* María Teresa del Toro y Alayza, falleciò vìctima de la fiebre amarilla, cuando tenìa apenas 8 meses de casada.
Es en este estado de ánimo cuando jura que no volverá a casarse jamás. Y esto, a pesar de sus muchos amores y amoríos, lo cumplió fielmente, como sus otros juramentos.
En 1828, analizando la influencia que la muerte de su esposa había tenido en él, Bolívar confiesa: «Si no hubiera enviudado, quizás mi vida hubiera sido otra; no sería el General Bolívar ni el Libertador, aunque convengo en que mi genio no era para ser Alcalde de San Mateo».
Al comentarle a su amigo Alejandro Dehollain sobre la muerte de su esposa, Bolívar muestra todo su dolor: «Ya tu Simón no es aquel ente dichoso que tantas veces cantaba alegre el colmo de sus felicidades con la posesión de su Teresa. Yo la he perdido; y con ella la vida de dulzura de que gozaba mi tierno pecho conmovido del Dios de amor».
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