Dividiendo las fuerzas de seguridad más afectadas, se percibió que la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) lleva cuatro de sus miembros caídos, Polianzoátegui tres, uno el Cicpc y uno la Policía Municipal de Bolívar.
Entre los casos más resaltantes, se cuenta un asesinato dentro de la base Aérea Teniente Luis del Valle García. Un militar mató al sargento segundo José Maikel Morillo Rodríguez y le robó su arma de fuego el día 28 de marzo. Un día después del incidente, el homicida se entregó ante Polianzoátegui.
El 28 de enero, un hombre apodado “caco”, mató de un tiro en la cabeza al GNB Juan Carlos Rodríguez Quiaro, de 23 años, en Clarines, cerca de un club nocturno. “Caco” supuestamente pretendía robarlo, y al escapar, el homicida se disparó a si mismo por accidente en una pierna. Hubo gente que viendo el asunto, intentó lincharlo, pero el asesino se suicidó de un tiro al verse rodeado.
El 4 de febrero, el oficial de Polianzoátegui Leonard Campos, fue asesinado en La Orquídea por miembros de la banda “el cabezón”. Ese mismo día, la policía del estado abatió a cuatro de sus integrantes en varios rastreos que hicieron para hallar a los responsables. Tiempo después, el Cicpc mató en un tiroteo a “el cabezón”, líder de ese grupo criminal.
Otro caso impactante fue el asesinato del inspector del Cicpc Daniel Ojeda, ocurrido el 25 de enero en Barcelona Un sujeto de la banda “el cachete” intentó robarlo y le disparó, pero antes de desplomarse, el agente logró abatir a su atacante Horas después, el funcionario murió y en varios procedimientos, la policía científica dio de baja a los integrantes de esta organización.
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