martes, 7 de marzo de 2017

JUANA NEPOMUCENA BOLIVAR LA OTRA HERMANA DEL LIBERTADOR

JUANA NEPOMUCENA BOLIVAR LA
OTRA HERMANA DEL LIBERTADOR
Juana Nepomucena  Bolívar Palacios, hermana del Libertador Simón Bolívar , segunda de la dinastía después de María Antonia; nació en Caracas, el 16 de mayo de 1779; gozó de los privilegios de ser de la familia más acaudalada de la Capitanía General de Venezuela, hija del mantuano Juan Vicente Bolívar y Ponte y de la no menos “goda” María de la Concepción Palacios y Blanco.
Juana Nepomucena  Bolívar  fue criada con mucho remilgo y carantoñas, ya que su carácter dulce y compasivo, contrastaba con el de su hermana mayor, autoritaria y despectiva. Tuvo la limitada educación que se les brindaba a las niñas ricas, que sólo se ocupaban de lucir atuendos de finas telas, y perfumarse con los efluvios de lavandas y colonias venidos de ultramar; no obstante aprendió las primeras letras en su casa con los mejores maestros de la época en la capital.
Pronto se convirtió en una muchacha alta de rasgos muy marcadamente parecidos a su hermano Simón. Muertos  su padre el 19 de enero de 1786 y su madre el 6 de julio de 1792, en diciembre de este último año contrajo matrimonio con su tío materno Dionisio Palacios y Blanco. De esa unión nacieron 4 hijos de nombre, Guillermo, Jorge, Fernando –de estos 2 últimos no se sabe mucho, solo que murieron a temprana edad- y Benigna.
Juana Nepomucena  Bolívar  fue decidida partidaria de la independencia –hasta en eso contrataba con su hermana-, participó en una especie de “comité femenino” de la Sociedad Patriótica, que funcionó en Caracas en tiempos de la Primera República, entre 1810 y 1812. Juana Bolívar formó parte de  la denominada “Emigración a Oriente”, en julio de 1814, a instancias de los padres de familia de la capital, organizada y jefaturada en la parte militar por el general Simón Bolívar.
Juana y María Antonia, con sus hijos menores se embarcaron hacia las Antillas, primero desembarcaron en Curaçao, prosiguiendo hacia Saint Thomas. Allí supo  de la  muerte de su marido Dionisio en la defensa de Maturín, a finales de 1814, causa fundamental de la pérdida de la Segunda República.  Sabedora que su hermano Simón se encontraba  en Haití, hacia allí se dirigió y consiguió protección del Presidente Alexander Petión, amigo y financista de las expediciones patriotas, con Bolívar a la cabeza.
Se sintió muy acongojada por la muerte de su hijo Guillermo en la batalla de La Hogaza, en territorio del hoy estado Guárico, el 2 de diciembre de 1817; las tropas del general Pedro Zaraza, fueron batidas y desbandadas por los realistas al mando de Miguel de La Torre. Pero dos años después retornó  a Venezuela por la parte de Guayana que estaba liberada, consiguió  apoyo decidido y oportuno de su hermano quien le encargó  su protección y cuidados al vicepresidente de la República, doctor Francisco Antonio Zea.
Entre 1822 y 1823 Juana Bolívar se instaló en Caracas definitivamente; y a pesar de que su hermano se encontraba  en la Campaña del Sur,  éste nuevamente le escribió  que se sentía  muy satisfecho por el enlace de su sobrina con el general Pedro Briceño Méndez, hecho consumado en Caracas, el 15 de octubre de 1825. A Briceño, Bolívar le expresó su satisfacción por haberse convertido en su tío, y le ofreció costear los gastos de la boda. Bolívar siempre quiso y protegió a toda su familia, hermanos, sobrinos, tíos y demás parientes.
En 1827 cuando Simó Bolívar se encontraba  de nuevo en Caracas, instruyó  al doctor Cristóbal Mendoza, en su calidad de Intendente, para que asignara  una renta mensual de 150 pesos -cargado a sus haberes- a su hermana Juana.  El caballeroso magistrado le hizo  llegar a Juana Bolívar la comunicación oficial al respecto en julio de 1827.
Juana Bolívar Palacios, estuvo presente en los actos de repatriación de los restos mortales de su excelso hermano en 1842; con el resto de la familia, se hizo presente en la ceremonia de inhumación de El Libertador, en la cripta de la familia Bolívar, en la Catedral de Caracas.
Su sobrino político, el general Pedro Briceño Méndez, tomó parte activa en la “Revolución de las Reformas” de 1835; muriendo en Curaçao, en el exilio, el 5 de diciembre de ese mismo año; pocos años después su viuda Benigna Bolívar de Briceño contrajo nupcias con Pedro Amestoy.

Juana Nepomucena Bolívar falleció en Caracas, el 7 de marzo de 1847, deceso que conmovió a la sociedad caraqueña, donde era muy apreciada y respetada; sus restos fueron enterrados en la misma cripta funeraria de la familia como era la costumbre inveterada de la época.

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