lunes, 19 de septiembre de 2016

NATALICIO DE JOSE FELIX RIBAS ETERNO HEROE DE LA JUVENTUD

NATALICIO DE  JOSE FELIX RIBAS
ETERNO HEROE DE LA JUVENTUD
El 19 de noviembre de 1775, nació en Caracas el indomable héroe de la guerra de Independencia, José Félix Ribas, a quien su biógrafo Juan Vicente González llamó “el alma de la República”.
En los movimientos conspirativos que sucedieron en Caracas después de la abdicación de Fernando VII a favor de Napoleón Bonaparte, aparece José Félix Ribas entre los más fogosos, al lado de Simón Bolívar, Mariano Montilla, José Ángel Álamo y otros que fundaron la Sociedad Patriótica.
En los sucesos del 19 de abril de 1810, Ribas se hizo reconocer como “representante de los pardos”. Participó en la campaña en defensa de la Primera República, y luego de la capitulación de Francisco de Miranda emigró a Nueva Granada (Colombia), donde se incorporó a la guerra contra los realistas ganando brillantes méritos militares en las acciones del Magdalena, Tenerife, Mompós, Guamal, Ocaña y Cúcuta.
Durante la Campaña Admirable se cubrió de gloria en la batalla de Niquitao (Trujillo) donde derrotó al jefe español José Martín, y luego tuvo una participación destacada en Los Horcones (Lara).
El Libertador le confió el mando en la defensa de La Victoria (Aragua), donde hizo retroceder a José Tomás Boves y logró parar a las fuerzas realistas con unas tropas poco experimentadas, formadas principalmente por jóvenes estudiantes y seminaristas que Ribas había logrado reclutar y en cuyo preámbulo pronuncio la famosa arenga: «No podemos optar entre vencer o morir, necesario es vencer».
Después de esta batalla, junto con José Francisco Bermúdez ofreció una resistencia heroica al jefe realista Francisco Tomás Morales en Maturín, fueron derrotados. Huyó con un sobrino y un criado, con el objetivo de replegarse tácticamente para preparase y seguir dando la batalla.
Ribas había oído que en Barquisimeto estaba el general Rafael Urdaneta con un buen número de efectivos militares y que se encontraba fortalecido, de manera que hacia allí había encaminado sus pasos con la idea de conseguir elementos de tropas y seguir peleando, y después de haber recorrido un largo camino llega a un sitio cercano a un poblado llamado Jácome, a unos 20 kilómetros de Valle de la Pascua, allí decide enviar al baquiano Concepción González a buscar provisiones. Este hombre en el poblado se encuentra con algunos parientes suyos y le cuenta lo que ha sucedido, la respuesta que recibe es que lo que está haciendo es muy peligroso y que si lo agarran en compañía del general Ribas sería hombre muerto. Este argumento hace preocupar al baquiano y después de pensarlo bien y creer en la posibilidad de obtener una buena gratificación monetaria denuncia al héroe de la Campaña Admirable, quien es apresado en el sitio en que aguardaba su regreso, en tanto que el sobrino y su criado fueron asesinados en el lugar.
Ribas pide le lleven ante un general español y es trasladado hasta el poblado de Tucupido, estado Guárico, donde un teniente de apellido Barrojola, que conoce de la valentía y carácter indómito del general Ribas, ordena su muerte inmediata por considerarlo sumamente peligroso.
El cuerpo del general José Félix Ribas es despedazado y cada brazo con su respectiva mano es colgada en árboles que bordean el camino real, de igual manera sus miembros inferiores. Su cabeza frita en aceite es enviada a Caracas a donde llega el 14 de marzo de 1815 y es exhibida en la Plaza Mayor durante dos semanas.
Desde el 19 de septiembre de 2005, en el 230 aniversario de su natalicio, reposa en el Panteón Nacional un cofre con sus restos simbólicos

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