viernes, 22 de septiembre de 2017

NERUDA ERA MUCHO POETA PARA SEGUIR VIVIENDO MIENTRAS MORIA SU PUEBLO

NERUDA ERA MUCHO POETA PARA SEGUIR
VIVIENDO MIENTRAS  MORIA  SU  PUEBLO
El día de la muerte del poeta chileno Pablo Neruda, el 23 de Noviembre de 1973, alguien comentó que “era mucho poeta para poder seguir viviendo mientras moría su pueblo”. Efectivamente, uno de los más grandes y comprometidos con las causas populares de nuestro continente y el mundo literalmente moría de pena.
Pinochet, con el patrocinio de los EEUU y la complicidad de los “democráticos” socialcristianos hacía apenas unos días que había asesinado al presidente mártir Salvador Allende y los estadios de futbol estaban llenos a rebosar de pueblo esperando la muerte y la tortura.
Esa es la norma de la derecha, la derecha jamás conocerá límites morales. ¡Dígalo ahí, Francisco Franco! Una buena lección para ilusos. Una buena lección para aquellos que hoy gritan contra esta “terrible y sangrienta dictadura” que “sufrimos” en Venezuela. ¡Ojalá aprendamos a tiempo!
El martes 21 de noviembre de 1972 aterrizó en el aeropuerto internacional de Pudahuel, en Santiago de Chile, el avión LAN que trajo de regreso a su patria — por última vez — a Pablo Neruda.
Por un instinto casi animal Neruda anhelaba retornar al mar de Isla Negra,  porque no era sólo su quebrantamiento físico lo que lo preocupaba sino ante todo la amenaza contra su vigor de creación. Todo Chile vio por televisión el caminar dificultoso de Neruda al bajar del avión, el esfuerzo del que luchaba por sobreponerse al sufrimiento pero también la sonrisa inquieta del que deseaba partir cuanto antes para reinstalarse en su atalaya frente al mar, y así lo dijo a quien quiso preguntar por sus deseos.
Neruda, aunque en cierta medida consciente de su mal, no regresaba a un rincón para morir, no era ése su ánimo de primer plano: regresaba a seguir viviendo, lo que en su lenguaje significaba reactivar su trabajo poético, su creación: volvía al centro activo de su existencia, al principio viril y constructivo de su ser.
Entre ese noviembre de 1972 y el 23 de septiembre de 1973, fecha de su muerte, Neruda escribió  varios libros de poemas: “Jardín de Invierno”, “Elegía”, “El Corazón Amarillo”, “2000”, “Libro de las Preguntas”, “El Mar y las Campanas”, “Defectos Escogidos”, y también ese collage que son sus memorias, publicadas póstumamente bajo el título “Confieso Que He Vivido”.
Pablo Neruda murió a las 22:30 horas del día 23 de septiembre. El poeta, vestido con chaqueta deportiva y una camisa de cuello abierto, parecía reposar sobre la camilla y su gesto era plácido, casi sonriente.
El destino de Neruda quiso que en su muerte estuviese tan cerca de la tierra y tan lejos de la pompa como cuando se sentía poeta solitario allá en el sur, en la Frontera. Pero en verdad no fueron ni el destino ni el azar los que llenaron de significado la muerte de Neruda: simplemente fue un hombre que murió en servicio activo, combatiendo, y su muerte fue la voz de los que no podían gritar al mundo su indignación y su voluntad de resistir.
Nada entonces hubo de casual en que al morir y al volver a la tierra estuviese rodeado solamente del pueblo anónimo del cual salió, del cual se nutrió y al que en definitiva dedicó su obra y lo mejor de su existencia.
LAS MEJORES FRASES DE PABLO NERUDA 
Pablo Neruda,  fue uno de los poetas más reconocidos de la literatura chilena, latinoamericana y mundial del siglo XX. La influencia de su vida y obra trascendió el ámbito literario, por lo que se convirtió en una figura clave de la cultura y política de su país.
 Las mejores frases de Pablo Neruda, uno de los poetas más influyentes en la historia latinoamericana, se rememoran en este nuevo aniversario de su muerte  con sus frases más célebres.
 1. "Me gustas cuando callas porque estás como ausente".
 2. "Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido".
 3. "Es tan corto el amor y tan largo el olvido".
 4. "Algún día, en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas".
 5. "Tus anchos ojos son la luz que tengo de las constelaciones derrotadas, tu piel palpita como los caminos que recorre en la lluvia el meteoro".
 6. "Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida".
 7. "Amo tus pies porque anduvieron sobre la tierra y sobre el viento y sobre el agua, hasta que me encontraron".
 8. "Para mi corazón basta tu pecho, para tu libertad bastan mis alas".
 9. "¿Sufre más aquél que espera siempre que aquél que nunca esperó a nadie?".
 10. "En un beso, sabrás todo lo que he callado".
Poema 20 de Pablo Neruda por  Joan Manuel Serrat

Chavela Vargas Poema 20 de Pablo Neruda
Ginette acevedo Poema 20 (Neruda)

Mercedes Sosa - Poema 15 (me gustas cuando callas) [1976]





No hay comentarios.:

Publicar un comentario