Es una de las empresas bandera de Rusia, un poderoso conglomerado que aspira a convertirse en una de las diez corporaciones industriales más grandes del mundo.
Desde cazabombarderos hasta productos farmacéuticos, Rostec es responsable de la fabricación de productos de alta tecnología que luego exporta a decenas de países alrededor del mundo.
Es el entramado empresarial del cual dependen potentes empresas como Kalashnikov JSC, fabricante del famoso fusil.
Sus ventas por el mundo contribuyen a que Rusia sea el segundo mayor exportador de armamentos del mundo.
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Menos conocida internacionalmente que sus filiales, por estos días el nombre de Rostec ha saltado a los titulares de prensa a propósito de una polémica entre Washington y Moscú por la crisis en Venezuela.
BBC Mundo te cuenta cuál es el rol que esta corporación en el país sudamericano y cuál es su papel dentro de la estrategia global de Vladimir Putin.
Polémica presencia
"Rusia me ha informado que han sacado a la mayor parte de su gente de Venezuela", escribió en Twitter el lunes el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El mandatario parecía así confirmar una información publicada por The Wall Street Journal en la que se afirmaba que Moscú había reducido drásticamente la presencia de sus asesores militares en territorio venezolano, desplegados por Rostec.
Tanto esta corporación como el gobierno ruso negaron esa información.
Durante los últimos meses, la presencia de funcionarios rusos en Venezuela ha sido un motivo de disputa entre Washington y Moscú, que se encuentran enfrentados en torno a la legitimidad del gobierno de Nicolás Maduro.
El gobierno de Trump considera que el mandatario venezolano fue reelecto en mayo de 2018 en unos comicios fraudulentos-.
Por ello, en enero la Casa Blanca otorgó su reconocimiento al presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, el opositor Juan Guaidó, quien basado en la supuesta ilegitimidad de Maduro, se juramentó como "presidente encargado" del país.
Por su parte, Maduro -quien disfruta del apoyo del Kremlin- acusa a Guaidó de encabezar un intento de golpe de Estado auspiciado por Washington.
El salvavidas de Moscú
En los últimos meses, el gobierno de Vladimir Putin ha dado claras señales de su respaldo a Maduro a través de medios diplomáticos -especialmente en el marco del Consejo de Seguridad de la ONU- pero también de operaciones de seguridad y defensa.
En diciembre, dos cazabombarderos rusos Tupolev 160 (TU-160) arribaron a Venezuela para participar en los "vuelos operativos combinados Rusia-Venezuela".
A finales de marzo, otros dos aviones militares rusos aterrizaron en Venezuela con un centenar de militares -encabezados por el segundo comandante del Ejército de Rusia, Vasilly Tonkoshkurov- y unas 35 toneladas de equipamiento, según informaron medios locales.
"Rusia tiene varios contratos que ya están en proceso de cumplimiento, contratos de carácter técnico militar, y hacen varios vuelos y traen varias cosas", le dijo entonces una fuente de la embajada rusa en Venezuela a la agencia rusa Sputnik.
Trump respondió y dijo que "Rusia tiene que salir" de Venezuela, mientras que su enviado especial para ese país, Elliott Abrams, aseguró a la BBC que "los rusos pagarán un precio" por lo que estaban haciendo.
Pero, las advertencias de la Casa Blanca no parecen haber sido atendidas por Moscú ni entonces ni ahora.
Este martes, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, negó que funcionarios rusos hayan estado hablando con el mandatario estadounidense acerca de la presencia de militares rusos en Venezuela y aseguró que los efectivos que se encuentran allá prosiguen con su trabajo.
"No sabemos lo que quiere decir con 'han sacado a la mayor parte de su gente'. De hecho, allá hay especialistas que dan servicio a los equipos que fueron enviados a Venezuela. Este proceso continúa de forma ordenada", dijo Peskov a los periodistas.
La retirada de los empleados de Rostec también fue negada el lunes por un portavoz de la empresa.
"El número de asesores militares mencionados en The Wall Street Journal ha sido muy exagerado. El personal de la oficina ha permanecido sin cambios durante muchos años. En cuanto a los técnicos, ellos llegan al país cada cierto tiempo para mantener y reparar el equipamiento provisto previamente. Justo hace poco fue completado el mantenimiento de un lote de aeronaves", dijo el funcionario en declaraciones a la agencia TASS.
Pero, ¿qué es Rostec y cuál es su rol en la estrategia del Kremlin?
Política y grandes negocios
La Corporación Estatal para Asistencia al Desarrollo, Producción y Exportación de Productos industriales de Tecnología Avanzada, conocida como Rostec, fue creada a finales de 2007 por un decreto del presidente Vladimir Putin que agrupaba bajo un mismo ente a más de 400 empresas estatales industriales, muchas de las cuales se encontraban en la quiebra.
Durante sus primeros años sus balances financieros no eran favorables y no fue sino hasta 2010 cuando empezó a registrar ganancias.
Desde entonces, este conglomerado ha mostrado una creciente ambición.
"Rostec es una de las corporaciones industriales principales de la economía rusa. Acumula grandes compañías de los sectores de aviación, defensa y electrónica. Una de sus más recientes adquisiciones es la estatal Corporación Unida de Aviación, el principal fabricante de aviones de Rusia", señala el Servicio Ruso de la BBC.
En su estrategia de crecimiento para 2025, este conglomerado plantea convertirse en una de las diez corporaciones industriales más grandes del mundo. Su importancia, sin embargo, va mucho más allá de ser una fuente de ingresos para Moscú.
"El Kremlin ve a Rostec como una empresa bandera del país, una suerte de conglomerado que usa como herramienta en ciertas áreas. Su objetivo es mejorar la capacidad de Rusia de competir en el sector de la alta tecnología y en la defensa", dice William Courtney, investigador senior adjunto de la Rand Corporation, en conversación con BBC Mundo.
"Su rol en la estrategia rusa es promover las industrias de defensa y de alta tecnología, pero al estar controlada por el Estado tiene que hacerse cargo de cualquier tarea que el Kremlin le asigne por razones políticas", agrega.
Bajo el paraguas de esta corporación, Moscú ha colocado a grandes empresas industriales de un amplio número de sectores.
Entre estos se incluye la fabricación de camiones de carga, componentes electrónicos de radiocomunicaciones, productos médicos y farmacéuticos; plantas y estaciones de energía; vehículos de pasajeros como el Lada, pero también fusiles de asalto Kalashnikov, helicópteros de guerra y de uso civil; cazabombarderos y sistemas de misiles.
Fue precisamente este último sector, el de equipos y sistemas de defensa el que sirvió para abrirle las puertas a Rostec en Venezuela.
Durante el gobierno del fallecido mandatario Hugo Chávez, Venezuela se convirtió en el principal comprador de armamento de Rusia en América Latina y uno de los mayores en el mundo.
Chávez y Putin firmaron acuerdos por miles de millones de dólares.
Venezuela adquirió más de una veintena de cazabombarderos Sukhoi de última generación, medio centenar de helicópteros militares y de transporte; unos 100.000 fusiles Kalashnikov; casi un centenar de tanques y un avanzado sistema de defensa antimisiles S-300, entre muchos otros equipos.
Este armamento fue vendido por empresas como Rosoboronexport, que es una filial de Rostec dedicada a la exportación de los productos de defensa rusos.
Aunque la mayor parte de estas compras se concretaron durante el mandato de Chávez, Moscú ha mantenido buenas relaciones con su sucesor, Maduro.
Influencia
"Rusia usa la venta de armamento como una herramienta para adquirir influencia en ciertos países, así como para obtener ganancias", dice Thomas Graham, investigador del Consejo de Relaciones Exteriores -un centro de estudios con sede en Washington-, a BBC Mundo
En su informe operativo correspondiente al año 2017, Rostec señalaba que sus productos estaban siendo vendidos a 70 países alrededor del mundo e indicaba que las exportaciones de equipos de defensa habían pasado en una década de los US$6.000 millones anuales a los US$13.000 millones anuales.
Una parte de estas ventas han estado dirigidas hacia América Latina, un mercado en el que Rusia empezó a entrar con fuerza en la década pasada pero que ha cobrado mayor importancia tras las sanciones aplicadas por Estados Unidos contra Moscú por su implicación en Ucrania y Crimea.
Para 2013, ya Rostec tenía oficinas de representación en Argentina, Brasil, Venezuela, Colombia, Cuba, México y Perú.
Graham considera que Rostec "tiene un buen desempeño dentro del contexto ruso", y destaca que su presidente, Sergey Chemezov, también ha sido sancionado por Occidente.
"Chemezov ha sido muy cercano a Putin durante mucho tiempo. Al menos, desde que Putin se convirtió en presidente hace 19 años. Ambos vienen del sector de inteligencia y se conocen desde hace muchos años", señala.
La crisis en Venezuela
Pero, ¿cuál es el papel de Rostec en la crisis de Venezuela?
William Courtney considera que, pese al desmentido del Kremlin, no resulta descabellado creer que Rostec ha retirado al grueso de sus asesores de Venezuela.
"Moscú ha estado aferrándose a darle apoyo al gobierno de Maduro más allá del tiempo en que su gobierno parece viable. China, en cambio, ha manejado el caso de Venezuela con discreción. Rusia ha tenido un alto perfil pero creo que ahora el Kremlin ve que Maduro tiene los días contados, por lo que intenta recalibrar su participación en Venezuela", opina.
El experto asegura que a Rusia le preocupa que si Maduro cae, el gobierno que le sustituya no quiera reconocer las deudas adquiridas.
Courtney pone como ejemplo lo ocurrido en 2003 con la invasión de Irak, donde después de haber estado apoyando a Saddam Hussein, Rusia tuvo que asumir la pérdida de una deuda que este había contraído por US$13.000 millones.
También la petrolera rusa Rosneft tiene múltiples acuerdos en Venezuela, el país con las mayores reservas registradas de petróleo del mundo y también rico en gas.
Algunos analistas consideran que, más allá de la asesoría técnica y las labores de mantenimiento de los sistema de defensa, la presencia de personal de Rostec en Venezuela forma parte de una estrategia aplicada por el Kremlin para proteger a Maduro, pues serviría como un elemento disuasorio para cualquier intento de uso de la fuerza por parte de Washington en Venezuela.
Al mismo tiempo le garantiza a Moscú un lugar en cualquier mesa de negociación en la que se busque una solución a la crisis en el país sudamericano.
Al ser consultado sobre esta posibilidad, Thomas Graham señala que Estados Unidos ha evitado desde la época de la Unión Soviética tener un enfrentamiento con Rusia para evitar una escalada y la posibilidad de un conflicto nuclear devastador.
"Por eso, Estados Unidos evita cuidadosamente operar donde pueda haber activos militares rusos", apunta.
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