Un día como hoy hace ciento tres años nació el artista puertorriqueño Daniel Santos. Original de Trastalleres, un sector del barrio de Santurce en la capital de Puerto Rico, San Juan; y fallecido en Florida, Estados Unidos; en 1992.
Graduado Summa Cum Lauder en la universidad de la vida, padeció la pobreza y de allí, gracias a la mano tendida por un compatriota, el inmortal compositor don Pedro Flores Córdova, se convirtió en uno de los artistas más populares de todos los tiempos en naciones como México, Colombia, Venezuela, Perú, Ecuador, Panamá, Cuba, su natal Puerto Rico, República Dominicana, Jamaica, Aruba, Curazao, los centros urbanos latinos de Estados Unidos y en la Madre Patria España.
Su primera grabación discográfica se realizó en 1940 con el acompañamiento del Cuarteto Flores, la última en 1983, en una producción del Conjunto Clásico donde a sus 67 años cumplidos la belleza de su voz si bien no era la misma, se acepta agradablemente.
Daniel Santos además de cantante era compositor, escribió cientos de ellas y un par de docenas se mantienen en el cancionero popular a través de los años. Incursionó además en teatro y en películas, aunque brevemente y sin ninguna expectativa. Tenía la mala costumbre de cambiar las letras originales a las canciones, no respetaba ni siquiera sus propias composiciones, esto es evidente en su discografía y este hábito no era del agrado de los mas reconocidos músicos y letristas.
Daniel Santos era un maestro para asimilar rápidamente los diferentes ritmos de nuestra Latinoamérica, cuentan los que fueron testigos de sus grabaciones que los productores eran felices cuando Daniel entraba a un estudio de grabación, los temas se grababan a la mayor brevedad posible lo que se convertía en un ahorro sustancial en pago de horas de estudios.
Mujeriego, bebedor, marihuanero y viajero mundial. Durante las décadas de los 40's, 50's y 60's; Daniel Santos fue un verdadero huracán que vivía su vida a todo dar, como si cada día fuera su último. Ya en los 70's y 80's fue mas sosegado, pero las andanzas al final le pasaron factura a su cuerpo y figura debido a su vida licenciosa.
Su economía personal fue una verdadera montaña rusa en toda su carrera de 60 años, además de ser un pésimo administrador, se hizo de vicios y compromisos familiares que se convirtieron a la larga en una pesada carga para cualquier bolsillo.
Poseía una dicción envidiable, escogía con mucho tino las canciones que sabía gustarían a las masas populares y era un trabajador incansable, ahí están las mil y tantas canciones que dejó grabadas para la posteridad, de vago no tenía nada.
A pesar del mal genio que se le atribuía a Daniel Santos, era un amigo leal, amigo de los amigos. Los testimonios de quienes lo trataron en vida así lo aseguraron y aseguran.
Aunque su fuerte y distinción en la música popular fue marcado por el bolero y la guaracha, Daniel le metía mano a todo y lo hacía bien. Ranchera, tango, guaguancó, cumbia, plenas, seis chorreao', trullas y aguinaldos navideños, vallenato, merengue, salsa, son, chachachá, rock n' roll, balada, calipso, etc.EL JEFE!
