jueves, 6 de abril de 2017

EL GENOCIDIO DE RUANDA ALERTA PARA VENEZUELA

EL GENOCIDIO DE RUANDA
ALERTA PARA VENEZUELA
Ruanda vivió un genocidio el 6 de abril de 1994, cuando el avión que transportaba al presidente ruandés, Juvénal Habyarimana, miembro de la mayoría hutu, fue derribado por un misil. Todas las personas a bordo murieron. En pocas horas, extremistas hutus tomaron el poder y una ola de asesinatos se desató contra la minoría tutsi. En 100 días los militares y milicias Interahamwe asesinan a 800.000 tutsis y hutus opositores.
Casi 11 por ciento de la población del país fue asesinada en tan solo 100 días en 1994. El millón de víctimas que pereció pertenecía a la etnia tutsi, que desapareció en un 85 por ciento a manos de los hutus. 
La ola de violencia se desató en el país africano el 6 de abril de 1994 que, durante cinco meses, fueron asesinados entre 800 mil y un millón de tutsis (y hutus moderados), provocando, además, más de dos millones de refugiados según los datos oficiales. El 85 por ciento  de la población, los hutus, agredió, torturó y aniquiló de manera sistemática al otro 15 por ciento tutsi con un objetivo claro: exterminarlos.
Así terminó  un genocidio en el que perdieron la vida entre 500 mil y un millón de personas; o lo que es lo mismo, casi el 11 por ciento de la población y el 80 por ciento de los tutsis. Aunque realmente no se saben cifras oficiales.
Al inicio de la masacre, muchos tutsi y disidentes hutus buscaron refugio en las iglesias. Sin embargo esto facilitó la labor de la interaharnwe (patrullas de la muerte del gobierno y el ejército) que sabía dónde encontrarlos.
En un mensaje emitido el 20 de marzo de 1996, por el Papa Juan Pablo II admitió oficialmente que decenas de sacerdotes, religiosos y monjas de ambas etnias participaron activamente en el genocidio en Ruanda. “Todos los miembros de la Iglesia que pecaron durante el genocidio deben tener el coraje de hacerle frente a las consecuencias de los actos cometidos contra Dios y la humanidad”, dijo el sumo pontífice. Sin embargo añadió que "la Iglesia como tal no puede ser responsabilizada por las faltas de sus miembros, que han actuado en contra de la ley evangélica por la que serán llamados a dar cuenta de sus acciones".
 Esta guerra macabra entre hutus y tutsis fue estimulada, alentada y promovida por los medios de comunicación privados. Varios de sus propietarios y periodistas –condenados por el Tribunal Internacional de Justicia- pagan cadena perpetua por sus crímenes. Cualquier parecido con la realidad venezolana es pura  casualidad. Cuidado!
RADIO DE LAS MIL COLINAS
PROVOCO LA MASACRE
En la primavera de 1994, la radio de las Mil Colinas difundió mensajes políticos contra los tutsis, dejando como resultados 800 mil muertos entre tutsis y hutus, fueron asesinados brutalmente y descuartizados con machetes por extremistas hutus.

"Las tumbas están sólo a medio llenar" – repetía la radio de las Mil Colinas mientras los hutus ejecutaban su planificada cacería. Estaban provistos con más de medio millón de machetes comprados unas semanas antes a China.
La radio de las Mil Colinas ofrecía detalles de aquellos que debían ser acosados y asesinados: descripciones individuales y números de matrícula.

“La emisora estaba en todos los controles y había miles”- aseguró un investigador de la policía –“Mucha gente nos dijo que mataban porque la radio se lo pedía”.

“Los tutsis no merecen vivir, – repetía la voz del locutor– hay que matarlos. Incluso a las mujeres preñadas hay que cortarlas en pedazos y abrirles el vientre para arrancarles el bebé”.

En el año 2003, el Tribunal Penal Internacional para Ruanda procesó a los responsables de la emisora y les condenó a cadena perpetua por genocidio e incitación pública a cometerlo.

"No respetaron la responsabilidad que conlleva la libertad de expresión - dijo la juez - y envenenaron las mentes de sus oyentes". Los medios "prepararon el terreno para el genocidio" – dijo. Y recordó que la radio era "el medio de comunicación que llegaba a más gente en Ruanda".
GENOCIDIO DE RUANDA Video



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