sábado, 13 de enero de 2018
Jesús Soto el Venezolano padre del Cinetismo, murió el 14 de Enero de 2005
El 5 de junio de 1923 nació en Ciudad Bolívar, capital del estado
Bolívar, el pintor y escultor Jesús Rafael Soto, una de las figuras
más destacadas del arte cinético mundial y figura de referencia para
las nuevas generaciones de artistas venezolanos.
Hijo de Luis Rafael García Parra y Emma Soto, el maestro guayanés
comenzó su experiencia artística como cartelista en tres cines de
Ciudad Bolívar.
En 1942 es becado por el Gobierno de Bolívar y enviado a la Escuela de
Bellas Artes y Artes Aplicadas de Caracas, donde conoce a artistas de
alta talla como Alejandro Otero y Carlos Cruz Diez.
En 1947 es nombrado director de la Escuela de Bellas Artes de
Maracaibo, cargo que ejerce hasta 1950, cuando parte a París y se une
a un grupo de artistas venezolanos que conformaban la revista “Los
Disidentes”, como Alejandro Otero, Mateo Manaure, Pascual Navarro,
Luis Guevara Moreno, Perán Erminy, Rubén Núñez, Aimée Battistini y
otros, quienes se oponían al arte figurativo que prevalecía en
Venezuela y promovían el abstraccionismo geométrico.
Es precisamente Aimée Battistini, oriunda de Ciudad Bolívar, quien lo
introduce en el tema del abstraccionismo, lo que marcaría su carrera y
su creación.
Soto se hizo famoso por obras en las que objetos lineales se
superponen en distintos ángulos y dimensiones, dando la ilusión al
expectador de que están en movimiento, aunque realmente cada elemento
está fijo.
También aplicó la técnica de la repetición de líneas y figuras para
crear efectos visuales que incluían mezcla de colores y movimientos,
según el ángulo en que se observara la obra.
En 1960 obtiene el Premio Nacional de Artes Plásticas de Venezuela y
en 1963 se consagra definitivamente como artista de renombre
internacional al inaugurarse una gran exposición retrospectiva de Soto
en el Museo de Arte Moderno de París.
Comienza así un período de 20 años en los que presentó sus obras en
los museos más importantes y bienales de Estados Unidos, Francia,
Italia, Brasil y Venezuela.
Entre sus obras más reconocidas destacan los “penetrables”, especies
de jaulas de gran tamaño de cuyo “techo” cuelgan cientos de tubos de
metal que hacen sonidos de campanas cuando el espectador camina a
través de ellas. Algunas de estas obras también están hechas con
mangueras de goma de distinto color y grosor y se pueden apreciar en
el Museo de Arte Jesús Soto, de Ciudad Bolívar, y en exposiciones
itinerantes que se ejecutan durante todo el año en diversos museos del
país.
Sus obras están presentes en espacios públicos como la estación
Chacaíto del Metro de Caracas y el Complejo Teresa Carreño. En la
autopista Francisco Fajardo de Caracas también se encuentra “La Esfera
Soto”. Sus aportes a las artes fueron numerosas, pero lo más
destacable es el arte cinético, que inicia y desarrolla a finales de
los años 50.
Seis de las obras más emblemáticas del maestro Jesús Soto en los años
sesenta y noventa en adelante son: "Cinco Grandes Varillas" (1964),
"Cubo Ambiguo" (1968), "Japón" (1991), "Relation 1" (1993),
"Escrituras" (1965) y "Horizontes Grises" (1966).
A pesar de su fama mundial, Soto siempre defendió su posición de dar
oportunidad a los artistas venezolanos y manifestó preocupación por
rescatar y apoyar la creación artística en su natal Ciudad Bolívar.
Es así como en 1973 la Corporación Venezolana de Guayana (CVG)
construyó en Ciudad Bolívar el Museo de Arte Contemporáneo Jesu? Soto,
donde desde entonces se exponen tanto sus obras como las de otros
maestros internacionales y especialmente, de artistas del estado
Bolívar y otras zonas de Venezuela.
En el 2005, Jesús Soto murió en su casa de París, el 14 de enero.Los
restos del maestro fueron sepultados en el Cementerio Montparnasse de
la ciudad de París.
Con su muerte Venezuela pierde a una de las grandes figuras del arte.
Dejó de existir el artista más importante del siglo XX. Su obra es de
enorme trascendencia y esperamos que sirva de ejemplo a las nuevas
generaciones. Parte del extenso legado artístico de Jesús Rafael Soto
queda en instituciones venezolanas como la Galería de Arte Nacional,
el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber, el Museo de
Bellas Artes y el Museo de Arte Moderno Jesús Soto, entre otros, ello
demuestra que “la obra de Soto queda en Venezuela para siempre
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