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Este miércoles, 26 de diciembre, se celebra el día de San Esteban, diácono de la Iglesia primitiva de Jerusalén y protomártir, patrono de Roma y protector de los caballos, albañiles, carpinteros, tejedores, sastres, ayuda contra la obsesión, los cálculos, los dolores de cabeza y a los moribundos.
La festividad de San Esteban se festeja después de la Navidad en la Iglesia latina, en las slavo-bizantinas y en toda Europa, Irlanda, Republica Checa, España y en los países anglosajones.
De acuerdo con las escrituras bíblicas, San Esteban es descrito en los Hechos de los Apóstoles, donde se relata las protestas de las viudas helenistas.
Estas mujeres expresaban que se les daban más ayuda a los de Israel, mientras tanto los apóstoles continuaban su labor de servir, fueron escogidos por voto popular, entre los elegidos estaban Esteban y Nicanor. De procedencia judía, fue escogido para distribuir de forma equitativa los recursos entre las viudas de esa población.
Su ministerio como clérigo se practicó entre los helenistas, fue defensor de Jesús provocando descontento en los judíos, por ese motivo fue llevado al Tribunal Supremo de la Nación, el Sanedrín, acusado por testigos falsos, quiénes afirmaron que Esteban decía que Jesucristo destruiría la iglesia y acabaría con las leyes de Moisés.
El santo se mantuvo firme en su creencia pronunciando un discurso rememorando al pueblo de Israel, dónde invitó a los hebreos a rectificar sus ideologías religiosas. Éstos, llenos de ira lo arrastraron a las afuera de la ciudad y lo castigaron lanzándole piedras.
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