Quiénes reposan en este
recinto?
CATEDRAL DE CARACAS
MONUMENTO HISTORICO
En 1957, hace 59 años, fue
declarada Monumento Histórico Nacional la
Catedral de Caracas, cuyos antecedentes se remontan al siglo
XVI, cuando en el mismo lugar se construyó la primera iglesia de la ciudad capital.
Cuentan que la primera
Iglesia era pequeña pero sólida, construida de piedras, tanto que los
corsarios que atacaron a la Ciudad en 1595 se acuartelaron en ella. Fue
dedicada a Santa Ana, madre de la virgen María. Fue declarada Monumento
Nacional según Gaceta Oficial nº 25.413, del 23 de septiembre de 1957.
Otras construcciones se sucederían hasta dar paso a la catedral
actual, que comenzó a ser construida aproximadamente en la segunda mitad del
siglo XVII, y concluida en las primeras décadas del siglo XVIII.
Fue erigida en 1665 por
Juan de Medina, en sustitución de la pequeña iglesia destruida en el terremoto
de 1641.
La Iglesia Catedral no tuvo torre
sino alrededor de los cien años de su fundación. Anteriormente, las campanas
colgaban de unos horcones de madera que servían de campanil. Gracias a la ayuda de una piadosa mujer llamada María Pérez (Maripérez) se
pudo construir un Templo que fue concluido en el año 1674, con una vistosa torre que daría nombre
a la esquina central de Caracas.
Su fachada es de 1771, obra de Francisco Andrés de Meneses. 12
años más tarde tiene ya la Iglesia sus cinco naves, como actualmente, con
cuatro capillas laterales en cuyos fondos se encontraba el cementerio de la
Cofradía de San Pedro.
El
terremoto del 26 de marzo de 1812 causó tales daños que hubo necesidad de hacer
casi de nuevo la antigua Catedral con las mismas dimensiones. Mucho más tarde el
Arzobispo Silvestre Guevara y Lira pudo realizar una gran reforma interior del Templo, y tuvo la alegría de efectuar su
consagración el 12 de agosto de 1867, en el tricentenario de la ciudad.
Dañada por el terremoto de 1812 su
torre fue reducida en tamaño. Actualmente, existe en la torre un reloj que,
además de campanadas, emite sonidos de varias canciones. El
actual reloj fue fabricado en Londres por J. R. Lozada y colocado aquí en 1888,
costó mil ochenta y una Libras Esterlinas (1081), pesa siete mil
doscientos diez y siete kilos
(Kg. 7.217). Las finísimas campanas y un cilindro para el Himno
Nacional y otras piezas de música religiosas, que actualmente se encuentran
dañadas, hacían del Reloj de la Catedral una obra llamativa.
El anecdotario guarda relatos que dan fe de
hechos ocurridos en la Catedral caraqueña a consecuencia del terremoto que
sacudió la capital venezolana el 29 de Julio de 1967. Testigos aseguraron que
en ese momento “El reloj que mira al oeste de la ciudad, en
la torre de la Catedral de Caracas, se rompió, lo cual causó que sus agujas se
pararan”. Transeúntes testimoniaron que “En pocos segundos la centenaria Cruz Pontifical
que coronaba la fachada se desplomó en caída libre hasta golpear el suelo,
fragmentándose en pedazos quedando marcada su silueta en el mismo”. Uno de los
presentes recordaría el hecho con las siguientes palabras: “Vi cuando la cruz
se desprendió y quedó grabada en el piso como una quemadura de hierro candente;
en ese preciso momento el terremoto cesó.”
Actualmente es considerada un hito de Caracas, no sólo por su
mérito arquitectónico, sino también por su valor histórico, ya que la Catedral
está asociada a sucesos cruciales en la historia del país.
En ella fue bautizado el Libertador Simón Bolívar
en 1783, y reposaron sus restos desde 1842 hasta 1876, año en el que fueron
trasladados definitivamente al Panteón Nacional.
Es poseedora de un gran conjunto de imágenes
religiosas, retablos coloniales, y obras artísticas de distintas épocas. Destacan
las coloniales capillas :
Capilla de la Santísima
Trinidad: Don Pedro Jaspe de Montenegro, antepasado del
Libertador Simón Bolívar, la fundó el 25 de junio de 1689. Esta Capilla pasó
por herencia, como consta en la lápida de la pared derecha, a ser patrocinada
por la familiar Bolívar. Aquí recibieron sepultura cristiana los miembros de la
familia del Libertador, sus padres y su esposa. En 1827 el mismo Libertador en
su postrera visita a Caracas vino a rezar ante la tumba de sus seres queridos.
A partir de 1842, cuando fueron trasladados de Santa Marta a Caracas los restos
del Libertador descansaron aquí por espacio de treinta y cuatro años, hasta
1876, cuando fueron llevados al Panteón Nacional. Los restos de la “Negra
Matea” reposan en esta cripta, pero la historia no da cuenta si “Hipólita” fue
llevada allí después de su muerte en Caracas el 25 de junio de 1835.
Desde
marzo de 2008, el Despacho del Viceministro para África del Ministerio del
Poder Popular para Relaciones Exteriores viene desarrollando una campaña para
que los restos de Matea e Hipólita sean trasladados al Panteón Nacional, junto
a el Libertador,
A los pies del altar de la Inmaculada, antiquísima devoción de los caraqueños está sepultado el Excmo. Sr. Dr. Jesús María Pellín, quien fuera Deán de la Catedral desde 1960 hasta 1969.
Capilla de Nuestra Señora
del Pilar: en
esta capilla están sepultados todos los Arzobispos de Caracas, menos el
primero, Monseñor Francisco Ibarra y el tercero, Monseñor Ignacio Méndez, cuyos
restos reposan en el Panteón Nacional; tampoco está el segundo Arzobispo Monseñor Narciso Coll y
Prat, quien falleció en Palencia de España, a donde había sido trasladado. En
la tumba correspondiente a él se encuentra un corazón. Algunos dicen que podría
ser el corazón de Atanasio Girardot. El primer Cardenal venezolano, el
Arzobispo de Caracas José Humberto Quintero quien dispuso la creación de este
panteón, se encuentra sepultado aquí, al igual que Mons. José Ali Lebrún, segundo Cardenal de Caracas.
Capilla Santa Ana: En el
pavimento de esta Capilla reposan los restos mortales de Monseñor Nicolás
Eugenio Navarro Ortega, Deán de esta Catedral por 40 años y figura prócer del
Clero Patrio. Murió el 6 de noviembre de 1960.
Capilla Nuestra Señora de
la Paz: En el pavimento
una lápida recuerda que allí están los restos mortales de Monseñor José Rincón
Bonilla, obispo Auxiliar de Caracas y Deán del Cabildo, quien murió el 14 de
mayo de 1984.
Capilla de Nuestra Señora
del Pópulo: Fue embellecida por Monseñor Diego de
Baños y Sotomayor, quien la arregló para el panteón familiar. Sobre la tumba se
ve su efigie en actitud orante. Su sobrino Oviedo y Baños, célebre historiador
venezolano, también tiene en esta Capilla su sepultura.
El Altar Mayor de San
Pedro: A la derecha del presbiterio se encuentra una
antigua escalera que daba acceso a la Cripta de la Cofradía de San Pedro, a la
cual perteneció lo más granado de la sociedad caraqueña de entonces, comenzando
por los Obispos y otras dignidades eclesiásticas que tenían aquí su propio
cementerio. Monseñor Mariano Martí, el primer estadista de Venezuela, y quien
confirmó al niño Simón Bolívar Palacios el 11 de abril de 1790, está sepultado
en esta cripta.
En el centro del Baptisterio hay una artística
fuente bautismal, de mármol blanco que sustituyó a la antigua de piedra del
Ávila, en la que fue bautizado el Libertador Simón Bolívar y que más tarde se
colocó en el patio principal de la Casa Natal del Libertador, donde puede
observarse hoy día.
La Iglesia Catedral, Monumento Nacional, está
llena de historia y recuerdos, y es grande por su significación para la vida de
la Iglesia y de la Nación. El 28 de enero de 1985 fue honrada con la presencia
del Santo Padre Juan Pablo II, quien se reunió allí con una nutrida
representación del laicado venezolano.
En la fachada de este Templo el 19 de abril de 1810, el patriota Francisco Salias detuvo al Gobernador Español José Vicente Emparan, quien al firmar la renuncia al mando, rubricó sin saberlo la Partida de Nacimiento de Nuestra Patria. Sin ese gesto valeroso y decisivo de Salias, la historia de nuestra revolución independentista habría tomado muy distintos caminos.
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