“Rector Magnífico”
JESUS MARIA BIANCO MAESTRO
Y GUIA DE GENERACIONES
Este domingo 19 de marzo,
en Caracas, se rindieron honores a la memoria del “Rector Magnífico”, doctor
Jesús María Bianco Torres, con la celebración de una misa, a propósito del
centenario de su natalicio.
Jesús María Bianco nació
en el pueblito barinés La Unión, el 20 de marzo de 1917, hace 100 años, hijo de Nicolás Bianco y de doña Carmen
Torres; luego de cursar la instrucción primaria en Barinas, se trasladan a
Caracas en 1929, estudiando la secundaria en el liceo “Andrés Bello”, para
ingresar en 1934 a la Universidad Central de Venezuela para doctorarse en
Farmacia en 1941.
Magnífico docente,
gremialista, Decano, Parlamentario, Vicerrector y Rector lo hace acreedor al
reconocimiento como uno de los máximos exponentes de la Farmacia Venezolana.
Su obra universitaria
merece un paréntesis especial por su significativa labor, no solo en su
Facultad a la que dedicó la mayor parte de su actividad docente, en procura de
la formación integral del farmacéutico, sino en toda la comunidad
universitaria, en su tenaz lucha por su independencia autonómica.
Incursiona en la política,
como simpatizante del Partido Comunista de Venezuela, resultando diputado
electo por su Barinas natal a la Asamblea Nacional Constituyente de 1947,
alternando sus funciones de profesor de Botánica y Farmacia en la UCV,
inclusive fue vicerrector de la máxima casa de estudios en ese mismo año. En
1948 figura como diputado al Congreso Nacional, hasta el derrocamiento de Rómulo
Gallegos, el 24 de noviembre de 1948; será detenido por la temible Seguridad
Nacional, y embarcado con rumbo al penal de trabajos forzados de Guasina, en el
hoy estado Delta Amacuro, en el vapor “Guárico”.
Fue liberado de la
horrenda experiencia, gracias a las gestiones que realiza su amigo el doctor
Miguel Octavio ante el siniestro Pedro Estrada, en noviembre de 1951. Se
produce el movimiento cívico-militar que obliga al general Marcos Pérez Jiménez
a abandonar el poder, el 23 de enero de 1958; Bianco acompaña al doctor
Francisco de Venanci en la fórmula para el rectorado de la Universidad Central
de Venezuela, en las primeras elecciones libres del claustro; adalides en la
consecución de la autonomía universitaria.
Serán tiempos difíciles
para la comunidad universitaria, blanco de los Gobiernos adecos de Rómulo
Betancourt y Raúl Leoni; en 1963 es electo el doctor Bianco como rector, y será
reelegido en 1968, hasta que en 1970 un írrito Consejo Nacional de
Universidades –creado por Caldera y su venial ministro de Educación Héctor
Hernández Carabaño- lo destituye arbitrariamente, por hacer valer la autonomía
universitaria. Este organismo oficial designa al doctor Rafael Clemente Arraiz
como nuevo rector, pero solamente por dos meses, luego regirá la universidad el
doctor Oswaldo de Sola.
Jesús
María Bianco fue un ser abnegado y entregado a la causa universitaria, creador
de la Oficina de Bienestar Estudiantil (OBE), con el fin de ayudar a los
estudiantes de pocos –o ningunos- recursos económicos; fundador de la Escuela
de Química, y de otras iniciativas muy importantes. Formó parte del “Comité de
Pacificación” en los años de la “lucha armada”, con otras personalidades de la
nación, tratando de superar esos momentos tan difíciles para todo el estamento
y la colectividad, hastiados y cansados de tanta lucha estéril.
Casado con doña Isabel
Colmenares, procreó una familia ejemplar, compuesta por Jesús Alberto, Eduardo,
Nicolás, Fernando e Isabel; su nombre lo ostenta la Plaza del Rectorado de la
UCV y la facultad de Farmacia de la “Casa que vence las sombras”. Reconocido nacional
e internacionalmente por sus méritos en la investigación y como docente,
decenas de promociones llevan así mismo su digno nombre.
Luego de su retiro
forzado, volvió dos veces al Aula Magna, una con motivo del asesinato de Jorge
Rodríguez y la última a raíz del terrible accidente de Las Azores, donde
perdieron la vida casi todos los integrantes del Orfeón Universitario, el 3 de
septiembre de 1976.
En su casa de Caracas, lo
sorprendió la muerte el sábado 23 de octubre de 1976, víctima de un fulminante
infarto; significando una pérdida irreparable para el estudiantado y la
colectividad sensata de Venezuela. Su gallarda figura, su entereza ante los
atropellos, su valentía al encabezar las marchas estudiantiles, con su boina y
su don de gente, su bonhomía y su incesante preocupación por la comunidad
universitaria; lo han hecho acreedor del recuerdo inexorable e indeleble para
todos y cada uno de los que tuvimos el honor de conocerlo.
Su cuerpo fue velado en el
Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, sus restos llorados por
estudiantes y docentes, y en sus hombros salió hacia la morada final. Pero
salió su cadáver, porque el nombre y la figura señera del doctor Jesús María
Bianco, vive y perdurará en la comunidad ucevista por todos los tiempos por venir.
No obstante, desde una postura universitaria cabría la
oportunidad para una reflexión, para el debate, éste siempre permite construir
espacios de encuentro de lo diverso, de la búsqueda de la verdad desde una
comunidad universitaria inclusiva. Así fue y volverá a ser la Universidad
Central de Venezuela de Bianco, Jesús María, el Rector de la Dignidad y la
Autonomía, maestro y guía de generaciones.
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