AYER, murió Luis Enrique López quien trabajó como vigilante en una escuela de la gobernación del estado, hermano del también jubilado Cruz López,quien prestó valiosos servicios al deporte regional.
Lograron conseguir una orden para retirar una urna de cartón, de esas llamadas Viposa en una Cooperativa ubicada en la calle juncal de Barcelona. Se llevaron la urna para la casa donde estaba el cadaver, y alli mismo prepararon el cuerpo, pero sin cumplir con los protocolos sanitarios, lo puyaron con un formón que sus familiares tuvieron que comprar en 100 mil bs. soberanos.
Esa mala preparación, y esto es lo que origina este escrito, conllevó a que el cadaver se descompusiera y tuvieran que salir corriendo a las 10 de la mañana para sepultarlo , estaba previsto hacerlo a la 1 de la tarde.
Pero hasta allí no llega el martirio de sus familiares, ellos tenían un puesto en el cementerio de Barcelona, pero para poder sepultarlo, tuvieron que pagarle 500 mil bolivares soberanos a los obreros que trabajan en ese oficio, más ofrecimiento de una caja de comida para estos días, la administración del cementerio no pudio hacer nada, los precios los asignan ellos, es decir, "los zamuros haciendo las suyas con los muertos" y la alcaldía sin actuar y permitiendo la especulación y los abusos con los muertos.
Este sepelio de Luis Enriq
ue López fue más triste para sus familiares, que la propia muerte en sí, un entierro indigno, doloroso, Ante este insólito caso, debo solicitar a las autoridades sanitarias que abra una investigación porque en la zona metropólitana de Barcelona existen unas series de taguaras hacen negociados con los muertos e incumplen con las normas exigidas para un eficiente proceso de preparación de los cadáveres.
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