viernes, 16 de marzo de 2018

Día Mundial del Mar pone a flote la insensatez humana

Día Mundial del Mar


De acuerdo a estimaciones de la ONU, cerca del 90% de todos los desechos que flotan en los océanos es plástic
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Las estadísticas ponen en relieve las nefastas consecuencias de la acción humana. Más de ocho mil millones de dólares ascienden los daños ocasionados en los ecosistemas por la contaminación, toda vez que no solo impacta a la flora y fauna, sino también a la pesca y al turismo.
Guerra al plástico
Recientemente una campaña de elevado impacto denominada "Mares Limpios", ha estado en la cresta de la ola de la conciencia de quienes se abocan por la preservación de especies y el entorno. 
Se trata de una iniciativa del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) destinada a eliminar para el 2022 las principales fuentes de basura marina: los microplásticos (microperlas) utilizadas en productos cosméticos y el uso excesivo de plásticos de un solo uso (bolsas, envases y similares).
Presentada en febrero pasado durante la Cumbre Mundial del Océano#MaresLimpios exhorta a los gobiernos a comprometerse con políticas para la reducción del plástico, pide a la industria minimizar los envases elaborados con este material y e invita a rediseñar sus productos.
Fue establecido por el Consejo de Administración de la Organización Marítima Mundial (OMI), en su 38° período de sesiones. El Primer Día Marítimo Mundial fue celebrado el 17 de Marzo de 1978, durante el cual entro en vigor la Convención de la Organización Consultiva Marítima Intergubernamentales (OCMI).
En Venezuela, muchos de estos sistemas húmedos, están amparados por las Áreas Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAES), pero no sólo basta con este tipo de legalidad, sino con la concientización de la población, y más aún del estudiantado, que es el que llevará la información de éstos ecosistemas a su entorno, familia y amigos.

Se contabilizan ya más de 60 humedales protegidos por las ABRAES, dentro de los más importantes tenemos: Los Roques, Lago de Maracaibo, Laguna de Tacarigua, los esteros en los llanos, Península de Paría y el Estado Delta Amacuro.
De acuerdo a estimaciones de la ONU, cerca del 90% de todos los desechos que flotan en los océanos es plástico y los daños que la acción humana le está generando a la biodiversidad de los mares son irreversibles. Este 17 de marzo se conmemora el Día Mundial del Mar, una fecha para reflexionar y acentuar la necesidad de promover el respeto del hombre hacia su entorno.
El mar le pertenece a quien lo habita. Las especies que en él coexisten, son víctimas a diario de la insensatez del hombre y su afán por el control y la destrucción, conducta que se evidencia con más de 8 millones de toneladas de plástico que son lanzadas a los mares. Esta cantidad - según el Programa de la Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) - equivale a verter un camión de basura lleno de plásticos cada minuto.
Venezuela: grandes intenciones, poco alcance
La realidad no excluye a Venezuela y aunque no existen cifras oficiales actuales respecto al impacto de la contaminación en las costas del país, se sabe que existen ecosistemas marinos que están amparados por las Áreas Bajo Régimen de Administración Especial (Abraes), pero las buenas intenciones y un marco legal con limitado alcance no son suficientes sin iniciativas tendentes a sensibilizar a las personas.
Se estima que existen más de 60 humedales protegidos por las Abraes, dentro de los más importantes tenemos: Los Roques, Lago de Maracaibo, Laguna de Tacarigua, los esteros en los llanos, Península de Paría y el Estado Delta Amacuro.
La acción de algunas empresas para atender la catástrofe en los mares no se ha hecho esperar a través de acciones puntuales como Día de las Playas en septiembre, programas de reciclaje, preservación de especies protegidas y educación ambiental para las nuevas generaciones. Estas iniciativas se ponen en práctica conjuntamente con algunas ONG que hacen vida en el país.
Oxígeno en un mar de contaminación
Es claro que los desechos sólidos que son vertidos constantemente al mar generan daños irreparables  a la fauna marina y a las personas también que consumen las micro partículas de plásticos y desperdicios, y quizás son consumidos mediante la ingesta de los productos del mar. 
Más que una entelequia, la reducción de la fuente, el plástico, y el sentido común parecieran ser la vía más expedita para minimizar el efecto de lo inminente. Referencias puntuales de activismo social hacen la diferencia. En Arica el río está llevando basura al mar desde la montaña, y la gente, antes de que llegue al mar, está batallando para limpiar los ríos del plástico para que no llegue abajo

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