emocionado un joven a uno de los que esperaban en la entrada de la
Anna Julia Rojas de la Unearte. Todos rieron, aunque los nervios
estaban a flor de piel de quienes iban a subir a la tarima de esa sala
oscura. Y no es para menos: allí, estaría cada uno bajo los
reflectores, una cámara, micrófonos y frente a un equipo de
realizadores de la Villa del Cine, bajo la batuta del maestro Román
Chalbaud.
Menos de un minuto bastaba para mostrar no sólo el parecido físico
sino las cualidades actorales de quienes venían a la audición. ¿Qué
buscan los cineastas? A alguien con semejanza o rasgos parecidos al
presidenteHugo Chávez Frías. ¡Nada fácil!
El parlamento se lo tenían que caletrear y actuar bien. El que quiera
obtener el papel debe verse natural. Unos saben qué decir, otros nada.
La improvisación sería su fuerte.
“Sólo tienes que decir las palabras que dijo el 4 de febrero de 1992”,
le dijo Jorge Canelón, jefe de casting de la película Chávez, de
arañero a comandante, a uno de los que iba a audicionar. “¡Ah, claro,
ya sé. Cuando dijo ‘por ahora’. ¡Yo tengo ese discurso en un librito
que tengo en el bolso!”, le responde uno de los que iba a audicionar.
“No hay tiempo de estudiar justo ahora, ¡debes entrar ya!”.
¡Que pase el siguiente!
“Varias veces me han dicho que tengo cierto aire a Chávez y eso me
animó a venir. Si te lo dice una sola persona podrías ponerlo en duda,
pero que te lo digan varios, bueno, es porque es así ¿o no?”, confesó
Marcos Lovera, de 31 años, entre risas.
La actuación de Marcos no es su fuerte sino la ingeniería ferroviaria.
Nunca había tenido esa experiencia de estar frente a las cámaras. De
hecho, los nervios le acechan antes de ponerse al frente de esos
monstruos del cine. Le toca el turno. Entra. En menos de un minuto ya
estaba afuera.
“Hablé de la importancia y la influencia de Bolívar en el pueblo como
si fuera un discurso de Chávez. Traté de modular su voz. Fue un poco
complicado pero lo hice”.
Menos angustia tiene Carlos Del Castillo, de 49 años de edad. Claro,
él es actor, director y docente teatral. Ya sabe cómo se maneja el
tema, pero no es tan parecido al presidente, aunque eso no es
impedimento: tiene las ganas y las herramientas para poder ser un
protagonista de película.
“Una amiga, Maigualida, me dijo: ‘¿por qué no vas a la audición?’. En
realidad ella ha sido la única que me ha dicho que me parezco a
Chávez, pero si existe la posibilidad de hacer un personaje tan
importante que ha trascendido las fronteras de Venezuela, pues ¿por
qué no hacerlo? Es un reto para mí. De hecho, antes había grabado un
video con el discurso del ‘por ahora’, pero me fue imposible mandarlo
por correo electrónico, como lo pidieron antes en la Villa del Cine.
Pensé: “¡me fregué!”. Ahora se dio esta oportunidad”, confesó Carlos.
“Okey, bueno, que pase el siguiente”, señala Chalbaud a menos de un
minuto de la actuación de otro de los que optaban por el papel.
Le toca el turno a Alí Bazán, de 48 años. Él hace de todo en la vida:
es taxista, comerciante, almacenista y ahora es jefe de taller del
Ministerio de Cultura. Hace poco más de dos meses había acudido al
primer casting y apenas vio la noticia de que se haría otra audición,
volvió sin pensarlo dos veces. Es el que más se parece a Chávez.
“Lo primero que me pregunta la gente es si soy hermano o familia del
Comandante y mi respuesta siempre es: ‘ojalá’. Soy de izquierda,
revolucionario y tener un parecido a él es un orgullo. No me he puesto
a modular la voz pero estoy seguro de que quedaré en el papel. Si no
llegara a hacerlo, que me den cualquier personaje”, dice Alí.
Mientras, en una esquina del lobby de la sala, otro chico de la Villa
del Cine comenta: “si no llega a ser Chávez, podría ser Adán ¿no
crees?”. “Sí. podría ser”, responde otro.
La trilogía
“Esta primera película es desde cuando es niño hasta que es
Presidente. Casi más de la mitad de la película pasa en Barinas. El
sábado nos vamos para allá a ver las locaciones. Eran dos guiones,
pero el guionista Luis Britto García habló con Adán Chávez y nos pidió
que sean tres películas. El material es enorme y alcanza para hacer
las tres, de hora y media cada una”, cuenta Chalbaud.
No tuvieron problema de conseguir al Chávez niño. “Tenemos de todas
las edades: al bebé, de 2 años, de 5 años y de 9 años. Estamos
buscando al de 19 a 25 años y al adulto, que no han aparecido
todavía”.
Y es que Chávez es un personaje muy complejo, de mucha fuerza e
inspiración. Por eso Chalbaud es muy acucioso y exigente.
Pero no sólo eso. Canelón, manifiesta que también buscan al que haga
el papel de Adán y el de Carlos Andrés Pérez. Otro reto más.
El correo electrónico chavezfilm@gmail.com es para que quienes quieran
optar al personaje principal manden sus videos. La búsqueda continúa.

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