viernes, 1 de noviembre de 2019

Magia y religión aborígenes SEGÚN TRADICION KARIÑA “AKAATOMPO” LOS MUERTOS REGRESAN HOY Y MAÑANA

El “Akaatompo” fiesta de reencuentro con los difuntos Kariña
AKAATOMPO 13
Las comunidades kari’ña de la mesa de Guanipa en el sur del Estado Anzoátegui, de los Estados Sucre, Bolívar y de la Guayana Esequiba celebran el 1° y 2 de noviembre el “Akaatompo”, el ritual fúnebre kari’ña que representa la principal ceremonia ritual festiva para ese pueblo originario.
A través de conversaciones con algunos Kariñas de Kashama y Taskabaña, además de diversos trabajos antropológicos consultados, se ha logrado conocer las principales tradiciones y costumbres ancestrales de estos aborígenes radicados en el oriente y sur del país.
Fue así como conocimos que los Kariñas celebran el Ceremonial o Fiesta del Akaatompo o Akaato, en el cual rinden tributo a sus muertos con alegría y bajo un ambiente mágico y religioso, en dos modalidades.
El 1° de noviembre los niños y niñas cantando y bailando mare-mare visitan todas las casas en donde se sabe hay un niño o niña que falleciera en el pasado, al llegar a esas casas los familiares de esos niños difuntos les reciben con gran alegría y buenas atenciones, les obsequian, frutas, alimentos y bebidas acordes con sus edades.
Para los adultos, el Akaatompo, se celebra el día 2 de noviembre, y se trata de recibir a los familiares muertos con ofrendas y sus cosechas; cantándoles el Mare-Mare, con el objetivo de recibir sus bendiciones, porque para los Kariña, sus familiares no están muertos sino que como dirían ellos “están como de paseo o de un viaje en un lugar que llaman Santa Maria”.
En esos momentos, los sentimientos y recuerdos hermosos renacen con la llegada del visitante que simboliza la imagen de las personas del pueblo o comunidad que han fallecido. Por eso el Akaatompo, (la fiesta de los muertos), es el reencuentro con los difuntos.
En la casa y en el pueblo, familiares, vecinos y amigos se embargan de una inmensa alegría: se vuelve a compartir lo que fue en vida. En cada persona que llega, en cada persona que comparte y disfruta los momentos de visita con la felicidad del añorado reencuentro de los antepasados.
De allí, renace la existencia para el pueblo, en torno a la comida, la bebida, el canto y el baile de Mare Mare, expresión artística más común kari’ña; todo bajo una atmósfera misteriosa y llena de magia religiosa, embargada por un generoso espíritu de familiaridad.
Los sentimientos y recuerdos hermosos, en ese día y en esos momentos renacen con la llegada del visitante que simboliza la imagen de las personas de la familia, del pueblo o comunidad que han fallecido. Por eso el Akaatompo, (la fiesta de los muertos), es el reencuentro con los difuntos, de quienes se dice que “regresan”.
El Akaatompo se realiza el 1° y 2 de noviembre de cada año, que corresponden al Día de los Santos y de los Fieles Difuntos, respectivamente, para la religión católica, que tradicionalmente conmemora estos días, sobre todo el 2, con señales de duelo. No así para la religión kari’ña, en la que el 1° de noviembre se celebra y brinda por el retorno espiritual de los niños muertos y el 2 de noviembre, cuando es más significativa la celebración, se reserva para recibir el espíritu de los adultos fallecidos.
Este ritual, de acuerdo a investigaciones de docentes kari`ña, tiene su origen en un funeral realizado en tiempos remotos al cacique Mare Mare, que fue sepultado bajo un árbol frondoso en el camino que conducía de la Mesa de Guanipa (Anzoátegui) a Angostura (Bolívar).
Cuando aún no ha terminado de amanecer el día de los muertos, los grupos familiares de kariñas visitan los cementerios de las comunidades (Kashaama, Bajo Hondo, Taskabaña Mapiricure, Barbonero, Mare Mare, El Guasey), llevando consigo obsequios, veladoras (velas y velones) comida, bebida, flores, pero sobre todo cantos y música, con lo cual, con gran alegría y disposición brindan y agasajan a sus parientes difuntos, ello con el firme propósito de que se sientan a gusto durante el reencuentro.
Sobre las tumbas de sus seres queridos, depositan muchas cosas de valor simbólico para ellos, a la par obsequian igualmente bebidas y comidas a propios y visitantes. Es tradición peculiar que los Kariñas mientras visitan y reorganizan las tumbas de sus familiares conversen con éste o éstos. Les encienden velas, con el propósito de iluminar su otra vida. Los más ancianos, por lo general, en su idioma kariña les interpretan sus canciones preferidas y, sobre todo les bailan los mare mares.
Algunas veces, los cantos y bailes de la tradición Kariña, hacen que algunos de los presentes, debido a las emociones experimentadas, mientras ejecutan sus ancestrales interpretaciones entre en trance.
Los familiares, como ya lo hemos señalado anteriormente, sobre todo los mayores, van relatando acciones vividas por su pariente cuando aún vivía. Es una especie de ópera criolla, donde igualmente le van solicitado a manera de rogativa que cuide, proteja y guíe a los parientes que aun viven, para que les ayude a alcanzar todo en la vida: “suerte, buena salud, buen ingreso de dinero, protección en sus trabajos, si poseen cultivos y crianza de animales que se los protejan y pongan a producir en mejore condiciones; afecto y sobre todo un buen lugar en el cielo de los Kariñas cuando le toque su turno a cada cual”.
LOS AUSENTES Y EL RETORNO CON LOS SUYOS
Es tradición, que en el hogar de la familia kariña, donde haya fallecido uno o más familiares, que durante el día del Akaatompo, siendo aún de madrugada, los parientes se organizan y se preparan activamente para recibir el espíritu o espíritus de éstos en la presencia de cualquier persona que durante ese día les visite, sin importar si este visitante que llega al hogar es del propio pueblo o si es forastero.
La creencia de los kariñas, respecto a sus difuntos, es que éstos donde se encuentran están felices, y no requieren de cosa alguna pues todo les es facilitado con las atenciones familiares durante todo el año, sin embargo, debido a que durante ese día especial, en el cual se celebra el Akaatompo y tomando en cuenta que regresan a su hogar, luego de tanto tiempo fuera de él, la sed y el hambre les embarga.
Es por ello que sus familiares les preparan abundantes comidas y bebidas, sobre todo las que a estos difuntos les gustaban en vida, entre las cuales deben citarse frijoles guisados con carne salada, sopa de gallina, maíz cocido, arroz con caraotas negras, ají picante, arroz con costillas de res, carne guisada, sea de pato, de chivo o de pollo.
No faltan las carnes de cacería (vataarooro) de animales silvestres entre los más comunes el venado (saari), baba (akaare), iguana (vadaamaka), danto (mappiuri), lapa (rüaana), terecay (tarekaada), cachicamo (capajshi), chigüire (kapivvia), cochino (pooruku), conejo (karuppua); pescado (vooto apoijsho) de río o de laguna; frutas como mango (manko), naranja (aranka), cambur (paruuru), merey (vooroi), limón (rimmiooniya), coco (kooko), guayaba (ariyyapa), aguacate (awaakkate) y verduras tales como yuca (duppuorü), batata (naapi) y ocumo (akummuo), entre otras.
Se brinda a propios y visitantes con la bebida típica de los Kariña el kashiiri (carato de yuca). También se obsequia el llamado carato de maíz (vooku avajshi) y la llamada chicha, bien de batata o de arroz (vooku naapi o vooku arojshi); es significativo destacar que en la actualidad se están realizando las cortesías o brindis a los presentes con licores comerciales, tales como el cocuy y el ron blanco o la caña clara, lo que le está llevando a un marcado y progresivo deterioro de la identidad kariña real.
Algunas veces ofrecen tabaco (taamuttü), si dentro de los presentes existiese alguno que lo usase para masticarlo.
En el municipio Freites del estado Anzoátegui, específicamente en las comunidades de Kashaama Taskabaña, Bajo Hondo y Mapiricure, en los últimos Akaatompos realizados, lo referente a la elaboración de la comida (tummua) se está resolviendo de manera colectiva en un lugar previamente seleccionado para tal fin, de allí que cada familia contribuye con algún ingrediente o alimento en cantidades abundantes, según las recomendaciones de los que organizan, y a la hora del almuerzo, ya pasado el mediodía, se sirve y degusta entre todos los presentes, a manera de banquete popular.
EL VESTUARIO KARIÑA
Para el ritual del Akaatompo, las mujeres kari`ña (voori kaliña) emplean, en su mayoría, su traje típico, el cual es la bata kariña, llamada naava tümueera, es generalmente de rayas verticales y horizontales de vivos colores, aunque los hay estampados en flores pequeñitas e igualmente unicolores con llamativos y vistosos tonos, que según los propios Kariñas emulan los colores del arcoíris.
Por su parte algunos hombres llevan su tradicional pentü, pentürü o “landilla”, es una faldilla, prenda masculina en forma de rectángulo de tela color azul índigo con cintas blancas o colores pasteles verticales en los extremos, que al atarla a la cintura, queda abierta por un lado cubriéndoles los muslos y dejando las piernas al descubierto.
Hay momentos sublimes y de significativa gran belleza, tal es el caso cuando la realización del ritual del baile del mare-mare en las calles coincide con época de luna llena y el grupo humano con el rigor de la música, el canto y el baile cruza la sabana bajo el plateado plenilunio, salpicada del sereno olor nocturno del florecido mastrantal, enrumbados a una casa distante del poblado, en la que igualmente, haya fallecido alguien.
Igualmente sucede cuando se establecen visitas a los cementerios, lo que frecuentemente acontece en la población de Kashaama, sagrado lugar en el cual reposan los restos mortales del General “Püddai” (brujo-curandero) y los del abuelo Leonardo Tamana`sho, quien tuvo participación en la guerra independentista, por lo que es considerado una especie de héroe para el pueblo kari`ña y de alto significado de veneración en la historia étnica local.

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