Yo conocí a Bolívar una mañana larga,
en Madrid, en la boca del Quinto Regimiento,
Padre, le dije, eres o no eres o quién eres?
Y mirando el Cuartel de la Montaña, dijo:
“Despierto cada cien años cuando despierta el pueblo”.
Pablo Neruda
Prensa PSUV.- El 17 de diciembre de 1830, a la una de la tarde, muere Simón Bolívar en Santa Marta (Colombia), en la quinta San Pedro Alejandrino, propiedad del español Joaquín Mier, a la edad de 47 años.
El Libertador Simón Bolívar, fallece en una época dura en la cual debió soportar el asesinato de su gran amigo Antonio José de Sucre, la disolución de su sueño, la Gran Colombia y la expulsión de su patria por las fuerzas oligárquicas que gobernaban ese momento en Venezuela.
Su vida y muerte ha sido escrita y relatada por cientos de historiadores, además de llevada a la gran pantalla por cineastas a lo largo de las generaciones, hoy se conmemora un año más de su muerte, en la que aún se esperan resultados de las investigaciones oficiales que sea adelantan desde el 2010 para establecer las verdaderas causas de su muerte.
Oficialmente, se sabe que el 10 de diciembre de 1830 firmó su última proclama estando ya delicado de salud. Siete días más tarde, fallece y recibe los auxilios religiosos del obispo José María Esteves y del cura Hermenegildo Barranco, es un elocuente testimonio de su grandeza, de su desprendimiento y de la rectitud de su espíritu.
El médico francés Alejandro Prospero Reverend, escribió 33 boletines, desde el 1ero hasta 17 de diciembre de 1830, cuando apuntó como hora del fallecimiento las 1:03 de la tarde.
Uno de ellos, es un estudio publicado por la Conferencia Anual de Patología Clínica Histórica (una reunión científica auspiciada por la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland) concluyó que lo que verdaderamente devastó a Simón Bolívar fue un envenenamiento crónico por arsénico.
El informe sostiene que su muerte no fue por envenenamiento, pero sí por una ingesta y exposición periódica a este letal elemento que ya había sido protagonista de otras muertes célebres como la de Napoleón o Jorge III de Inglaterra.
Sobre la muerte del Libertador Simón Bolívar, nuestro Comandante Eterno, Hugo Chávez, aseguró en múltiples ocasiones que fue asesinado.
“Las verdaderas circunstancias del fallecimiento fueron ocultadas por las oligarquías de Venezuela y Colombia”, reiteró sosteniendo que “Bolívar murió en un candelero”.
En este sentido, el Comandante Chávez señaló: “Las circunstancias, poco conocidas son por nosotros, porque se nos ha negado el conocimiento, solo aquellos curiosos lectores sempiternos y empedernidos de cuanto libro conseguimos y que nos parezca interesante, solo aquellos impulsados por buenos maestros y por una conciencia, que buscamos entre la oscuridad algunas luces, nos vamos enterando de acontecimientos, de los mares de fondo, de oscuras circunstancias que rodearon hechos como el ocurrido en Santa Marta”.
A pesar de ser su muerte un posible misterio, los ciudadanos de esta Patria Grande sentimos una profunda admiración por su vida y trayectoria, la cual en líneas generales se demostró y dejó valores de grandeza, rectitud y un amplio legado visionario a la nación y al continente.
Sus restos, por primera vez inhumados solemnemente en la Catedral de Santa Marta, fueron trasladados a la Catedral de Caracas en 1842, en apoteosis presidida por el General Páez y narrada en párrafos neoclásicos por Fermín Toro. De la Catedral pasaron en el Gobierno de Antonio Guzmán Blanco al Panteón Nacional, un templo donde predomina la afirmación de su grandeza.
El 16 de julio del año 2010, los restos del Libertador Simón Bolívar fueron exhumados por un grupo de expertos que investigan las verdaderas causas de su muerte. En la exhumación participaron 50 científicos venezolanos, quienes trabajaron durante 19 horas, coordinados por el español José Antonio Lorente, médico forense y director del Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada.
Tal día como hoy, hace 187 años, falleció el Libertador, Simón Bolívar, máximo exponente de la lucha por la independencia y unión de Latinoamérica.
|
Manuel Rulger en una ocasión escribió: Diciembre 17. San Pedro Alejandrino. El reloj dio la una y paró su tic-tac. Hora final del Héroe, del Soñador de América, del Quijote y el Cristo que amó la libertad. Su extraña voz profética se escucha todavía, más alta que los Andes, más sonora que el mar. Cada vez que renace la conciencia del mundo, su mensaje recobraba fulgor de eternidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario