TSUNAMI UNA AMENAZA LATENTE A NIVEL MUNDIAL
Vista parcial de las casas destruidas en Iwaki, Japón, tras el tsunami generado por el terremoto en ese país asiático 12/03/2011. Uno de los tsunamis más devastadores ocurrió en 2004, en el Océano Índico que acabó con la vida de casi 230 000 personas.
El Día Mundial de Concienciación sobre los Tsunamis (World Tsunami Awareness Day)se celebra todos los años 5 de Noviembre. Tiene como propósito de generar mayor conciencia sobre estos devastadores fenómenos meteorológicos.
La palabra «Tsunami» proviene las palabras japonesas «tsu» (puerto) y «nami» (ola). Un tsunami es una serie de olas gigantescas originadas por una gran perturbación bajo el agua, por lo general asociado a un terremoto o a una erupción volcánica. Son fenómenos raros pero extremadamente catastróficos. En el último siglo 58 tsunamis se han cobrado la vida de más de 260.000 personas.
Origen: El día Mundial de Concienciación sobre los Tsunamis es una idea original de Japón. Debido a su repetida y amarga experiencia acumulada a lo largo de los años en áreas tales como la alerta temprana de tsunamis, la acción pública y reconstrucción tras un desastre. En 2015, la la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) designó esta efeméride para todo el mundo. Fue una resolución promovida por Japón y Chile, países que han sufrido tsunamis devastadores a lo largo de su historia.
La rápida urbanización y el aumento del turismo en las regiones propensas a los sunamis ponen cada vez más personas en peligro. Eso hace que la reducción de riesgos sea un factor clave para lograr una reducción sustancial de la mortalidad de desastres en el mundo - un objetivo primordial del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, adoptado en marzo de 2015, que es el instrumento sucesor del Marco de Acción de Hyogo.
En diciembre de 2015, la Asamblea General designó el 5 de noviembre como Día Mundial de Concienciación sobre los Sunamis.
La Asamblea General invita a todos los Estados Miembros, las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales y regionales, así como a la sociedad civil, incluidas las organizaciones no gubernamentales y los particulares, a observar el Día, a fin de concienciar a la población sobre el riesgo que plantean los sunamis. También solicita a la secretaría de la Estrategia Internacional para la Reducción de los Desastres a facilitar la celebración del Día, en colaboración con las organizaciones pertinentes del sistema de las Naciones Unidas.
Los diez tsunamis más catastróficos en la historia de la humanidad
El Pacífico, con el Anillo de Fuego que recorre sus costas, es una región de gran actividad sísmica y volcánica, como el sismo y posterior tsunami que ha matado ayer a cinco personas y destruido tres aldeas en las Islas Salomón.
El Cinturón de Fuego abarca desde Chile hasta Nueva Zelanda, pasando por Alaska y Japón, un área que es sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría moderados.
Las Salomón, que se vio sacudida primero por un terremoto de magnitud 8 grados y luego barrida por un tsunami, forma parte de esa región.
El tsunami más devastador que ha sufrido hasta la fecha este país del Pacífico Sur se produjo el 24 de abril de 2007, tras un seísmo de 8,1 grados, y murieron 52 personas y unas 5.000 tuvieron que ser evacuadas de sus aldeas destruidas.
El último gran maremoto que afectó el Pacífico fue el que provocó el de 9 grados que sacudió la costa noreste de Japón el 11 de marzo de 2011.
Aquel tsunami devastó amplias zonas del litoral japonés, causó unos 20.000 muertos o desaparecidos, y fue responsable en la central de Fukushima del peor accidente nuclear desde el de 1986 en Chernóbil.
El terremoto de 8,8 grados que sacudió Chile el 27 de febrero de 2010 también generó un tsunami que golpeó el archipiélago chileno de Juan Fernández y zonas costeras del país, y dejó más de quinientos muertos y 56 desaparecidos.
La ola gigante llegó a múltiples países del Pacífico, pero causó víctimas solo en Chile.
El 29 de septiembre de 2009 tres terremotos consecutivos de entre 7,8 y 8,1 grados desencadenaron un tsunami que se cobró 192 vidas y cientos de desaparecidos en Samoa y Tonga.
Unas 2.200 personas murieron el 17 de julio de 1998, en Papúa Nueva Guinea, a causa de las olas gigantes que generó un corrimiento de tierra submarino provocado por un terremoto de 7,1 grados.
El 12 de julio de 1993, al menos 230 personas murieron por las olas gigantes que se abatieron en las costas de las isla japonesa de Okhushiri, originadas por un terremoto de 7,8 grados frente a la costa de Hokkaido (Japón).
El 12 diciembre de 1979, un seísmo de una magnitud de 7,9 en la costa del Pacífico, frente a Colombia y Ecuador, desencadenó un maremoto que acabó con la vida de al menos 360 personas en la provincia colombiana de Nariño y en la ciudad de Tumaco.
El 16 de agosto de 1976, tras un seísmo de 7,9 grados en la isla de Mindanao (Filipinas), un tsunami causó unos 8.000 muertos.
En mayo de 1960, un terremoto con epicentro frente al sur de Chile y una intensidad de 9,5 grados Richter (9 grados según otras fuentes) causó un tsunami que afectó sobre todo a las costas de Chile, Filipinas y Hawaii. Murieron entre 5.000 y 6.000 personas en estos países.
El Cinturón de Fuego abarca desde Chile hasta Nueva Zelanda, pasando por Alaska y Japón, un área que es sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría moderados.
Las Salomón, que se vio sacudida primero por un terremoto de magnitud 8 grados y luego barrida por un tsunami, forma parte de esa región.
El tsunami más devastador que ha sufrido hasta la fecha este país del Pacífico Sur se produjo el 24 de abril de 2007, tras un seísmo de 8,1 grados, y murieron 52 personas y unas 5.000 tuvieron que ser evacuadas de sus aldeas destruidas.
El último gran maremoto que afectó el Pacífico fue el que provocó el de 9 grados que sacudió la costa noreste de Japón el 11 de marzo de 2011.
Aquel tsunami devastó amplias zonas del litoral japonés, causó unos 20.000 muertos o desaparecidos, y fue responsable en la central de Fukushima del peor accidente nuclear desde el de 1986 en Chernóbil.
El terremoto de 8,8 grados que sacudió Chile el 27 de febrero de 2010 también generó un tsunami que golpeó el archipiélago chileno de Juan Fernández y zonas costeras del país, y dejó más de quinientos muertos y 56 desaparecidos.
La ola gigante llegó a múltiples países del Pacífico, pero causó víctimas solo en Chile.
El 29 de septiembre de 2009 tres terremotos consecutivos de entre 7,8 y 8,1 grados desencadenaron un tsunami que se cobró 192 vidas y cientos de desaparecidos en Samoa y Tonga.
Unas 2.200 personas murieron el 17 de julio de 1998, en Papúa Nueva Guinea, a causa de las olas gigantes que generó un corrimiento de tierra submarino provocado por un terremoto de 7,1 grados.
El 12 de julio de 1993, al menos 230 personas murieron por las olas gigantes que se abatieron en las costas de las isla japonesa de Okhushiri, originadas por un terremoto de 7,8 grados frente a la costa de Hokkaido (Japón).
El 12 diciembre de 1979, un seísmo de una magnitud de 7,9 en la costa del Pacífico, frente a Colombia y Ecuador, desencadenó un maremoto que acabó con la vida de al menos 360 personas en la provincia colombiana de Nariño y en la ciudad de Tumaco.
El 16 de agosto de 1976, tras un seísmo de 7,9 grados en la isla de Mindanao (Filipinas), un tsunami causó unos 8.000 muertos.
En mayo de 1960, un terremoto con epicentro frente al sur de Chile y una intensidad de 9,5 grados Richter (9 grados según otras fuentes) causó un tsunami que afectó sobre todo a las costas de Chile, Filipinas y Hawaii. Murieron entre 5.000 y 6.000 personas en estos países.
EFE
Venezuela participó en el simulacro de tsunami “Caribe Wave”
Por sexta ocasión, Venezuela se sumó a otras naciones del Caribe como participante en el ejercicio de simulacro de tsunami Caribe Wave, que se realizó este 21 de marzo de 2017 en los estados costeros del país, con el propósito de evaluar los planes de respuesta ante un tsunami regional, aumentar la preparación ante estos eventos naturales y mejorar la coordinación y capacidad de respuesta en la región caribeña.
El Caribe Wave es un ejercicio que pone a prueba los procedimientos actuales del sistema de alerta contra los tsunamis, y ayuda a identificar las fortalezas y debilidades operativas en cada comunidad.
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