lunes, 11 de septiembre de 2017

Aníbal Nazoa: Legado eterno de la irreverente venezolanidad

Aníbal Nazoa: Legado eterno de  
la  irreverente  venezolanidad
 "Entre tu pueblo y mi pueblo hay un punto y una raya: la raya dice no hay paso, el punto vía cerrada. Y así entre todos los pueblos: raya y punto, punto y raya. Con tantas rayas y puntos, el mapa es un telegrama. Caminando por el mundo se ven ríos y montañas, se ven selvas y desiertos, pero ni puntos ni rayas. Porque esas cosas no existen, sino que fueron trazadas, para que mi hambre y la tuya estén siempre separadas".
Tan genial, como elocuente, el recordado poeta, humorista y periodista Aníbal Nazoa siempre supo interpretar la realidad y contemporaneidad venezolana con sus reflexiones, cuentos y poemas, como el reseñado anteriormente conocido como: Punto y raya, escrito que le abrió las puertas del mundo al intelectual criollo por la franqueza de sus percepciones.
Su capacidad para interpretar el entorno común le permitió escribir textos de gran trascendencia, que se convirtieron en referencia para definir la idiosincrasia local.
En su publicación Obras incompletas (1969) se pueden encontrar textos que hacen alusión a los aspectos más característicos de los venezolanos.
Desde la vinculación criolla con las telenovelas hasta las analogías más disparatadas de la realidad con algo tan común como los manuales de instrucciones forman parte de la extensa lista de aportes que Anibal Nazoa hizo a la cultura nacional.
Según Nazoa, como relata en su escrito Telenovela, todo melodrama debería tener los siguientes puntos: "La novia del galán debe ser una muchacha humilde y extremadamente buena y tener por rival a una aristócrata extremadamente mala. De ninguna manera, y bajo ningún pretexto, se permitirá que los malos mueran de muerte natural..."
Así prosigue, "ningún personaje bueno morirá de una enfermedad vulgar como la pulmonía o la cirrosis hepática. En cuanto a lenguaje, sólo se admiten dos clases de personajes: los que hablan como si estuviesen dictando una conferencia sobre Filosofía Contemporánea y los que hablan como llaneros criollotes y todo lo arreglan con ¡Ave María Purísima!".
La vena incisiva que lo definió como uno de los personajes más notables de la dinastía Nazoa, le permitió acercarse cada vez más a los conceptos que por sí solos definían a sus coterráneos con textos como Poema hermético, El Cuento premiado de El Nacional, El libro de cocinaLa traducción y La literatura médica, contenidos en sus Obras incompletas.
Empero, ese mismo verbo irreverente y sincero le ganó muchos enemigos, pues su transparencia y desapego a las formalidades también lo ubicaron dentro del grupo de críticos a las políticas de los poderes públicos de la época.
Como testimonio de esos encontronazos con el poder, en una oportunidad el humorista recibió orden de detención por referirse a un juez de la siguiente forma: "en una sentencia (el juez) violaba salomónicamente tanto las leyes de la República como las del castellano..."
Las generalidades que caracterizaron la vida de Nazoa enriquecieron sus visiones, convicciones y sentido de la responsabilidad por darle a la gente, lo que provenía de la gente. Dentro de ese legado cultural, sus escritos contribuyeron a que los venezolanos se conocieran mofándose de sí mismos.
Caraqueño, nacido el 12 de septiembre de 1928, Aníbal Nazoa dejó una importante huella en la historia venezolana por sus aportes en las letras. Sus llamados a la libertad de conciencia definieron parte de la literatura criolla del siglo XX.
En su adolescencia se adentró en el mundo de la escritura con el semanario humorístico El morrocoy azul; posteriormente ingresó a la redacción del emblemático semanario Fantoches, así como El tocador de las señoras, El fósforo, La sápara panda y La pava macha, entre otros.
También se desempeñó como redactor del diario El Nacional, medio donde expresaba sus opiniones sobre la realidad del país desde 1955 hasta la década de los 90. Dentro de sus aportes realizó crónicas sobre Caracas.
Entre sus obras más relevantes se encuentran Aquí hace calor (1969), Obras incompletas (1969), Las artes y los oficios (1973) y La palabra de hoy (1981).
En el espectro radial condujo los programas Entre latinos y americanos. Su trabajo en los medios de comunicación lo hizo merecedor de premios nacionales y municipales en las décadas del 60 y 70.
Durante su trayectoria no tuvo reparos en mofarse de personajes políticos y diversas autoridades que hacían vida en los gobiernos de finales de siglo pasado.
El 18 de agosto de 2001 falleció el ilustre caraqueño y hermano del también reconocido humorista Aquiles Nazoa.
Su legado e importancia es honrada con el Premio Aníbal Nazoa, que históricamente era entregado por la Alcaldía de Caracas pero que desde 2010 lo otorga la Fundación Movimiento por el Periodismo Necesario, luego de asumir su organización.
ROSTROS DE VENEZUELA: ANÍBAL NAZOA

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