miércoles, 1 de agosto de 2018

El 1 de agosto de 1920, el pacifista Mahatma #Gandhi emprendió la campaña de desobediencia civil por la indendencia de la India.

    Gandhi fue víctima de atropellos en Sudáfrica y se inspiró en el novelista ruso León Tolstoi.

    Gandhi fue víctima de atropellos en Sudáfrica y se inspiró en el novelista ruso León Tolstoi. | Foto: Archivo

    Mahatma Gandhi rompió los esquemas de las tradicionales protestas violentas para obtener algún fin. Este líder indio supo combinar la política, la religiosidad y su carisma hasta establecer un hito en la historia contemporánea: la independencia a través de la desobediencia civil. 
    Mohandas Karamchand Gandhi (1869-1948) fue un político, pensador y principal impulsor del nacionalismo indio, que el 1º de agosto de 1920 emprendió una campaña de desobediencia civil que catapultó la independencia de la India ante el dominio británico.
    La lucha pacífica de este gran líder indio
    Hijo menor del cuarto matrimonio de su padre y perteneciente a los llamados Vaishava, Gandhi estudió leyes, paradójicamente en Londres, capital inglesa, desde 1888, y regresó tres años después a su tierra natal para ejercer como abogado.

     
    En 1893 se estableció en la ciudad de Durban, al noreste de África, en donde presenció las vejaciones a las que estaba sometida la comunidad india, vivencias que le inspiraron a luchar por la defensa de las libertades civiles y los derechos políticos de sus compatriotas.
    Uno de estos hechos que catalizaron su activismo ocurrió en la Pretoria (norte de Sudáfrica), cuando fue sacado de manera violenta del tren en donde viajaba en la estación de Pietermaritzburg, al negarse a cambiarse a un asiento situado en “la tercera clase”, destinados para las personas “de color”.
    También, fue golpeado por el conductor de autobús cuando rechazó ceder su asiento a un pasajero blanco. En Sudáfrica, de amplia mayoría negra, Gandhi sufrió el racismo, el prejuicio y la injusticia. Al mismo tiempo y durante su estancia de 20 años en ese país, se interesó por el hinduismo y estudió el cristianismo, el Corán y leyó autores como el novelista ruso León Tolstoi.
    Regreso a la India y el inicio de la desobediencia civil
    Su retorno a la India se produjo en julio de 1915, aunque no fue sino hasta 1918 que Gandhi logra materializar protestas pacíficas en Champaran (este) y Kheda Satyaagraha (oeste), donde organizó la resistencia civil de miles de campesinos a quienes el gobierno británico les obligaba cultivar índigo (planta donde se extrae tinte) y otros productos en lugar de cultivos de alimentos, los cuales eran necesarios para su subsistencia.
    La desobediencia civil comandada por Gandhi fue reprimida de manera violenta por las milicias británicas que respaldaban a los terratenientes, a pesar del justo reclamo de los campesinos por el cultivo de alimentos, dada las precariedades de los indios y la hambruna que existía en el país.
    Terminada la primera guerra mundial en noviembre de 1918, Mahatma Gandhi abogó por un mayor autogobierno indio que condujera a su independencia de Gran Bretaña.
    A pesar de las múltiples protestas pacíficas, el gobierno británico respondió con la aprobación, en 1919, de la ley Rowlatt, la cual concedía a las autoridades coloniales poderes de emergencia y limitaba las libertades indias.
    El 1º de agosto, indignado ante el atropello inglés y sus medidas represivas, Gandhi propulsó al pueblo indio a la desobediencia civil, campaña que consistía en la “no cooperación” o satyaagraha) y en el boicot a las mercancías y empresas británicas (hartal).
    De esta manera, Gandhi inició un gran movimiento de resistencia pacífica y desobediencia civil y viajó por toda la India explicando los objetivos de dicha iniciativa, que entre otras cosas provocó la paralización de las instituciones, así como la puesta en marcha de las industrias artesanales locales, como la del hilado manual, para boicotear los productos ingleses.
    Mahatma Gandhi, el líder indio
    Inglaterra dominaba a 300 millones de indios, con los 200 funcionarios del Servicio Civil indio, 10 mil oficiales y 60 mil soldados indíos. Gandhi fue capaz de demostrar que la presencia británica sólo era posible por la pasividad y la colaboración de la población india.
    "Sin nuestro apoyo, dijo, 100 mil europeos no podrían dominar ni siquiera la séptima parte de nuestros pueblos".  
    Las ideas de Mahatma Gandhi fueron aceptadas por los partidos políticos y los líderes de las comunidades musulmanas e hindúes. En diciembre de 1921, el Congreso Nacional Indio lo designó autoridad suprema, mientras el pueblo indio lo veneraba y lo llamaba Mahatma (alma grande).  
    Para 1922, Gandhi fue detenido y acusado de sedición por algunas revueltas que se habían suscitado. Fue excarcelado dos años después y se retiró de la vida pública hasta 1928, año en que anunció una nueva campaña de resistencia contra las autoridades británicas, que se intensificó con la propuesta de no pagar impuestos, especialmente el que gravaba la sal, cuyo monopolio estaba en manos del gobierno inglés.
     
    Cientos de miles de sus seguidores fueron encarcelados, incluído el propio Gandhi, quien permaneció tras las rejas hasta 1931. Ese año fue invitado Londres para debatir la situación en la India y al siguiente retomó la lucha pacífica, la campaña de desobediencia civil que le costó un nuevo arresto de varios meses.
    Independencia de la India
    Gandhi se opuso al fascismo y a la Segunda Guerra Mundial, aunque manifestó la posibilidad de colaborar con los británicos a cambio de la independencia de su país, oferta que fue negada por Londres.
    Para 1945, terminada la guerra, el gobierno británico estableció conversaciones con la Liga Musulmana, el Congreso Indio, con el fin de establecer dos estados: India y Pakistán, iniciativa que fue aceptada por Gandhi.
    Dos años después, el 15 de agosto de 1947, Gran Bretaña concedió la independencia a la India, que provocó el desplazamiento de millones de personas y el inicio de tumultos que afectaron a numerosas ciudades, entre ellas Calcuta y Nueva Delhi. Ante esto, Gandhi respondió una huelga de hambre indefinida como medida de presión para instaurar la paz, lo que consiguió tras doce días de ayuno.
    La estrategia de Gandhi para obtener la liberación de su pueblo siempre fue pacífica, además de hacer políticamente ingobernable la antigua colonia británica, con su llamado a la desoberdiencia civil. 
    “No hay camino para la paz, la paz es el camino”, Mahatma Gandhi.  

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