Germán Lairet, Simón Sáez Mérida, entre otros) la proclama leída por los militares alzados al aire a través de Radio Carúpano identificaba al “Movimiento de Recuperación Democrática” como el responsable de esa acción, que fue controlada por los militares leales a Betancourt en menos de 24 horas.
El mismo 4 de mayo, en alocución por radio y tv, Betancourt expuso sus alegatos para repeler la acción, tachándola de “movimiento cubanizado”. Atribuyó los hechos a “unos dos o tres (oficiales) influenciados por las doctrinas totalitarias de la extrema izquierda”, según publicó luego en uno de sus libros “Tres años de gobierno democrático”. Dicha tesis le consagraría como adalid de los grupos económicos, el alto clero y el Departamento de Estado de EEUU en plena guerra fría.
Pero el Carupanazo respondió a las corrientes de crítica antiimperialista y revolucionaria que bullían en el seno de la Fuerza Armada Nacional de la década de los años 60 del siglo XX. Muchos de sus protagonistas habían actuado en el desplazamiento insurgente de buques de guerra, que en la noche del 22 y madrugada del 23 de enero de 1958, resultó crucial para derrotar la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.
El escenario político venezolano de 1962 era complicado para el primer gobierno adeco de la Cuarta República tanto en el sector militar como el petrolero. Por ello Betancourt emitió la orden con la que se concentró en sí mismos esos dos temas de la vida pública nacional, dejando que sus ministros se ocuparan de los demás.
El gobierno de la democracia representativa se había hundido en la traición de los postulados que enarboló durante la lucha de resistencia contra la dictadura Perejimenista y el espíritu rebelde del 23 de enero de 1958.
El Carupanazo como movimiento sería sofocado a sangre y fuego. Sin embargo, junto al Porteñazo en junio de ese mismo año, ambos movimientos se constituyeron en la simiente de corrientes patrióticas y antiimperialistas que volverían a surgir 30 años después, el 4 de febrero de 1992.
Fuentes:
http://www.panorama.com.ve/
http://www.industriasdiana.
https://www.mppeuct.gob.ve/
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