“En 2017, las fuerzas de operaciones especiales de Estados Unidos, incluida la Navy SEAL (la unidad de élite de las Fuerzas Especiales de la Armada estadounidense) y los Boinas Verdes del Ejército, fueron desplegadas en 149 países de todo el mundo”, según un reporte publicado esta semana por el portal estadounidense TomDispatch.
Citando las cifras proporcionadas por el Comando de Operaciones Especiales de EE.UU. (SOCOM, por sus siglas en inglés), el informe indica que EE.UU. mantiene una presencia militar en el 75 % de las naciones del mundo, lo que representa un salto respecto a las 138 naciones que en 2016 —bajo la administración del expresidente estadounidense Barack Obama— albergaban a fuerzas estadounidenses en sus territorios.
Tales despliegues no se limitan a las regiones de África y Oriente Medio, sino que Washington ya se ha concentrado más en los países europeos, precisa la nota al citar los datos ofrecidos por el portavoz del Comando de Operaciones Especiales de los Estados Unidos en Europa, Michael Weisman, conforme a los cuales, en la actualidad, el país norteamericano está presente militarmente en todos los Estados europeos, a excepción de Rusia y Bielorrusia.
“(Hemos) tenido una presencia constante en todos los países, todos los países de la OTAN(Organización del Tratado del Atlántico Norte) y otros en la frontera con Rusia, logrando cosas fantásticas con nuestros aliados, ayudándolos a prepararse ante las amenazas (en su contra)”, ha dicho al respecto Raymond Thomas, el jefe del SOCOM.
Thomas ha señalado, del mismo modo, que China y Corea del Norte son países “agresivos” que “desafían a los intereses estadounidenses”, para luego justificar la expansión de la presencia militar estadounidense en la región de Asia.
Al comentar la ampliación de las operaciones militares de EE.UU. durante la presidencia de Donald Trump, Micah Zenko, experto en seguridad nacional del think thank (laboratorio de ideas) británico Chatham House, ha llamado la atención sobre el hecho de que el inquilino de la Casa Blanca le ha concedido a los comandantes del Ejército estadounidense una mayor autoridad para lanzar ataques en zonas de cuasi-guerra como las que se encuentran en África y Oriente Medio.
En el caso concreto de África, Washington ya tiene desplegados más de 1700 efectivos, pertenecientes a sus fuerzas especiales, con los que está librando una guerra secreta, según análisis y observaciones.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario