*“Hazme saber, Señor, lo efímero que soy”
El 31 de Mayo de 1943, hace 76 años ( y perdonen la distancia) en el pintoresco pueblecito de “Los Hatos”, hoy progresista Parroquia Altagracia del Municipio Gómez del estado Nueva Esparta, en la ensoñadora isla de Margarita, vino al mundo “un lindo y hermoso niño, más bonito que una flor”, a quien sus padres, él, Félix Quijada Salazar, ella, Maximina Ordaz de Quijada, bautizaron con el nombre de ISRAEL DE JESUS.
Con esta parodia del poema gaucho “La Leyenda del Horcón”, he querido rememorar que, con el favor del Dios Todo Poderoso, he logrado llegar a la edad que en este día ostento, y por lo cual tengo que agradecer una vez más al Creador del universo por haberme dado la vida y por todos los favores con que me ha beneficiado en esta etapa, durante la cual también he sido objeto de pruebas, algunas más fuertes que otras, las cuales me han servido para reflexionar sobre el sentido de la vida y lo efímero de las cosas de este mundo, a las que a veces nos apegamos sin tomar en cuenta que son transitorias, y que lo único que tenemos seguro es la muerte, que al fin y al cabo es parte de la vida.
Calderón de La Barca lo decía en su inmortal obra “La Vida es Sueño”: “…Qué es la vida? una ilusión…”. Y el Salmo 39 en su versículo 6° y siguientes nos recuerda que “Un soplo, nada más, es el mortal, un suspiro que se pierde entre las sombras. Ilusorias son las riquezas que amontona, pues no sabe quién se quedará con ellas”.
Como corolario dejo de recuerdo, como un obsequio del día de mi cumpleaños, este pensamiento contenido en ese poema, si se quiere cruel pero muy real que es “Verdades Amargas”: “
Yo no quiero mirar lo que he mirado
a través del cristal de la experiencia
el mundo es un mercado donde compran
honores, voluntades y conciencias.
En este laberinto de la vida
donde tanto domina la maldad,
todo tiene su precio estipulado
amores, parentesco y amistad
Que Dios los bendiga a todos, y les dé el doble de lo que me deseen en este día,
a través del cristal de la experiencia
el mundo es un mercado donde compran
honores, voluntades y conciencias.
En este laberinto de la vida
donde tanto domina la maldad,
todo tiene su precio estipulado
amores, parentesco y amistad
Que Dios los bendiga a todos, y les dé el doble de lo que me deseen en este día,
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