martes, 11 de diciembre de 2018

HACE 90 AÑOS NACIO RENNY OTTOLINA EL NUMERO UNO DE LA TELEVISION VENEZOLANA


* Renny nació en Valencia (Edo. Carabobo) el 11 de diciembre de 1928. Murió en Caracas 16 de marzo de 1978.
Su nombre Reinaldo José Ottolina Pinto. Narrador, animador de programas de televisión y radio, publicista, corredor de autos de carrera y político. Fue el primer productor independiente que tuvo nuestro país. Hijo de un emigrante italiano, llamado Francisco Ottolina y Ana Mercedes Pinto, quien murió siendo él muy pequeño. La mayor parte de su infancia transcurrió en Caracas junto a su padre y su abuela, estudió en varias instituciones incluyendo el Colegio La Salle (donde recibió clases de Guillermo Morón), el Colegio Sagrado Corazón de Jesús (donde fue compañero de Carlos Rangel) y finalmente el Liceo San José de Los Teques.
El 25 de agosto de 1953 contrajo matrimonio con Renée Lozada con quien tuvo tres hijas, Rhona Ottolina, Ryna Ottolina, Rena Ottolina. Un hijo varón, Ronny, que murió poco después de nacer. Ottolina se divorció de Lozada en 1971.
Vida Profesional
Se inició en la radiodifusión en 1945 en Radio Caracas Radio; luego trabajó para Radio Continente y Radiodifusora Venezuela. Paralelamente a su labor en la radio, comienza además como narrador en el noticiero que la empresa cinematográfica venezolana Bolívar Films, producía para el público de Colombia. Sale en 1946 de la Radiodifusora Venezuela y pasa a Radio Cultura, a producir el espacio Noches especiales de Orange Crush. En 1949 decide cambiar su nombre al de “Renny”.
En 1952, es el locutor que inicia la era de la televisión en Venezuela, al participar como presentador del programa inaugural de la hoy extinta Televisora Nacional. En 1954, se convirtió en uno de los pioneros de la televisión venezolana en Televisa, primera estación de televisión comercial del país. Al año siguiente ingresó en Radio Caracas Televisión (RCTV), donde animó un programa diario.
En la década de los años sesenta, Renny inicia el popular programa vespertino llamado “El Show de Renny”, en el cual además de mostrarnos sus innatas cualidades como animador y entrevistador, la principal atracción del público era ver cómo promocionaba los productos que patrocinaban el espacio: bebidas achocolatadas, refrescos y productos de belleza eran también las estrellas del show. La gracia y la rapidez con que recomendaba los productos llevó a la popularidad inmediata a éstos.
Viaja en 1958 y 1959 a Francia y participa junto con Lino Fayen y el Pelón Capriles en las 24 horas de Le Mans, bajo su propia escudería, manejando un Mercedes Benz en donde termina ambas carreras.
El “Show de Renny” se transformó en 1965 en “Renny presenta”, programa musical estelar emitido los días domingos y fue el primer programa local exportado a otros países, ahí presentó a diversos artistas extranjeros. En 1959 Ottolina viajó a los Estados Unidos y estudió producción. También trabajó en radio y televisión antes de volver a Venezuela y ayudar a fundar CVTV (Cadena Venezolana de Televisión) futura Venezolana de Televisión.
En 1967 realiza un Programa Especial de navidad titulado “El Angelito más pequeño”, adaptación del propio Renny Ottolina del cuento homónimo del escritor Charles Tazewell y actuado por su hija menor Rena Ottolina Lozada, recordado como uno de los programas de televisión más importantes de la década del 60 en Venezuela. Sin embargo, pese a los éxitos y popularidad del animador y productor la empresa RCTV decidió rescindir su contrato a principios de los años 70. Durante la siguiente década Renny produjo de manera independiente varios programas que vendió a Radio Caracas Televisión, incluyendo los célebres El show de Renny y Renny presenta.
El amor a su patria lo llevó a presentar “micros” de información y concientización para enseñar a ser mejores ciudadanos. Con su último programa, “Venezuela despierta”, Renny lograba penetrar a su público emitiendo un llamado ante la corrupción administrativa y las falacias de los políticos, que desangraban al país malgastando el tesoro nacional. Fue el primero en realizar una transmisión a color en la pantalla chica, exactamente en 1971, con el Churún Merú (Salto Ángel) de fondo.
El carabobeño, hijo de un inmigrante italiano, era un innovador y perfeccionista nato. Poseedor de un carisma único, que fusionaba con una habilidad natural para dominar el escenario, convencer y una voz privilegiada. Por algo se le llamó el número 1 de la televisión.
Las condecoraciones, reconocimientos y premios nacionales e internacionales, le llovieron hasta que le picó el aguijón de la política.

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