Consumidores compran canillas si no cuentan con suficiente presupuesto / Foto: Rafael Salazar
Salir de casa sin desayunar para hacerlo en la calle ya no es opción. Usuarios se sorprenden al llegar a panaderías, puestos de ventas ambulantes y cafés y ver los precios de una comida matutina sencilla. En un recorrido por el centro de Puerto La Cruz se observó gran variedad de alternativas para comer, pero pocos consumidores.
Un cachito puede cambiar radicalmente de precio, según el local que se visite. En la heladería Gelato, ubicada en la calle Maneiro, los panes rellenos de jamón cuestan 800 mil bolívares, mientras que unos enrollados y piezas de pizza sencilla valen 750 mil bolívares.
Si el consumidor se dirige hacia la calle Libertad puede encontrar mini panes de jamón en un millón 500 mil bolívares, panes dulces a Bs 400 mil y canillas a Bs 550 mil. Pero en las tiendas ubicadas en la avenida 5 de Julio, el precio del pan dulce aumenta considerablemente y se ubica en 800 mil bolívares. “Uno no se puede dar un gusto, por eso me compro una canillita y el refresco para pasarla”, expresó Juan Guararima, obrero.
Los que prefieren los tequeños, en la calle Girardot se consiguen por encima del millón 500 mil bolívares, mientras que en la 5 de Julio los ciudadanos buscan los puesticos que ofrecen combos de comida y bebida.
Las empanadas son lo más costoso y pueden llegar a valer hasta dos millones de bolívares. Los porteños prefieren visitar un local ubicado cerca de la Alcaldía del municipio Juan Antonio Sotillo, pues “con una sola te llenas como si fueran dos porque tienen bastante relleno
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