Este lunes el papa Francisco I visitará por sexta vez Latinoamérica
aunque evitará en primera instancia ir a su país, Argentina lo que ha
causado varias interrogantes en esa nación.
“En todos los viajes corre el riesgo de ser manipulado. Pero en
Argentina el riesgo es más elevado”, sostiene a la AFP el historiador
italiano Gianni La Bella, de la Comunidad de San Egidio, mejor
conocida como el brazo diplomático del Vaticano en más de 60 países.
El primer papa latinoamericano de la historia, en casi cinco años de
pontificado ha visitado buena parte de los países que rodean su natal
Argentina, comenzando por Brasil, Paraguay, Bolivia y pasando por
Ecuador y Colombia.
Desde todos, a excepción de Uruguay, que tampoco ha visitado, ha hecho
llamados a la reconciliación, a la paz, al diálogo, ha ofrecido sus
buenos oficios y propiciado acuerdos.
Sin embargo, muchos observadores, tanto en el Vaticano como en
Argentina, consideran que sus mensajes tienen un peso distinto en su
país, donde suelen ser interpretados como intervenciones políticas y
verdaderos flechazos contra las medidas neoliberales del presidente
Mauricio Macri, como la controvertida reciente ley de pensiones.
“Creo que Francisco teme que la fuerte polarización que vive Argentina
le va a impedir desarrollar su función pastoral”, asegura La Bella,
que acompañó a Francisco en su delicado recorrido en septiembre por
Colombia, país devastado por más de cincuenta años de conflicto
armado.
Gustavo Vera, uno de los activistas sociales más allegados a Jorge
Mario Bergoglio antes de que fuera elegido papa, defiende que éste
“siempre fue un abanderado de la cultura del encuentro, de la cultura
del diálogo, la cultura de buscar los puntos en común para poder
trabajar a largo plazo en beneficio de la comunidad”.
“Creo que todavía la Argentina no ha madurado a una situación de
concertación, de diálogo, de generar políticas de Estado de verdad”,
agrega desde Buenos Aires.
¿Francisco, une o divide a los argentinos?
La exclusión en sus giras papales de Argentina, el país donde pasó
casi toda su vida religiosa, parece ser una decisión muy personal.
“Trata de no ser un factor que genere división, oportunismo,
sectarismo. Creo que lo está dejando para el final. Creo que Francisco
va a venir a su querido país, a su querida patria, cuando sienta que
es un factor que une, un factor que genera condiciones de diálogo,
condiciones de concertación”, asegura Vera.
La vaticanista italiana Franca Giansoldati enumeró recientemente las
varias posibles razones por las que Francisco no se decide a visitar
su tierra, donde probablemente sería recibido por verdaderas
multitudes, como ha ocurrido en toda Sudamérica y como ocurrió a Juan
Pablo II en la otrora Polonia comunista.
“Para evitar el riesgo de ser usado por el gobierno actual con el que
no comparte su política social, para evitar privilegiar su patria con
respecto a otras naciones, porque como papa quiere asumir un papel
universal, para evitar la nostalgia y el deseo de regresar a los
lugares amados y queridos”, resumió.
En por lo menos cinco ocasiones oficiales, los obispos argentinos han
invitado a Francisco a visitar su tierra.
Pese a ello, Argentina de nuevo no ha sido incluida en su agenda para
el 2018, según adelantó el portavoz del Vaticano.
“El mundo es más grande que Argentina y hay que dividirse. Dejo en
manos del Señor que Él me indique la fecha”, explicó hace un año el
papa latinoamericano.
El hecho de que Francisco descarte tan tajantemente visitar Argentina
genera ríos de especulaciones, divide a la gente y alimenta el tironeo
mediático.
“Seguramente tendrá sus motivos o conocerá muy bien la situación del
país para no venir. Creo que es una especie de castigo para el
gobierno de Macri, que se lo merece”, reconoció Julián, un jubilado
argentino de 65 años.
Más critico resulta Alejo: “A pesar de que no estoy de acuerdo con las
políticas que tiene el gobierno actual, debería de venir, ya que es un
jefe de Estado“, sostiene tajante este joven estudiante de 23 años
argentino.
Con información de AFP
No hay comentarios.:
Publicar un comentario