“Cuatro Crímenes, Cuatro
Poderes”
IMPUNIDAD EN LA MUERTE DE
LA
ESPOSA DE UN DIPUTADO
ADECO
Cuando revisamos la
interminable lista de asesinatos y desapariciones forzadas que aún quedan por
resolver, como producto de la descarada impunidad que se aplicó entre los años
que van de 1958 a 1998, nos encontramos con casos emblemáticos como los que
señala el acucioso investigador policial que fue Fermín Mármol León en su
magnífico libro “Cuatro Crímenes, Cuatro Poderes”, donde encontramos uno que traemos
a colación hoy bajo el título “LA ESTATUILLA MORTAL”.
El 6 diciembre 1965, murió
producto de la explosión de una estatuilla de la Virgen María Auxiliadora,
Hilda María Hernández, esposa del Diputado de Acción Democrática Martín Antonio
Rangel. El parlamentario había entregado la imagen a su mujer, diciéndole que
era un regalo que le habían hecho.
Los acontecimientos se
desencadenaron en la residencia del dirigente adeco, quinta “Hil-Mar” en El
Cafetal, en Caracas. El diputado Martín Antonio Rángel, conocido por su
parquedad parlamentaria y escaso carisma, era sin embargo estimado por los
miembros del partido debido a sus dotes como organizador y el papel que había
jugado en las luchas de resistencia contra la dictadura perezjimenista.
Sobre la relación de
pareja con su esposa, las investigaciones determinaron que eran frecuentes
entre ellos las discusiones por cuestiones de celos.
El 20 de noviembre de 1970
el Fiscal Segundo del Ministerio Público Doctor Vertilio Valecillos pidió 25
años de presidio para el ex diputado, la defensa se movió en un primer momento
buscando que se cambiara la pena de homicidio calificado a homicidio culposo y
luego pidió que el caso pasara a una instancia superior para su revisión,
finalmente resultaría absuelto.
El 10 de julio de 1972, el
ex diputado fue puesto en libertad luego de que le fuera leída una sentencia
absolutoria dictada por la Corte Superior Segunda en lo Penal. Curiosamente uno
de los elementos que se tomo en cuenta para esta sentencia fue una declaración
del ex Ministro del Interior Dr. Gonzalo Barrios según la cual él estaba
dispuesto a certificar que en el allanamiento hecho a la fábrica de armas supuestamente
de la guerrilla venezolana en el cerro
de El Garabato, ubicado cerca de la población mirandina de San Antonio
de los Altos, se había incautado un lote de imágenes de la virgen del Carmen
similares a la utilizada para causar la muerte de Hilda de Rangel.
Esta certificación como
podrán imaginar ustedes jamás se hizo. Los abogados defensores Armando Lazo y
Pablo Gutiérrez prometieron que revelarían una gran sorpresa en torno a la
misteriosa figura del remitente José Antonio Colmenares, un manco que nunca
apareció.
Al salir de la sala, el
Fiscal Vertilio Valecillos anunció que intentaría un recurso de casación ante
la Corte Suprema de Justicia.
Mientras todo eso ocurría,
los funcionarios policiales responsables de la investigación sabían lo que vendría
a continuación. Lo sabían como que estuviese escrito en un guión: la Corte
dictaría libertad plena al político y ello los obligaría a reabrir el caso sin
poder citarlo como indiciado.
La investigación jamás
continuaría pues no tenía sentido; como no lo tuvo en los casos de Lesbia
Biaggi (hermana del cura Biaggi), ni en el de Morelia Paradisi de Rivero (
esposa del capitán de la aviación Roberto Rivero Pérez), casos en los que los
representantes de la justicia luego de
un intenso trabajo terminaron con las tablas en la cabeza. Ahora ocurría la
muerte de esta dama, vinculada de manera indirecta con el poder político. El
diputado Martín Antonio Rangel ¿mató a su esposa?
Transcribo aquí el párrafo
final del capítulo correspondiente a este caso en la novela 4 Crímenes 4 Poderes de Fermín
Mármol León:
“Pero no todo fue color de
rosa para el criminal, yo seguí su trayectoria política y tuve una satisfacción
como profesional de la policía y como investigador del horrendo crimen cometido
contra su esposa; su partido estaba convencido de su culpabilidad, por razones
de alta política manejaron el expediente y le resolvieron el problema; pero lo
eclipsaron políticamente, jamás volvió a
aparecer en una lista para diputados. Quedó fuera, execrado como hombre público
y a solas con su conciencia.” Nada nuevo bajo el sol.
Cuatro
Crímenes Cuatro Poderes son
narraciones fundamentales y determinantes para el análisis y el debate
autocrítico en la construcción de la nueva República Bolivariana
Constitucional, que es precisamente la que todo aspiramos, por eso Cuatro
Crímenes Cuatro Poderes representa para Venezuela hechos verdaderos y
comprobados sobre el papel que juega el poder político, el poder económico, el
poder militar y poder religioso en determinados presuntos hechos delictivos que
como el difunto Comisario Fermín Mármol León, luchó, batalló y descubrió hechos
de corrupción, así como también a veces se sintió hasta solo e indefenso por la
impunidad de las estructuras del sistema democrático de la administración
pública y estamos hablando de las etapas de los Gobiernos de la Cuarta
República, en la que actualmente las autoridades del Gobierno Bolivariano
debemos vernos en ese espejo de planteamiento para hacer el esfuerzo de no caer
en esa práctica de corrupción, de evitar y no compartir y avalar estos hechos
que constituyen el repudio moral y legal en el país.
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