jueves, 15 de septiembre de 2016

DIA INTERNACIONAL DE LA DEMOCRACIA

DIA INTERNACIONAL
DE LA DEMOCRACIA

El 8 de noviembre de 2007 la Organización de Naciones Unidas (ONU) decidió observar el 15 de septiembre de cada año como el Día Internacional de la Democracia, una fecha para conocer e impulsar los procesos democráticos en el mundo.

La democracia ha sido fundamental para la ONU desde su concepción en la Declaración Universal de Derechos Humanos que fue aprobada por la Asamblea General en 1948, donde se consideraba plenamente un concepto de democracia para aplicar en todos los Estados miembros al declarar que “la voluntad del pueblo será la base de la autoridad del Gobierno”.

Con esta declaración la Organización no busca promover un modelo específico de gobierno, sino que le da libertad a las naciones para que formen su propio sistema –siempre democrático- que se fundamente en mayor participación, igualdad, seguridad y desarrollo humano.

Bajo esos cuatro valores es que la ONU observa desde 2008 el Día Internacional de la Democracia, relacionando el concepto de democracia con los objetivos del milenio, la paz, la educación, la participación de los jóvenes y las voces de la sociedad.

Con cada temática se busca que la sociedad civil se involucre en la formación de un modelo democrático actual adaptado a los retos sociales, en los que los ciudadanos cada día demandan mayores respuestas de sus gobiernos y ejercen sus derechos a través del voto y sus sistemas electorales, elementos fundamentales de una democracia.

El Objetivo de Desarrollo Sostenible 2016 hace referencia a la democracia al pedir sociedades e instituciones inclusivas y participativas. Aspira a «promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y construir a todos los niveles instituciones eficaces e inclusivas que rindan cuentas».
Este Objetivo es a la vez un fin en sí mismo y un elemento fundamental para lograr el desarrollo sostenible en todos los países. Muchos analistas lo han considerado como el objetivo transformador y la clave para hacer posible el logro de la Agenda
En septiembre de 2015, los 193 Estados Miembros de las Naciones Unidas aprobaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible  un plan que persigue el logro de un futuro mejor para todos y traza el camino a seguir en los próximos 15 años para poner fin a la pobreza extrema, luchar contra la desigualdad y la injusticia y proteger nuestro planeta. El tema principal de la Agenda son los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que instan a la movilización de esfuerzos para poner fin a la pobreza en todas sus formas, reducir la desigualdad y luchar contra el cambio climático garantizando, al mismo tiempo, que nadie se quede atrás.
Los nuevos objetivos son el resultado de un proceso que ha sido más inclusivo que nunca, en el que los Gobiernos han hecho partícipes a las empresas, la sociedad civil y los ciudadanos desde el principio. Ahora, la tarea de cumplir y supervisar los Objetivos de Desarrollo Sostenible requiere que los Estados trabajen en estrecha colaboración con la sociedad civil.
Los parlamentos, en particular, desempeñan un papel fundamental para traducir la nueva agenda de desarrollo sostenible en medidas concretas mediante la aprobación de legislación, la asignación de presupuestos y la exigencia de responsabilidades a los Gobiernos.
La democracia es tanto un proceso como una meta, y sólo con la plena participación y el apoyo de la comunidad internacional, los órganos nacionales de gobierno, la sociedad civil y los individuos, puede el ideal de democracia tornarse en realidad para ser disfrutado por todos, en todos lados.



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