Como en tantos otros lugares, María nos invita amorosamente a salvar nuestras almas
El culto católico venezolano tiene especial acento en la figura de diferentes vírgenes que no solo cuentan con profunda devoción, sino que también mueven a miles de personas que acuden a sus templos y diferentes procesiones en todo el país.
La Virgen de Betania es una de ellas. Si bien su historia no se remonta a varios siglos como puede ser el caso de las vírgenes de Coromoto, Chiquinquirá , del Valle o la Divina Pastora, su devoción sí ha ido en crecimiento desde su primera aparición el 25 de marzo de 1976 en una pequeña finca en los Valles del Tuy en el estado Miranda.
Hoy día miles de personas acuden a este sencillo y discreto lugar espiritual para solicitarle a la Virgen de Betania el milagro que necesitan, ya sea de salud, de solución de problemas familiares o personales o de cumplimiento de sueños y metas.
La historia
El 25 de marzo de 1976, una nube brotó del monte y se mezcló de fenómenos luminosos en un rincón de la finca Betania, ubicada en la carretera Nacional Cúa- San Casimiro.
Fue la primera aparición oficial registrada de la imagen de María Virgen y Madre Reconciliadora de Todos los Pueblos ante la dueña de la finca, María Esperanza Medrano de Bianchini, quien era considerada como una vidente que en años anteriores había recibido diferentes "mensajes" espirituales que le hablaban de una importante misión en su vida.
De hecho, ella y su marido habían adquirido la finca de nombre Betania en 1974, porque ella sintió que esa era la tierra prometida por Dios desde el inicio de su misión.
La vidente había recibido mensajes de la Virgen anticipándole pistas que le permitieron ubicar el lugar donde las apariciones se iban a desarrollar y ella reconoce finalmente el sitio el 29 de marzo de 1974gracias a las descripciones dadas en los mensajes, ya que estas coincidían en forma perfecta con el lugar: la vieja casa, el trapiche, la siembra de caña de azúcar y de café, y la gruta de aguas cristalinas.
La señora María Esperanza fue la única persona que vio a la Virgen el 25 de marzo de 1976, aunque unas ochenta personas más notaron una especie de nube que salía de la colina y otros fenómenos luminosos y movimientos en el sol, así como perfumes desconocidos y cantos corales de origen no visible.
Aparición colectiva
En marzo de 1984 alrededor de 150 personas afirman haber visto, luego de una Misa con motivo del aniversario, a la Virgen posada sobre una cascada.
De estas personas 108 firmaron un documento como testigos del hecho, en que dicen, que la aparición fue bajo 7 advocaciones diferentes,entre otras como la Virgen de Lourdes, del Carmen y la Virgen de los Milagros, pero en la última tenía un niño en su brazo derecho en posición de entrega y, en la mano izquierda, el santo rosario.
El día 28 de agosto de 1989 la familia Bianchini decidió donar a la Iglesia 4 hectáreas de la finca para construir el Santuario de la Virgen de Betania, que al principio era muy rústico y que poco a poco ha ido tomando forma para recibir a la cantidad de personas que lo visitan a diario.
De esta manera el antiguo fundo agrícola de Betania fue decretado en 2009 como Santuario Mariano Diocesano María, Reconciliadora de Todos los Pueblos.
Investigación
La tarea de investigar las múltiples apariciones de la Virgen María en la finca Betania le correspondió al monseñor Pío Bello Ricardo, obispo de la diócesis de Los Teques, desde el 7 de marzo de 1981 al 2 de diciembre de 1995.
El obispo afirmó que fueron cerca de 2.000 personas quienes pudieron presenciar las apariciones.
"La Madre de Dios le indicó luego a la Sra. María Esperanza que debía donar a la diócesis de Los Teques los terrenos correspondientes al Santuario ya reconocido", refirió el obispo.
Esta investigación le tomó tres años, hasta que oficialmente declaró la antigua finca como un sitio sagrado, una morada de peregrinaciones, oración, reflexión y culto en la que se realizan actos litúrgicos, en especial, la santa misa y la administración de los sacramentos de la reconciliación y la eucaristía.
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