La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, culmina este jueves una visita de dos días a Cuba, donde dejó en claro que las puertas del bloque seguirán abiertas para la isla, pese al embargo que le aplica Estados Unidos.
En la jornada, la Alta Representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE) tiene previstas reuniones con el presidente del Parlamento, Esteban Lazo, y el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez. Su visita ocurre a tres meses de que Raúl Castro deje el poder en manos de un sucesor más joven, cuyo nombre aún se desconoce.
El miércoles, durante un encuentro con maestros y estudiantes en La Habana, Mogherini calificó de “obsoleto e ilegal” el plan restrictivo que Washington aplica contra Cuba desde 1962, y sin espacios para una tregua durante la administración de Donald Trump.
“El bloqueo no es la solución. Los europeos se lo hemos dicho muchas veces a nuestros amigos estadounidenses” y “lo hemos afirmado en las Naciones Unidas”, subrayó. “El único efecto del bloqueo es empeorar la calidad de vida de mujeres, hombres y niños” de la isla.
La diplomática rechazó también las sanciones estadounidenses contra ciudadanos y empresas europeas que comercian con la isla. “No podemos aceptar que medidas unilaterales impidan o deterioren nuestras relaciones económicas o comerciales con Cuba“, consideró.
Su presencia en la isla, según dijo, tiene por objetivo preparar la implementación total del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación bilateral, en vigor provisional desde el 1 de noviembre de 2017, a la espera de ser ratificado por el bloque europeo. Para ello se entrevistó con el ministro de Inversión Extranjera y Comercio Exterior, Rodrigo Malmierca.
La UE es el segundo socio comercial de Cuba, después de China, con un intercambio de unos 2.400 millones de dólares en 2016, así como el mayor inversor extranjero en la isla, en áreas como el turismo y la agroindustria.
Las negociaciones del acuerdo se favorecieron con el restablecimiento de relaciones cubano-estadounidenses en 2015, durante la administración de Barack Obama. Pero la llegada de Trump a la Casa Blanca y su cambio de política hacia Cuba, reforzando el embargo y endureciendo el lenguaje político, ponen a la UE a contravía de las intenciones de Washington.
“Queremos mostrar que estamos más cerca que nunca de los cubanos (…) Frente a los que levantan muros y cierran puertas, nosotros, los europeos, queremos tender puentes y abrir puertas mediante la cooperación y el diálogo“, dijo Mogherini.
Para la diplomática europea, el acuerdo “debe ser también un sólido instrumento para apoyar aún más la modernización económica y social de Cuba”.
Pese a que aún existen diferencias en temas como los derechos humanos, Mogherini garantizó que ambas partes “mantienen un diálogo fructífero, constructivo y amplio“.
Con información de AFP
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