METIERON PRESO A UN ASTROLOGO
POR ANUNCIAR MUERTE DE CALDERA
Bajo la atmósfera conciliadora del signo de Libra, este 15 de octubre surgió una energía vehemente, especialmente para aquellos candidatos que renunciaron a sus cargos para participar en los comicios regionales, según los astrólogos.
En las postrimerías de la cuarta república, el 20 de octubre de 1996, el astrologo José Bernardo Gómez fue detenido por predecir la muerte del presidente Rafael Caldera.
Efectivamente, el filósofo y estudioso de la astrología José Bernardo Gómez pronosticó la “muerte'' política o física de Caldera, entonces de 81 años. Tres días después de esa afirmación, el adivino fue detenido por la DISIP.
La noticia sobre la detención del conocido vaticinador astrológico causó estupor por cuanto las personas piensan que el oficio de Astrólogo no representa ningún riesgo. Al fin y al cabo, consiste en analizar las efemérides astrales, sacar cálculos y hacer predicciones según la interpretación de los planetas.
¿Pero qué pasaba en el “puntofijismo” si esas profecías hablaban sobre el Presidente de la República y su salud, y a los ministros de ese gobierno, y al propio mandatario, no les caían en gracia?
La respuesta parece estar en este curioso caso acaecido en la Venezuela “cuartorrepublicana”, concretamente en octubre de 1996, cuando el profesor de Filosofía y astrólogo, José Bernardo Gómez, fue detenido por los cuerpos de inteligencia , luego de hacer una predicción sobre la muerte del presidente de ese entonces, Rafael Caldera.
La prensa venezolana se hizo eco del insólito hecho e inmediatamente periodistas, opinadores y colegas del astrólogo detenido, escribieron, informando unos y pronunciándose otros, sobre lo que se consideró un exceso por parte del gobierno de Caldera, a quien se tenía como un “pacificador” dentro de la política nacional e internacional.
Se supo que la fatalista predicción fue hecha por el astrólogo de forma pública, durante una reunión empresarial anual, en la cual se dieron cita los miembros más destacados de los sectores económicos y políticos del país, para analizar la marcha de éste.
Al ser consultado sobre la suerte de su patria, en la mencionada asamblea, José Bernardo Gómez dijo en sus proyecciones, que él veía que el presidente Caldera no terminaría su período gubernamental, el cual finalizaba en 1998, Sus fatídicas palabras exactas fueron:
“No pasará de 1997, por causas naturales o de otra índole”, señaló el astrólogo refiriéndose al Presidente Caldera.
Y es que, como muchos sostienen, una predicción así sobre el presidente Caldera no podía causar tanta sorpresa, pues se trataba de un hombre de 81 años, de cuya salud iban y venían constantes rumores.
La prensa venezolana se hizo eco del insólito hecho e inmediatamente periodistas, opinadores y colegas del astrólogo detenido, escribieron, informando unos y pronunciándose otros, sobre lo que se consideró un exceso por parte del gobierno de Caldera, a quien se tenía como un “pacificador” dentro de la política nacional e internacional.
Se supo que la fatalista predicción fue hecha por el astrólogo de forma pública, durante una reunión empresarial anual, en la cual se dieron cita los miembros más destacados de los sectores económicos y políticos del país, para analizar la marcha de éste.
Al ser consultado sobre la suerte de su patria, en la mencionada asamblea, José Bernardo Gómez dijo en sus proyecciones, que él veía que el presidente Caldera no terminaría su período gubernamental, el cual finalizaba en 1998, Sus fatídicas palabras exactas fueron:
“No pasará de 1997, por causas naturales o de otra índole”, señaló el astrólogo refiriéndose al Presidente Caldera.
Y es que, como muchos sostienen, una predicción así sobre el presidente Caldera no podía causar tanta sorpresa, pues se trataba de un hombre de 81 años, de cuya salud iban y venían constantes rumores.
Algunos analistas señalan que Venezuela pasaba por una crisis política y económica, donde el fantasma del golpe de Estado pendía sobre los gobiernos de turno desde 1992, y que quizás fue eso lo que produjo la alarma del viceministro de interior, Domínguez Castellano, quien se encontraba en la reunión, y que lejos de tomarse el presagio por el lado esotérico, lo relacionó de inmediato con un síntoma conspirativo.
La orden de detención se elaboró de inmediato: al astrólogo había que apresarlo y llevarlo a declarar, para averiguar en qué complots estaba metido, marcando pauta en la historia jurídica del país.
La policía procedió a la captura. Bernardo Gómez fue llevado al servicio de inteligencia venezolano, sin orden de captura firmada por un juez, y ahí permaneció 48 horas incomunicado y detenido, siendo sometido a interrogatorio.
Tal despliegue policial ante una predicción astrológica fue tomado por muchos como un intento de desviar la atención del público, pues el Gobierno venezolano atravesaba por un escándalo, motivado a la trágica muerte de 25 reclusos de la cárcel de La Planta, en Caracas, quienes habían perdido la vida, carbonizados dentro de sus celdas, y los hechos de la heladería La Poma, en los que presuntamente fueron ajusticiadas dos personas luego de ser aprehendidas por la Policía Metropolitana, según reseñó El Universal el miércoles 23 de octubre, 1996.
En su artículo “El brujo embrujado, dijo la verdad: “Caldera no terminará la presidencia”, José Sant Roz comentó en el 2007:
“La persecución contra José Bernardo Gómez fue intensa. Finalmente lo sorprendieron comiéndose una arepa en Chacaito, y de la manera más serena le dijo a sus captores: “Así como Galileo Galilei mantuvo que las torturas a su persona no impedirían que la Tierra continuara girando alrededor del sol, ustedes con meterme preso no conseguirán revivir al doctor Caldera. Escríbanlo, está muerto. Lástima”. Con arepa y todo cargaron con él”.
Al salir de la detención Bernardo Gómez no se retractó, y por el contrario reiteró su predicción llegando incluso a decir que si lo que él le auguraba al Presidente no sucedía, él dejaría la Astrología para siempre.
La orden de detención se elaboró de inmediato: al astrólogo había que apresarlo y llevarlo a declarar, para averiguar en qué complots estaba metido, marcando pauta en la historia jurídica del país.
La policía procedió a la captura. Bernardo Gómez fue llevado al servicio de inteligencia venezolano, sin orden de captura firmada por un juez, y ahí permaneció 48 horas incomunicado y detenido, siendo sometido a interrogatorio.
Tal despliegue policial ante una predicción astrológica fue tomado por muchos como un intento de desviar la atención del público, pues el Gobierno venezolano atravesaba por un escándalo, motivado a la trágica muerte de 25 reclusos de la cárcel de La Planta, en Caracas, quienes habían perdido la vida, carbonizados dentro de sus celdas, y los hechos de la heladería La Poma, en los que presuntamente fueron ajusticiadas dos personas luego de ser aprehendidas por la Policía Metropolitana, según reseñó El Universal el miércoles 23 de octubre, 1996.
En su artículo “El brujo embrujado, dijo la verdad: “Caldera no terminará la presidencia”, José Sant Roz comentó en el 2007:
“La persecución contra José Bernardo Gómez fue intensa. Finalmente lo sorprendieron comiéndose una arepa en Chacaito, y de la manera más serena le dijo a sus captores: “Así como Galileo Galilei mantuvo que las torturas a su persona no impedirían que la Tierra continuara girando alrededor del sol, ustedes con meterme preso no conseguirán revivir al doctor Caldera. Escríbanlo, está muerto. Lástima”. Con arepa y todo cargaron con él”.
Al salir de la detención Bernardo Gómez no se retractó, y por el contrario reiteró su predicción llegando incluso a decir que si lo que él le auguraba al Presidente no sucedía, él dejaría la Astrología para siempre.
El público venezolano se sentó a esperar, pues este astrólogo contaba con la fama de haber pronosticado, con meses de antelación, triunfos electorales como los de Bill Clinton, Carlos Menen en Argentina, el presidente colombiano Ernesto Samper, e incluso la misma victoria del presidente Caldera.
Sin embargo, tuvieron que pasar 13 años. Rafael Caldera, pese a todo pronóstico, falleció el 24 de diciembre de 2009, a los 91 años, cuando ya la profecía había caído en el olvido.
Durante una entrevista después del fallecimiento del ex presidente Caldera, José Bernardo Gómez fue interpelado por un periodista, quien le preguntó sobre la falla en su pronóstico.
Gómez, quien no colgó el título de astrólogo como prometió, respondió sin dudar que él no creía que había sido un error, y que a la luz de la Historia, él identificó el último mandato de Rafael Caldera como la muerte política de éste. Al respecto dijo el astrologo:
“No diría que fue un “pelón”, porque lo que anuncié fue una muerte simbólica que tenía varias manifestaciones, entre ellas la muerte política y física. La política se dio, la física no”.
Caldera fue el último presidente de la Cuarta República, dándole paso al movimiento popular de Hugo Chávez, por lo que para muchos el astrólogo no estaba tan equivocado cuando hablaba de un cambio radical en el gobierno de nuestro país.
Para otros, los hechos no están relacionados, y se trata simplemente de una predicción que no se cumplió, y a la que no debió dársele tanta importancia.
Durante una entrevista después del fallecimiento del ex presidente Caldera, José Bernardo Gómez fue interpelado por un periodista, quien le preguntó sobre la falla en su pronóstico.
Gómez, quien no colgó el título de astrólogo como prometió, respondió sin dudar que él no creía que había sido un error, y que a la luz de la Historia, él identificó el último mandato de Rafael Caldera como la muerte política de éste. Al respecto dijo el astrologo:
“No diría que fue un “pelón”, porque lo que anuncié fue una muerte simbólica que tenía varias manifestaciones, entre ellas la muerte política y física. La política se dio, la física no”.
Caldera fue el último presidente de la Cuarta República, dándole paso al movimiento popular de Hugo Chávez, por lo que para muchos el astrólogo no estaba tan equivocado cuando hablaba de un cambio radical en el gobierno de nuestro país.
Para otros, los hechos no están relacionados, y se trata simplemente de una predicción que no se cumplió, y a la que no debió dársele tanta importancia.
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