lunes, 6 de mayo de 2019

Caipa: Un centro para niños con autismo

Caipa: 

Allí, las madres, abuelas y los padres deben incorporarse las actividades que se desarrollan. Su nombre es el Centro de Atención Integral para Niños Autistas (Caipa), ubicado en la parroquia San Simón, dependiente de la Zona Educativa de la Gobernación de Monagas.
La participación del núcleo familiar es fundamental y en este mes que se celebra una campaña sobre la Concienciación sobre el autismo, el personal y los padres de los pequeños abrieron las puertas de la institución para dar talleres e integrar a diferentes sectores a la forma y manera en que los niños autistas deben ser tratados. Elimar Martínez, periodista, madre de Matías, de tres años de edad y quien a los seis meses fue diagnosticado como autista en grado 1, mantiene en una emisora regional la campaña Acéptame como soy.
Ella nos cuenta sobre su experiencia con Matías y manifiesta que más que tratar de determinar las causas por las cuales se produce el autismo, lo importante es la inclusión, el ver a estos pequeños como pueden desarmarnos con su personalidad, porque son auténticos, inteligentes y maravillosos.
En el Caipa trabaja un equipo multidisciplinario, integrado por personal altamente especializado. Hay psicólogos, pediatras, neurólogos, terapistas de lenguaje, terapistas motores. El niño es diagnosticado por el equipo, bien sea porque sus propios padres lo llevan porque han notado alguna anomalía que en cierta forma prende las alarmas o porque los médicos los envían.
Todo el equipo reúne las pruebas necesarias para determinar en qué condición se encuentra el niño, si el autismo es I, II o III, y una vez diagnosticado comienza el trabajo. Hay niños que van toda la semana otros van dos o tres veces a la semana.
Personalizada. Cada niño requiere de un tratamiento distinto que es individual y único como es su personalidad. No
se escatiman recursos para la atención especializada que requieren aunque la institución no se compromete con la medicación en caso de que el niño lo requiera.
Allí está una de las limitaciones del Caipa pero los padres consideran que es bastante la atención especializada y el tratamiento que dan los especialistas que intervienen en el tratamiento de los pequeños.
Acéptame como soy. Así como Martínez difunde en los medios su campaña, Laura Mendoza, quien tiene a Cristóbal de cinco años diagnosticado, lucha incansablemente en su familia, en su vecindario para que la gente reconozca a Cristóbal como un pequeño creativo que puede desarrollar un sin fin de actividades propias de su edad.
Me preocupo porque lo traten no solo bien como todo niños se merece sino porque no lo discriminen, vengo todos los días al Caipa, me acompaña mi mamá o mi suegra, o mi esposo, incorporo a todo el que pueda. No es fácil y gracias a Dios aquí el tratamiento es completamente gratuito pero como todo autista él requiere una alimentación especial sin gluten y eso representa un gasto fuerte para todos los padres”, destaca.
Uno de los problemas por los cuales atraviesa el Caipa en estos momentos y sobre el cual llaman la atención los padres es el hecho de que se ha ido personal especializado.
Mary Quintana es egresada de la Universidad de Oriente, en Tecnología de los Alimentos, y se dedica a elabora harinas sin gluten. Tiene una niña con parálisis cerebral y eso la llevó a conocer los problemas por los cuales pasan las madres para alimentar a sus hijos.
Mary ha creado la línea de productos “Algo más que light”, conformada por harinas sin gluten. Las hay de jengibre, de maíz, de remolacha, a precios realmente accesibles, muy útiles para las madres monaguenses que tienen niños con esta condición.


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