Hoy hay academias de “Twerking”
“POR INMORAL” PROHIBIERON
UNA VEZ EL JOROPO “ESCOBILLAO”
El 10 abril de 1749 pasó a la historia nacional como uno de esos días en los que nuestro gentilicio quedó en entredicho, como consecuencia de las particulares decisiones tomadas por algunos de los gobernantes de turno del país que han ido contra la idiosincrasia venezolana, al cuestionar y hasta sancionar costumbres, tradiciones, mitos y leyendas que son la pura y autóctona expresión de la cultura popular genuinamente identificada con nuestras raíces ancestrales.
En esta oportunidad nos toca reseñar la triste y ridículamente célebre decisión tomada por el capitán general de Venezuela Luis Francisco de Castellanos, aquel 10 abril de 1749, cuando prohibió “el joropo escobillado” por “sus extremosos movimientos, desplantes, taconeos y otras suciedades”. La extravagante ridiculez llegó al extremo de llamar “Escobillado” a un baile típico que desde que nació producto del ingenio costumbrista se llama “escobillao”.
Las principales figuras del joropo son “el valsiao”, “el escobillao” y “el zapatiao”. El primero se da en el inicio del baile, en el vals las parejas se abrazan suavemente recorriendo el espacio de baile en tres tiempos propios del vals, dan vueltas rápidas en giros espirales. El siguiente, “el escobillao”, es una figura donde los bailarines colocados de frente mueven los pies a manera de cortos avances y retrocesos como si estuvieran cepillando el suelo. El tercero, “el zapatiao”, es una figura varonil y se realiza por la pareja sin soltar el abrazo ó sueltas completamente como es propio en los llanos, en esa figura el hombre hace sonar sus pisadas del fuego mientras la mujer se limita a escobillar.
¿Dónde vio el pseudo moralista gobernante de la época los “extremosos movimientos, desplantes, taconeos y otras suciedades?”. Vaya usted a saber. Cualquiera que sea la modalidad el Joropo es nuestra música y baile tradicional más representativo, orgullo de nuestra patria y producto de nuestras vivencias y mestizaje.
Pero con esas mentalidades sifrinoides y de doble rasero moral, en nuestro país se le ha hecho mucho daño al arte en sus diferentes manifestaciones y a la cultura en general, mientras se le da cabida cómplice a prácticas no sólo reñidas con la salud mental de nuestros compatriotas ( niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos), sino a prácticas que pretenden sustituir nuestra identidad con patrones culturales foráneos, en nombre de la modernidad.
Cada tanto aparece un baile que con sus movimientos escandaliza a los más conservadores y fascina a los más jóvenes. Así ocurrió con la Lambada en los ochenta y así está ocurriendo en Estados Unidos con una modalidad de baile, llamada “twerking”, que causa sensación entre los adolescentes y ya es viral en las redes.
El ritmo, que ha sido interpretado por celebridades como Beyonce y Miley Cyrus, consiste en contorsionar fuertemente la cadera hacia delante y atrás, una y otra vez, de forma rápida y sensual. En YouTube ya existen más de 1.500 videos de este baile e incluso en la web se encuentran tutoriales que explican cómo realizar los movimientos a la perfección.
Venezuela no ha escapado a este “boom”, y el esnobismo y furor son de tal magnitud que jóvenes de ambos sexos pagan cualquier cantidad de dinero por recibir clases del endemoniado baile en “academias” especializadas en la materia.
JOROPO LLANERO: PASOS Y FIGURAS
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