MANUEL PIAR TRIUNFO EN UPATA
Y A LOS 8 MESES
FUE FUSILADO
17 de febrero de 1817, Piar entra con su ejército a
la Villa de San Antonio de Upata, asiento principal de las Misiones del Caroní,
fundadas, controladas y administradas por los capuchinos catalanes, al servicio
de Dios y de España.
Entraba Piar en plan de conquista y sorprendió
porque hasta entonces ningún venezolano en armas contra la Colonia le había
asignado la importancia que realmente tenían estos centros misioneros.
Antes hubo de batallar muy duro en El Juncal contra
Morales y en el Caura, frente a las fuerzas del comandante Nicolás Ceruti, quien tenía a su cargo la defensa de
Guayana. Sitiar después a la Ciudad de
Angostura y hacer retroceder hasta cercarlas también las fuerzas realistas defensoras de los Castillos de
Guayana.
Es bueno decir que, el General Manuel Piar, había
intentado antes el asalto a la ciudad de Angostura, pero tras de ser rechazado
en dos ocasiones, pensó que era aconsejable demorar la toma en procura de
refuerzos y también para cuidarse las espaldas.
De manera que decidió asegurar el control de las misiones del Caroní y
del Yuruari.
La operación duró nueve días a partir del 8 de
febrero. Fue una operación rápida y sin
mucha resistencia, debido a la solidaridad de los indios y de otros nativos
descontentos.
Con fuerza de infantería y caballería partió en dos
columnas por las vías de Caruachi y Guri.
El 17 de febrero caían las Misiones en poder de los patriotas. El Libertador hizo que el presbítero José
Félix Blanco se separara de Páez en Achaguas y se viniera para Guayana a
encargarse de la Administración de los centros misioneros. La caminata del Padre fue realmente ardua y
duró 39 días.
Una vez conquistada la Villa del Yocoima, fue tarea
fácil someter a otros 27 pueblos de misiones con una población superior a los
20 mil habitantes.
La importancia que Piar en aquel momento dio a las
Misiones del Caroní y del Yuruari, valió para asegurar su triunfo en la Batalla
de San Félix y asegurar más luego la
Toma de Angostura.
Un hecho significativo que aclara, además de otros
detalles, las divergencias surgidas en este momento de la historia entre Simón
Bolívar y Manuel Piar, lo constituye, sin duda alguna, la circunstancia que
tuvo lugar cuando Bolívar asume el mando supremo del ejército de Guayana el 2 de mayo, quedando el general Piar a sus
órdenes y al llegar a San Ramón de Caruachi (hoy Caruachi) Bolívar;
ordena a los indios de esta reducción asaetear ( matar a flechazos) a los 20 capuchinos catalanes (18 misioneros y
2 enfermeros) que se hallaban a cargo de las misiones del Caroní y que habían
sido apresados por Piar el 7 de mayo, lo que provoca la desaprobación de éste,
que dice no poder mantener la amistad con su jefe tras semejante crueldad.
Ese mismo año,
ocho meses más tarde, el 16 de octubre de 1817 fue fusilado en la Plaza Mayor
de Angostura, hoy Ciudad Bolívar, el General Manuel María Francisco Piar, en
cumplimiento de la sentencia del Consejo de Guerra, confirmada por Simón
Bolívar.
La desgraciada
suerte de este prócer de la Independencia, que precisamente con su brillante
victoria de San Félix, favoreció la libertad de Angostura, y como consecuencia,
“fue él quien por primera vez asentó sobre fundamento indestructible la patria
e hizo posible la organización de la República”, la suerte de Piar, ha sido
analizada por nuestros historiadores con muy encontradas conclusiones.
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