Nos imaginamos esa mañana del 7 de diciembre de 1760, cuando el fraile capuchino, Lucas de Zaragoza, llegó y descubrió esta hermosa tierra. Nunca se imaginó que encontraría el verdadero paraíso, un enorme río, animales, indígenas y una parte del llamado “Sitio de Maturín” habitado por varias familias.
Ese sector hoy es conocido como Tipuro. Eso dicen algunos textos de historia e incluso algunos se atreven a señalar otra fecha de fundación. Pero la Real Academia de la Historia de Venezuela declaró como fecha propia la del 7 de diciembre de 1760.
Aunque el sacerdote e historiador jesuita Pablo Ojer encontró en el Archivo General de Indias el acta de fundación de una ciudad de españoles anterior a San Judas Tadeo de Maturín. Se trata de San Juan de la Tornera de Maturín que fue fundada el 18 de abril de 1722 por el capitán español y gobernador de la Provincia de Cumaná Juan de la Tornera y Sota.
Pero San Juan de la Tornera no habría tenido suficiente material que dejara algún vestigio de su existencia, razón por la cual se decidió como verdadera la fecha mencionada.
Maturín, un cacique
Maturín toma su nombre de un nativo indígena llamado Maturín, quien era cacique (jefe) de una tribu localizada cerca del actual emplazamiento de la ciudad. Maturín fue asesinado, al parecer, por un capitán español (Al parecer de apellido Arrioja) durante una batalla entre las tropas del gobernador cumanés Carreño y los miembros de la tribu de Maturín en 1718. Desde entonces el lugar donde el jefe indígena fue asesinado empezó a ser conocido como Sitio de Maturín.
Algunos historiadores opinan que el nombre del cacique no es realmente de origen indígena sino francés. Ellos basan su teoría en la leyenda de un presunto misionero católico francés quien habría evangelizado a los indígenas del área a finales del siglo XVII.
Según esta leyenda, el misionero (cuyo nombre o apellido pudiera haber sido Mathurin) bautizó y le puso el nombre de Mathurin a un joven, quien llegó a ser el jefe Maturín. También existe la posibilidad de que el misionero le haya dado a este indígena el nombre de Mathurin en honor de Saint Mathurin, un santo francés del siglo IV. Lo importante fue que este poblado en breve tiempo fue tomando forma de ciudad hasta llegar a convertirse en reino petrolero, llamado así porque es un municipio que descansa sobre un colchón de petróleo, lo que le ha permitdo hacer lo que quiere gracias a ese recurso.
Además de esto tiene un río llamado Guarapiche que por cierto ha sido dañado varias veces por los derrames petroleros.
Codiciada por España Maturín fue el escenario de cinco batallas entre 1813 y 1814 en donde la ciudad resistió a los intentos de los realistas de tomarla, valiéndole el apodo de Tumba de los Tiranos por Simón Bolívar. La más famosa de todas fue la Batalla del Alto de Los Godos, en donde los republicanos, al mando de Manuel Piar, consiguieron una victoria contra las tropas del general español Domingo Monteverde.
Otros patriotas como Antonio José de Sucre, José Francisco Bermúdez, José Tadeo Monagas, José Gregorio Monagas y José Félix Ribas lucharon durante esos años en Maturín. Luego llegó la industria petrolera, gracias al pozo Moneb1 ubicado en Quiriquire, municipio Punceres, y las investigaciones en busca de petróleo llegaron hasta ahí y resulta que encontraron mucho más de lo que se imaginaban.
Hoy, nuestra ciudad pese a las crisis que se han presentado a través de los años, se levanta, es muy moderna, y si le preguntáramos qué es lo que busca, estamos seguros que nos respondería “Quiero mis árboles, mis ríos y rescatar la conciencia ciudadana que acaba conmigo por falta de una cultura que ya no conocemos, porque la han abandonado”.
De todas formas, Feliz Cumpleaños mi amada Maturín, que Dios te permita lograr tus sueños y regresarle a tus ciudadanos la ciudad que una vez llamaron “distinta”.
Lo que ofrece
Cada gobernante le ha dejado su toque personal para convertirla en lo que hoy vemos. Hermosos centros comerciales, nuevas urbanizaciones, barrios que cuentan la historia, calles y avenidas con intenso desplazamiento de personas y vehículos y muchos problemas tales como: falta de transporte público, agua de vez en cuando, basura que abandonan en cualquier área pública, inseguridad, muchas escuelas que se están quedando vacías gracias a la diáspora.
Pero aún así la amamos y queremos que pueda levantarse para que continúe brillando a través de los siglos para que las generaciones futuras puedan exclamar ¡Qué hermosa es esta ciudad!.
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