El 4 de septiembre de 1854 murió, a los 66 años, el General Santiago Mariño, héroe de la independencia y uno de los mejores ejemplares del militarismo venezolano. Margariteño de nacimiento, murió en La Victoria, estado Aragua, alejado de actividades públicas y políticas. Es considerado como el Libertador del Oriente Venezolano y pese a las diferencias que tuvo con Simón Bolívar, no abandonó jamás las filas patriotas.
Mariño fue protagonista de una agitada vida política -que lo llevaría al exilio en repetidas ocasiones- que inició en su juventud, cuando ingresó a la milicia y a los 22 años fue enviado a la isla de Trinidad como parte de una comisión del Ayuntamiento de Cumaná. Una vez allí, inició estudios en colegios ingleses. A partir de la expedición de Chacachacare, sus proezas militares lo catapultaron como celebridad de la gesta independentista.
Alcanzó el grado de General en Jefe del Ejército de Venezuela en la Guerra de Independencia, y lideró la campaña que liberó el oriente venezolano de las fuerzas realistas, en 1813, en donde obtuvo el título de Libertador de Oriente. Acompañó al Libertador Simón Bolívar en la Batalla de Carabobo como Jefe del Estado Mayor. Aspiró -infructuosamente- a la Presidencia de la República y hasta su muerte vivió asociado al espíritu militarista que lo caracterizaba.
Con el mazo dando
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