viernes, 25 de enero de 2019

LA BIBLIOTECA NACIONAL DE VENEZUELA FUE REFUNDADA HACE 169 AÑOS

Nombre: Biblioteca Nacional de Venezuela
Año: 1833 (Primer decreto de creación de la Biblioteca Nacional), 1850,segundo decreto que pone en funcionamiento la Biblioteca Nacional. En  1981 (construcción del edificio que ocupa actualmente)
Tipo de patrimonio cultural: Tangible/Mueble/Archivo.
Organismo custodio o responsable:  Instituto Autónomo adscrito al Ministerio de la Cultura.


Historia

La propuesta de fundar una biblioteca pública en Caracas surgió años antes de la creación de la Biblioteca Nacional. En pleno nacimiento de la república, en 1811, circuló un folleto titulado Pensamiento sobre una Biblioteca Pública en Caracas, firmado por Juan Germán Roscio.
En este folleto, el abogado y político venezolano proponía la creación de una biblioteca que tendría sus puertas abiertas a todos los habitantes de la ciudad. Para su instalación y mantenimiento pedía la contribución de todos los que pudieran hacerlo con la condición de ser reconocidos como “accionistas bibliotecarios” o si donaban una cantidad de dinero mayor “patronos del establecimiento”. La situación política del momento no permitió que este proyecto se llevara a cabo.
Veinte años después Antonio Leocadio Guzmán, por entonces encargado del Ministerio de Interior y Justicia, propone reunir en una sola biblioteca todos los fondos de libros pertenecientes a los conventos y a las oficinas gubernamentales. Siguiendo esta idea en 1833 se emite el decreto de creación de la Biblioteca Nacional.
A pesar de la existencia de este decreto de creación, para 1840 no había sido formalmente fundada la biblioteca por lo que un grupo de jóvenes escritores e intelectuales se unieron para crear la sociedad “El Liceo Venezolano”. Esta asociación puso a disposición del público una colección de libros que reunió con fondos propios.
Sin embargo, la aventura de El Liceo duró poco: la asociación se disolvió en 1844, la biblioteca cerró y todos los libros (se estima que lograron reunir unos 2.000) pasaron a ser propiedad del gobierno.
En enero de 1850 el gobierno de José Tadeo Monagas derogó el decreto de 1833 y promulgó uno nuevo en el que promulga la creación de la Biblioteca Nacional. Esta estaría dirigida por el rectorado de la Universidad Central y la Dirección de Instrucción Pública y tendría su sede en el edificio del antiguo convento de San Francisco, donde también funcionaba la UCV.
Según el decreto de Monagas la colección de la Biblioteca Nacional estaría compuesta por libros provenientes de conventos extinguidos, los libros reunidos por El Liceo y otros cedidos por el gobierno. Además, se estipulaba que los autores y editores del país debían enviar un ejemplar de sus obras a la Biblioteca.
El empresario inglés Edward B. Eastwick estuvo en Caracas en 1864 y dejó testimonio de su visita en su obra Venezuela: or, sketches of life in a South American Republic.
De acuerdo a Eastwick, la Biblioteca Nacional no poseía más de diez mil volúmenes. Eastwick también visitó las instalaciones de la Biblioteca de la Universidad Central y da un estimado del tamaño de la colección de esta por separado, aunque para esta época ambas instituciones funcionaban como una sola.
Así, cuando el Adolfo Ernst estimó en 1872 que la biblioteca poseía “8.798 obras en 19.474 volúmenes” en su Catálogo de la Biblioteca de la Universidad de Caracas este número corresponde en realidad a la colección de ambas bibliotecas.
En 1892 la Biblioteca Nacional es separada la Biblioteca de la UCV. Fue trasladada a una nueva sede ubicada al norte de la Plaza Bolívar en una edificación que se encuentra al lado de lo que hoy es la Gobernación del Distrito Capital.
Permaneció ahí hasta 1910, cuando se abrió un concurso para diseñar una nueva sede para la Biblioteca, que estaría ubicada al lado de la Universidad en la esquina de San Francisco.
Este edificio sería diseñado por el arquitecto Alejandro Chataing, quien también fue el encargado de reformar el Panteón Nacional y la fachada de la Academia Militar en La Planicie así como de la construcción de Villa Zoila y el Teatro Nacional, entre otras obras.
Poco a poco la Biblioteca fue creciendo al incluir importantes fondos documentales a sus depósitos. Gracias a la variedad del material que se fue incorporando a su fondo, se fueron separando las colecciones. Así nacen las colecciones de Hemerografía, de Referencia, de Obras Planas, etc.
Gracias a las gestiones de Virginia Betancourt, la Biblioteca Nacional fue transformada en Instituto Autónomo en 1977. De acuerdo a la página oficial de la Biblioteca Nacional, es en este momento cuando se moderniza la institución y se catalogan sus fondos de acuerdo a normas internacionales.
La creciente colección de la biblioteca puso en evidencia la necesidad de construir una nueva sede que se adecuara a sus nuevos requerimientos. El portal de la Biblioteca señala que para inicios de los años ochenta la colección “se encontraba fragmentada en diversas sedes ubicadas en Las Mercedes, La Trinidad, Parque Central, San Francisco y la vieja pista de patinaje sobre hielo ‘Mucubají’, en las proximidades del Nuevo Circo”.
Es en esta época, más específicamente en 1981, cuando inicia la construcción de una nueva sede de 80 mil metros cuadrados que formaría parte del llamado “Foro Libertador”. Cuatro años después, en 1985, se terminó de construir la infraestructura pero el acondicionamiento de los espacios y la mudanza de las colecciones se hizo de gradualmente y se completó finalmente en 1998.

Descripción

La Biblioteca Nacional aún ocupa el edificio construido en los años ochenta. Este edificio, de imponentes dimensiones, forma parte del complejo Foro Libertador, que incluye el Archivo General de la Nación, el Panteón Nacional y espacios recreativos. Este conjunto fue ideado como un espacio cultural por el arquitecto Tomás José Sanabria.
La biblioteca cuenta con varias salas que albergan sus colecciones. La sala “Leoncio Martínez” alberga la colección hemerográfica nacional, que incluye periódicos y revistas de Venezuela y el mundo desde el siglo XIX hasta nuestros días. Aquí se pueden consultar obras tanto en físico como en microfilm.
La Colección Bibliográfica General, contiene libros nacionales y extranjeros editados en el siglo XX y XXI. De acuerdo a publicaciones de la Biblioteca Nacional, para 2008 se estimaba que esta colección superaba el millón de ejemplares.
La Sala de Publicaciones Oficiales contiene material proveniente de las instituciones del estado. Además, también cuenta con publicaciones oficiales de instituciones internacionales y gobiernos extranjeros.
En la Sala de Libros Raros y Manuscritos encontramos obras que por sus características particulares (ya sea su antigüedad, su historia o su formato) son consideradas obras únicas. También aquí se encuentran manuscritos que han sido adquiridos por la Biblioteca a través de los años, además de la colección personal de Pedro Manuel Arcaya donada a la nación en 1958.
El Archivo Audiovisual de la Biblioteca resguarda varias colecciones: la Colección de Sonido y Cine y la Colección de Obras Planas.
La Colección de Sonido y Cine contiene, a su vez, una Colección de Música (que incluye partituras, grabaciones, discos de acetato y vinilo además de casetes, cintas y audios en soportes digitales); el Archivo de la Palabra (que guarda testimonios orales, transmisiones de la Radio Nacional de Venezuela y discursos); la Colección Videográfica (resguarda programas de televisión, noticieros de Bolívar Films y Tiuna Films, documentales, así como películas venezolanas y extranjeras en formatos U-matic, Betamax, VHS, Betacam y DVD); y el Archivo Fílmico, resguardado en conjunto con la Fundación Cinemateca Nacional, que tiene copias y negativos originales de obras del cine venezolano.
Obras Planas – Archivo audiovisual. Foto: Mayerling Zapata López.
La Colección de Obras planas también tiene varias secciones: el Área de Cartografía, la Colección de Fotografía y el Área de Obra Gráfica.
En el Área de Cartografía se guardan mapas, planos y fotografías aéreas. Está organizada en tres sub-colecciones: la Colección Antigua (con material anterior a 1830), la Moderna (material de 1831 a 1940) y la Contemporánea (de 1941 hasta hoy).
La Colección de Fotografía incluye imágenes del siglo XIX hasta nuestros días de personajes, paisajes, sucesos y temas documentales de fotógrafos contemporáneos. También se encuentra organizada en tres sub-colecciones: Histórica (imágenes del siglo XIX a la década de 1920); Documental (imágenes provenientes de archivos de prensa e institutos gubernamentales de 1930 hasta nuestros días) y Autores Contemporáneos.
En el Área de Obra Gráfica hay más de 56.000 ejemplares organizados en varias colecciones que incluyen dibujos y estampas, carteles, estampillas, láminas, postales, tarjetas, así como papelería y logotipos creados por diseñadores venezolanos.
La Biblioteca también cuenta con una Sala de Consulta en la que están disponibles varias computadoras para revisar el catálogo digital de la Biblioteca, así como una Sala de Referencia en la que se pueden consultar enciclopedias, diccionarios y catálogos varios.
En cada sala los usuarios tienen a su disposición espacios amplios y cómodos donde realizar sus consultas.
También forman parte del complejo varias salas de usos múltiples en las que se realizan eventos varios. Otro espacio que conforma la Biblioteca es su lobby que usualmente es usado como centro de exposiciones.

Valoración

Como la biblioteca principal de Venezuela es indudable la importancia de esta institución. Sus colecciones albergan algunos de los documentos más importantes de la historia de nuestro país e incluso, en el caso de la colección de fotografía del siglo XIX, colecciones valoradas a nivel mundial: esta colección de 8.000 fotografías está incluida en el Registro de la Memoria del Mundo desde 1997, por ser “la más completa colección histórica de fotografías latinoamericanas del siglo XIX que existe en el continente americano”, de acuerdo al formulario de nominación.
Una de las adquisiciones más importantes de la Biblioteca Nacional es la llamada Biblioteca Arcaya, colección que consta de unos 147.000 volúmenes que pertenecieron al historiador, intelectual y bibliógrafo Pedro Manuel Arcaya. Esta colección fue donada en 1958 al gobierno nacional y se encuentra bajo el cuidado del servicio de Libros Raros y Manuscritos.
Como estas colecciones, hay una gran cantidad de material que fue adquirido por la Biblioteca o donado a ésta que tiene un valor incalculable.

Situación actual

En general, las instalaciones de la Biblioteca Nacional que están abiertas al público se encuentran en buen estado. Sin embargo, esta institución no es inmune a los problemas que alcanzan a otras bibliotecas, como la desactualización de sus fondos documentales (especialmente de la Colección Bibliográfica General) y de sus equipos (en especial los destinados a la lectura de microfilms en la Hemeroteca y el sistema de aires acondicionados).
El Archivo Fílmico de la Cinemateca Nacional, que está resguardado en conjunto con la Biblioteca Nacional, ha atraído especial atención en el último año gracias a los reportes del mal estado en el que se encuentran muchas de sus obras y a la conformación de una comisión cuyo trabajo sería velar por la conservación del patrimonio fílmico del país.
Ya en abril de 2016 se denunció que muchas obras del Archivo Fílmico estaban en muy mal estado de conservación y que, además, la cava que debía proteger los rollos de película más antiguos de la humedad y temperaturas extremas no funcionaba desde hace tres años
Para julio de este año, según reporte del diario El Nacional, el Ministerio de la Cultura había aprobado un presupuesto de $793.000 para esta labor. Se había realizado un estudio para determinar qué obras estaban deterioradas y así establecer cuáles requerían atención inmediata. La recuperación de estas películas se esperaba hacer en dos etapas: una en obras realizadas antes de 1960 y una segunda en obras después de esta fecha. En la primera etapa, además, se iba a dar prioridad a la conservación de las películas de Román Chalbaud, uno de los miembros de la comisión. La nota de El Nacional señalaba también que esta comisión aún se encontraba estudiando la mejor manera de llevar a cabo el plan de conservación.
Con la finalidad de preservar material físico susceptible a desgastarse, se han llevado a cabo proyectos de digitalización de varias colecciones con el apoyo de instituciones nacionales e internacionales. Asimismo, en diciembre de 2015 fue lanzada la “Biblioteca Digital de Venezuela César Rengifo” donde se puede consultar en línea material proveniente de la Biblioteca Nacional. Esta biblioteca virtual, aunque se encuentra mucho material representativo de la riqueza de las colecciones de la Biblioteca, también ha sido un espacio utilizado para publicar material relativo a temas, sucesos y personajes ligados al gobierno.



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