La frustración del gobierno de Estados Unidos con la oposición de Venezuela quedó expuesta del modo menos esperado: con una grabación secreta al secretario de Estado, Mike Pompeo, que filtraron medios locales.
Pompeo sostuvo en un encuentro privado que EE.UU. tiene dificultades para mantener unidos a los rivales del presidente venezolano Nicolás Maduro, que suelen tener intereses opuestos entre sí.
“En el momento en que Maduro se vaya, todos levantarán sus manos y (dirán): ‘Elíjanme, soy el próximo presidente de Venezuela’. Serían más de cuarenta personas las que creen que son el sucesor legítimo de Maduro”, dijo Pompeo según el diario The Washington Post, que obtuvo la grabación.
El creciente descontento de EE.UU. con la oposición venezolana ya era un secreto a voces en Washington. Pero ahora es más evidente que nunca.
Sin embargo, algunos creen que detrás de esta frustración del gobierno de Donald Trump hay equivocaciones en su propia estrategia hacia Venezuela.
“Es injusto que Pompeo lance este tipo de críticas a la oposición (venezolana) cuando los mayores errores los cometieron los encargados de formular la política de EE.UU.”, dice Roger Noriega, que fue subsecretario de Estado para América Latina durante el gobierno de George W. Bush, a BBC Mundo.
“Diabólicamente difícil”
EE.UU. fue el primero de más de 50 países en reconocer como presidente interino de Venezuela al líder opositor, Juan Guaidó, que se proclamó como tal en enero.
Desde entonces, el gobierno de Trump ha respaldado a Guaidó y su “gobierno de transición”, urgiendo a la comunidad internacional a respaldarlo.
Pero los dichos de Pompeo durante una reunión que tuvo la semana pasada con líderes judíos en Nueva York muestran un panorama diferente sobre la política venezolana.
“Nuestro problema, que es mantener a la oposición unida, ha resultado diabólicamente difícil”, dijo el secretario de Estado.
Pompeo señaló que los esfuerzos del gobierno de Trump para unir a la oposición venezolana datan de cuando él asumió como director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés) en enero de 2017.
“Tratábamos de apoyar a varios religiosos, instituciones para que la oposición se uniera”, sostuvo.
“Hemos estado trabajando, y nos llevó tanto tiempo llegar a donde estamos hoy, donde tienes un líder —por muy tenue que sea— que podría haber sido arrestado mientras estamos sentados en esta sala, que ha logrado juntar apresuradamente la oposición”, dijo Pompeo.
Apuntó que los intereses en conflicto de los enemigos y rivales de Maduro impidieron su derrocamiento en el fallido levantamiento opositor del 30 de abril.
“(Maduro) No confía nada en los venezolanos. No lo culpo. No debería. Todos estaban conspirando contra él. Lamentablemente, todos estaban conspirando para sí mismos”, indicó Pompeo.
Aunque dijo confiar en que Maduro se verá obligado a abandonar el poder, aclaró que desconoce cuándo ocurrirá esa partida que calificó como “necesaria pero completamente insuficiente” para lograr un cambio en Venezuela.
Pompeo dijo que confiaba en que Maduro finalmente se vea obligado a retirarse, pero “no podría decirte el momento”.
En sectores de la administración Trump empieza a cundir la impaciencia porque sus esfuerzos no están generando de momento el cambio de gobierno deseado por Washington.
“Posición irresponsable”
La oposición venezolana ha evitado por ahora responder en público los comentarios de Pompeo, que de hecho suponen un revés de su principal aliado.
“Las palabras de Pompeo nos dolieron porque parece que la culpa de que Maduro haya resistido es nuestra falta de unidad, y eso no es cierto”, dijo al corresponsal de BBC Mundo en Venezuela, Guillermo Olmo, un diputado opositor venezolano que no quiso ser identificado.
“Nos preocupa que, visto que Maduro resiste, se busque una solución con los militares y se nos deje a nosotros fuera”, señala el diputado.
Desde que en enero Guaidó se proclamara presidente, los líderes opositores han mostrado públicamente su apoyo a la estrategia que lidera el joven político.
Sin embargo, hay recelos por el papel de Leopoldo López, mentor de Guaidó y protagonista en el intento de levantamiento del 30 de abril.
Ese día fue liberado por miembros del servicio de inteligencia (Sebin) del arresto domiciliario en el que llevaba varios años tras haber sido condenado en 2014.
“Lo del 30 de abril fue algo que Leopoldo López hizo por su cuenta y riesgo, sin comunicarlo, y ahora ha hecho que el problema de unidad sea real”, afirmó la fuente de la oposición.
“Estamos unidos en torno a Guaidó. El suyo es el liderazgo del momento, pero Leopoldo sigue tratando de influir y eso está poniendo las cosas más difíciles”, agregó.
Esfuerzo internacional
Maduro se ha mantenido en el poder con el respaldo de las fuerzas armadasvenezolanas y de países aliados como Rusia, China y Cuba.
Los dichos de Pompeo se conocieron mientras surgen intentos de lograr un acuerdo internacional sobre la crisis de Venezuela.
Países de América y Europa que respaldan a la Asamblea Nacional (Parlamento) liderada por Guaidó acordaron el lunes en la sede de las Naciones Unidas iniciar gestiones con Rusia, China y Cuba en procura de una solución.
Sin embargo, estos esfuerzos aún están verdes y hay importantes diferencias que sortear para lograr un acercamiento.
Noriega cree que la diplomacia de EE.UU. cometió errores al dejar en evidencia que evitaría uso de la fuerza en Venezuela o al permitir que agentes del gobierno de Maduro intermediaran en el levantamiento opositor del 30 de abril.
Desde el American Enterprise Institute (AEI, por sus siglas en inglés), un centro de análisis en Washington, Noriega también cree que los intentos de diálogo entre el gobierno de Maduro y la oposición surgieron debido a la “falta de compromiso” e “ideas” de Washington.
“Tengo entendido que dentro del gobierno (de Trump) están dispuestos a aceptar casi cualquier acuerdo, siempre que incluya la salida del poder de Maduro, así pueden cantar victoria. Pero esto dejaría atrás un lío más grande, y es una posición irresponsable adoptada por el Departamento de Estado”, critica Noriega.
Christopher Sabatini, profesor de asuntos internacionales en la Universidad de Columbia, en Nueva York, cree que las palabras de Pompeo expresan “cierta frustración con el fracaso de su propia política” al haber apostado a una solución rápida en Venezuela.
“La oposición ha logrado algo muy importante que debe ser reconocido y la falta de éxito de su plan no tiene nada que ver con las divisiones”, dice Sabatini a BBC Mundo.
“Por lo menos a nivel público tienen algo que no tenían antes: un líder de consenso”.
(BBC)
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