El 21 diciembre, día del Espíritu de la Navidad, se celebra en algunos países árticos de Europa desde antes de que se festejara el nacimiento de Jesús. Ellos celebraban en esta época el que volviera a renacer la naturaleza después que pasara el invierno.
Generalmente se reconoce el 21 de diciembre como el día del Solsticio de Invierno, el cual corresponde al instante en que la posición del Sol en el cielo se encuentra a la mayor distancia del ecuador terrestre y es la fecha en que convencionalmente comienza el invierno en la mayoría de los países del Mundo.
Generalmente se reconoce el 21 de diciembre como el día del Solsticio de Invierno, el cual corresponde al instante en que la posición del Sol en el cielo se encuentra a la mayor distancia del ecuador terrestre y es la fecha en que convencionalmente comienza el invierno en la mayoría de los países del Mundo.
Basado en el Solsticio de Invierno, se ha celebrado por distintas culturas el renacimiento del año en lo que se refiere a la vida-muerte-renacimiento de las deidades o nuevos comienzos, como en la fiesta escocesa de Hogmanay, una tradición de Año Nuevo de limpieza.
El 21 de diciembre se acepta como el día más oscuro del año por la posición del Sol, en especial las poblaciones en las cercanías de las regiones polares del hemisferio.
Solo mencionar la Navidad trasforma nuestra forma de ser, de pensar y actuar. Sin embargo, objetivamente y de manera general no se han producido cambios que lo ameriten porque la mayoría seguimos teniendo los mismos problemas individuales, idénticas dudas, semejantes trabajos e igual responsabilidad.
No obstante, en la Navidad todo es distinto, hay una tregua. La palabra Navidad nos trasmite un torrente de emociones y recuerdos vividos en nuestra niñez, que luego repetimos con nuestros hijos.
FELIZ NAVIDAD!!!
Venezuela, es fundamentalmente católica, con los tradicionales nacimientos, aguinaldos, gaitas, hallacas, dulce de lechosa y pan de jamón, aunque cada región le da su toque característico.
Algunas familias acostumbraban celebrar el 6 de diciembre el día del San Nicolás de Trapo y se elaboraban muñequitos de trapo y se obsequiaban como regalo. La famlia cantaba canciones de navidad y los más pequeños prendían luces de bengala.
También, es extraordinario ver cómo las distintas familias tienen sus propias costumbres, incorporando miles de familias venezolanas el celebrar el 21 de diciembre como día del Espíritu de la Navidad.
Quienes celebran el 21 de Diciembre día del Espíritu de la Navidad, lo hacen porque representa el fin del año que concluye, y el nacimiento del año venidero. La ocasión es porque es el solsticio de invierno con la noche más larga del año que da paso a la siguiente estación, y donde según la creencia celta, con la fuerza de la Tierra y el Cosmos se da comienzo a una potencia generadora de vida.
Ese día la familia se reúne alrededor de una torta de navidad, donde cada uno de los presentes relata sus logros del año que concluye. Luego, se enciende una velita mientras se hacen promesas para que en el año venidero se cumplan todos los objetivos de vida, trazados para ese periodo.
Cada quien escribe estas promesas y objetivos en dos papeles, y uno de ellos es quemado con la velita, simbolizando que en el humo que se desprende va el mensaje a los confines del Cosmos a una Conciencia Universal.
En un algún momento, los participantes expresan su agradecimiento por todo lo recibido en el año anterior, así como sus sentimientos, emociones y deseos para el universo, el mundo, cónyuges, hermanos, padres, familiares y amigos.
De manera simbólica durante un minuto se guarda silencio mientras baja el Espíritu de la Navidad, el cual todos reciben con entusiasmo y alegría, y aceptando así la Bendición de la Divina Providencia para seguir el camino durante el año venidero. Todo se lleva a cabo en un ambiente con aroma a mandarina, porque según la creencia, es el olor que más agrada al esperado visitante.
Espíritu de Navidad el 21 de diciembre
No es solamente entre los pueblos nórdicos de Europa donde se celebra el 21 de diciembre.
A finales de siglo VII, en Japón, se celebraron fiestas para festejar el resurgimiento de Amaterasu o Amateras, la diosa del sol de la mitología japonesa, desde su reclusión en una cueva. Engañada por los otros dioses con una fuerte celebración, ella busca a ojeadas y encuentra la imagen de sí misma en un espejo y es convencida por los otros dioses para volver, con lo que la luz solar regresa de vuelta al universo. Aspectos de esta tradición han continuado hasta el día de hoy en el Año Nuevo.
En las antiguas tradiciones de los Kalash, pueblo de Pakistán, durante el solsticio de invierno, un semidiós vuelve a reunir y ofrecer oraciones a Dezao, el ser supremo.
El nacimiento de Jesús de Nazareth se celebra el 25 de diciembre, que era el solsticio de invierno cuando se creó el calendario juliano. En los últimos cien años, varias iglesias cristianas han reconocido que en esta fiesta se conjugan elementos folclóricos de diversas culturas, y permiten que gran parte del folclore y las fiestas paganas locales se conjuguen dentro de la festividad. Hasta la actualidad, en este día se celebran antiguos festivales como Koleda (Коледа) y Karácsony en muchas partes de Europa, que no están relacionados con la Natividad cristiana.
El Festival del Solsticio de Invierno es uno de los más importantes festivales celebrados en China y por otros asiáticos orientales durante el plazo del dongzhi solar o alrededor del 21 de diciembre, cuando el sol es más débil y la luz del día más corta, es decir, el primer día de la dongzhi solar. Los orígenes de este festival se remonta al yin y el yang, la filosofía del equilibrio y la armonía en el cosmos. Después de esta celebración, habrá días con más horas de luz natural y, por tanto, un aumento de la energía positiva que fluye.
Goru es la ceremonia del solsticio de invierno (en diciembre) del país dogon, en Malí. Es el último ritual de la cosecha y celebra la llegada a la humanidad, del dios del cielo, Amma, a través de Nommo dentro de la Aduno koro o el Arca del Mundo.
La víspera de Año Nuevo celebración de Escocia se llama Hogmanay. El nombre se deriva del antiguo nombre escocés para los regalos de Navidad de la Edad Media. Las primeras celebraciones de Hogmanay fueron llevados a Escocia por los invasores y ocupantes nórdicos que celebraban un nuevo año solsticial. En 1600, con la aplicación escocesa del 1 de enero como Año Nuevo y la persistente represión de la iglesia en las celebraciones del solsticio, las tradiciones navideñas se trasladaron al 31 de diciembre.
En las antiguas culturas eslavas, el festival de Kaleda comenzaba en el Solsticio de Invierno y se prolongaba durante diez días. En Rusia, este festival fue más tarde aplicado a la víspera de Navidad, pero la mayoría de las prácticas se perdieron después de la Revolución soviética. Cada familia hacia una fogata en su hogar e invitaba a sus dioses del hogar a participar en las festividades. Los niños se disfrazan en las tardes y al comenzar las noches como Koledari, visitando casas, cantando deseos de buena suerte, al igual que Shchedryk, a los anfitriones. Como recompensa, se les entrega pocos regalos en una tradición llamada Kolyadovanie, al igual que la antigua Tradición wassailing o mummers.
La Noche de Lucía o Noche de Lussi (por antonomasia Lussi natta (‘noche de Lussi’ en idioma sueco) ocurre en lo que se suponía que iba a ser la noche más larga del año. Se creía en el folclore de Suecia que si la gente, en particular los niños, no llevaban a cabo sus tareas la Lussi vendría a castigarlos. La fiesta fue posteriormente consignada por la Iglesia Católica en el siglo XVI como Día de Santa Lucía.
Meán Geimhridh (gaélico tr: pleno invierno) o Grianstad un Gheimhridh (gaélico: solsticio de invierno) es un nombre a veces utilizado para rituales hipotéticos de pleno invierno o celebraciones de las tribus celtas, y druidas.
La noche de invierno (kurdo: Seva Zistanê) es una fiesta no oficial celebrada por las comunidades de todo el Kurdistán en la región de Oriente Medio. Esta noche es considerada una de las más antiguas fiestas aún observada por los modernos kurdos como fiesta y se celebraba por las antiguas tribus de la región como un día santo. El día festivo cae cada año en el solsticio de invierno. Ya que la noche es el más larga del año, las antiguas tribus creían que era la noche en que había una victoria de la luz sobre las tinieblas y significaba el renacimiento del sol. El sol desempeña un papel importante en varias religiones antiguas que aún se practica por algunos kurdos, además de su importancia en el zoroastrismo.
En los tiempos modernos, las comunidades en el Kurdistán aún observan la noche como un día feriado. Muchas familias preparan grandes fiestas para sus comunidades y los niños juegan y se les da dulces.
Un festival del nacimiento del Sol Inconquistado (o dies natalis Invicti Solis) era celebrado por el Imperio Romano. En este aspecto, el primer día después de los seis días del estancamiento solar (aparente) del solsticio de invierno, la duración de la primera luz del día comienza a aumentar, como el sol, una vez más, y la salida del sol inicia su movimiento hacia el Norte, lo que era interpretada como el "renacimiento" del sol. El mitraísmo, religión mistérica expandida con los legionarios romanos por todo el Mundo, vino a extender este culto.
Soyalangwul es la ceremonia del solsticio de invierno de Zuñi y la Hopitu Shinumu, (Los pacíficos), también conocido como indios hopi. Los hopis pertenecen al grupo de antiguos habitantes de la meseta central de los Estados Unidos. Celebran el 21 de diciembre, el día más corto del año. El objetivo principal de la ceremonia ritual es para que el sol vuelva de su largo letargo invernal.
Originalmente el nombre Giuli significaba 60 días a partir de la marea lunar de la tarde en pleno invierno escandinavo nórdicos y germanos. La llegada de Juletid por lo tanto, llegó a referirse a las celebraciones de pleno invierno. A fines de época vikinga, las celebraciones de Navidad llegaron a ser un gran festival que en que el Solsticio de Invierno fue amalgamado con las tradiciones de las diversas celebraciones de pleno invierno en toda Europa, como Mitwinternacht, Modrasnach, Midvinterblot, y la celebración del Solsticio. En el año 960, el rey Haakon I de Noruega, firmó en julio la ley para que se celebrara en la noche del 25 de diciembre, para ajustarla con la celebración cristiana.
En las sectas germánicas neopaganas, Yule se celebra con reuniones que a menudo incluyen una comida y regalos.Estas tradiciones nunca han muerto: Solo se han reemplazado por los elementos cristianos de la celebración sustituyendo el evento en el solsticio.
Adaptando las celebraciones egipcias a Osiris, Babilonia celebró la renovación anual o celebración del año nuevo con el Festival Zagmuk. Duraba 12 días superponiéndose al solsticio de invierno o equinoccio vernal en el centro de su pico.
En Letonia, Ziemassvētki, en el sentido de fiesta de invierno, se celebraba el 21 de diciembre como una de las dos fiestas más importantes, la otra era Jani. Ziemassvētki celebraba el nacimiento de Dievs, el mayor dios de la mitología letona. Esta celebración más tarde fue adaptada por los cristianos en la Edad Media. Ahora se celebra los días 24, 25 y 26 de diciembre. Lituanos de la religión Romuva siguen celebrando una variante de la celebración original politeísta.
En América con el advenimiento de la Nueva Era estas tradiciones y culturas han comenzado a rescatarse y millones de personas celebran en el presente el 21 de diciembre como el día del Espíritu de la Navidad con diferentes rituales.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario