Inventiva e imaginación al recrear la escena del nacimiento del Niño Jesús, caracterizan el pesebre venezolano
La época de Navidad es para la mayoría de las personas el comienzo de nuevas metas y esperanzas; es época de recordar a los seres queridos, aquellos que están lejos o que ya no están. Pero, sobre todo, es tiempo de crear un ambiente de alegría, aún más cuando hay niños en la familia.
Son los niños quienes apremian para el arreglo de la casa. Y el adorno principal en los hogares venezolanos y probablemente de la mayoría de los hogares cristianos, es la representación del nacimiento del Niño Dios, del Niño Jesús.
La palabra latina praesepe, praesepis significa cercado o lugar cerrado en donde se recoge el ganado, establo o cuadra. En castellano se denomina así esa especie de cajón, generalmente de madera, en el que se les echa la comida a los animales tales como vacas, caballos o mulas.
En uno de esos cajones fue donde, según la tradición cristiana, puso la Virgen a su hijo recién nacido, porque, al no tener sitio en la posada, tuvieron que resguardarse María y José en una cueva de la montaña que los pastores de la zona aprovechaban como cobijo para ellos y sus animales. “Y dio a luz a su hijo primogénito, y le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, por no haber sitio para ellos en el mesón” (Evangelio según San Lucas 2, 7.)
Nacimiento |
La tradición de hacer pesebres también llamados nacimientos fue iniciada por San Francisco de Asís quien, en la Navidad del año 1223 con el permiso del Papa, puso en una cueva en Greccio, al norte de Italia, un pesebre con paja y organizó con algunos campesinos del lugar un nacimiento viviente para recrear la escena descrita en los Evangelios, y en ese escenario, celebrar la misa de Nochebuena. Este fue el primer pesebre de la historia.
Desde entonces, este evento se transformó en una costumbre dentro de la Orden Franciscana y la de Santa Clara; sin embargo poco a poco se fueron sustituyendo las personas por figuras elaboradas con variados materiales como madera, cerámica o piedra. Posteriormente, esta costumbre se extendió a todo el mundo cristiano y quedó arraigada en el catolicismo llegando así a difundirse por toda América Latina durante la conquista a través de las misiones.
Actualmente, persiste en los países donde el catolicismo es la religión predominante como Italia, España, Francia, Austria, Alemania, la República Checa y los países latinoamericanos. En cada país o región y durante cada época los pesebres o nacimientos toman distintos estilos y formas; a lo largo del tiempo se fueron haciendo cada vez más elaborados y espectaculares, mezclando lo sagrado con lo profano, lo ritual con lo festivo.
En Venezuela fue introducido por las órdenes religiosas durante la época colonial, que vieron en los pesebres además un efectivo medio de evangelización de los indígenas. Los religiosos de todos los conventos armaban nacimientos, involucrando en esta tarea a miembros de las comunidades aledañas. De igual forma lo hacían los sacerdotes de las iglesias.
La riqueza cultural venezolana se expresa a través de diversas manifestaciones típicas navideñas tanto de carácter religioso como pagano de las distintas regiones del país y por la múltiple variedad de formas y maneras de arreglar los pesebres.
A continuación enseñaremos una pequeña muestra de obras de arte popular sobre este tema.
El pesebre en Ciudad Bolívar
En Ciudad Bolívar, realizar el pesebre es una tradición que no decae y gracias a algunas instituciones, comunidades y familias, se mantienen viva.
Una de las tradiciones navideñas que identificó por algún tiempo a los bolivarenses fue realizar recorridos por las calles de la ciudad para admirar la creatividad de algunas personas, que realizaban hermosos nacimientos que cubrían todo el frente de sus casas. Este paseo se hacía en familia y era momento propicio para realizar peticiones y lanzar ofrendas al pesebre.
Aunque en la actualidad muchas familias continúan realizando los nacimientos, cada día ha ido mermando esta costumbre de salir “en familia” a disfrutar de los pesebres de Ciudad Bolívar.
En la Fundación Cultural Parapara, Marita Ramírez y todo el equipo que la acompaña, cada año se abocan a recrear la navidad de una manera muy bolivarense y es que la creatividad les ha permitido plasmar el nacimiento del Niño Dios a través de la utilización de materiales como las taparas, las paraparas, los capachos y también las camazas.
Ya es una tradición adquirir los “Nacimientos de Paraparas”, ellos representan un excelente regalo para ofrecer un recuerdo navideño de nuestra zona. Tienen los elementos que nos identifican, frutos de nuestra tierra y además están hechos con manos de mujeres que, permanentemente, enaltecen nuestra idiosincrasia.
Es por esta razón que te invitamos a retornar a tus raíces, a hacer tuyas cada una de las calles de la ciudad y a participar activamente en una navidad con sello Guayanés.
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