jueves, 16 de febrero de 2017

PAEZ IMPRESIONO A BOLIVAR POR SU TRIUNFO EN MATA DE LA MIEL

PAEZ IMPRESIONO A BOLIVAR POR
 SU  TRIUNFO EN MATA DE LA MIEL
El 16 de febrero de 1816, el entonces Capitán José Antonio  Páez, libra una acción en forma de guerrilla en Mata de la Miel, cerca del río Apure, y destruye la caballería del coronel Francisco López, gobernador realista de Barinas, que iba en persecución de Ricaurte.  Esta hazaña, favorecida por la oscuridad de la noche, impresionó tanto al gobierno de Bogotá, que le despachó a Páez inmediatamente el ascenso a teniente coronel.
Los patriotas, debido a la falta de recursos humanos y materiales, se organizaron, entre 1815 y 1816, para pelear en forma de guerrilla desde Guasdalito, donde se hallaban concentrados al mando del oficial colombiano Jorge Ricaurte.  Tan serios eran los estragos que estaban causando las guerrillas que el gobernador realista de Barinas salió a liquidarlos.
Páez, quien venía observando cautelosamente los movimientos del coronel Francisco López, le preparó una emboscada y en  la noche del 16 de febrero de l814 lo batió con 500 jinetes.  La rápida y sorpresiva acción reportó para los patriotas llaneros 3.500 caballos y 400 prisioneros que vinieron a engrosar sus filas. En esta acción Páez, sin darse cuenta, se acercó demasiado al enemigo, quien comenzó a disparar, hiriendo mortalmente a su caballo, acontecimiento que lo llevó a reunirse con sus tropas, exhortándoles a vengar la muerte de su corcel.
Páez que era capitán fue ascendido entonces a Teniente Coronel por el  Libertador Simón Bolívar. La  Batalla de Mata de la Miel es sin lugar a dudas la consagración de Páez como jefe patriota y su prestigio creció como caudillo de los llaneros, jefe indiscutible de quienes tanto aportaron al éxito de la causa independentista.
Cuatro meses después el Gobernador de Barinas quiso tomar revancha con 1.200 hombres, pero Páez le volvió a dar una dura lección en el sitio de Mantecal y por tercera y última vez en El Yagual, donde lo obligó a pasar el Río Apure,  parte de una celada para capturarlo.  Hecho prisionero el desafortunado y humillado, Francisco López, fue llevado a Achaguas, enjuiciado y pasado por las armas. 

Estas primeras acciones de guerrilla dan renombre a Páez en toda la geografía llanera y llaman la atención del Libertador, quien de inmediato gestiona una entrevista con el caudillo y lo convence para que se someta al mando supremo de la causa libertadora.

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