Fetranzoátegui: más de 90% de trabajadores no come tres veces al día

Según Fetranzoátegui, la mayoría de los trabajadores come dos veces al día / Foto: Internet La masa laboral es una de las más golpeadas por la fuerte crisis que atraviesa el país. Los bajos salarios y la alta inflación causan dolor de cabeza a más de un trabajador cada día.

Y no sólo eso, la situación económica también está dando fuertes golpes al estómago de los empleados, tanto del sector público como del privado. Así lo confirma Tito Barrero, presidente de la Federación de Trabajadores del estado Anzoátegui (Fetranzoátegui), quien asegura que más del 90% de la población laboral no se alimenta tres veces al día.

Señala que a la mayoría de los jornaleros les alcanzan sus ingresos sólo para comer dos veces al día, y en oportunidades, cubren una comida diaria nada más.

“Se podría decir que comen una vez y media porque o desayunan fuerte o almuerzan fuerte y la otra comida es sólo pellizcar algo. Esto se debe a que la cesta básica alimentaria supera los 100 millones y lo que ganan los trabajadores no alcanza ni para cubrir el 1% de la canasta”.

El gremialista asevera que los empleados en estos momentos tienen entre dos o tres “tigres” para mantenerse en medio de la crisis del país.

Agregó que muchas personas han dejado de asistir a su trabajo porque no tienen qué comer en su casa. “Se han reportado casos de desmayos de trabajadores en Anzoátegui”.

Solución

A juicio de Barrero, en el país se debe activar el aparato productivo para que disminuya la inflación y así el sueldo le pueda alcanzar a los trabajadores.

“Si no hay producción la inflación se sigue comiendo los salarios, eso es una cadena. Si se reactiva el aparato productivo el sueldo alcanzaría más y aumentarían los puestos de trabajo”, comentó.

El joven Frank Pino es una de esas personas que no sólo tienen un trabajo formal, sino que además se “rebuscan” para aumentar sus ingresos mensuales.

Relató que en horario de oficina trabaja de vendedor en una zapatería y en las noches vende perros calientes y hamburguesas con su hermana.

“Uno tiene que buscar la manera de sobrevivir. Mi hermana también tiene su trabajo, vende perros y además vende productos vía redes sociales”, dijo.