viernes, 23 de septiembre de 2016

DÍA MUNDIAL DEL SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS 2016

DÍA MUNDIAL DEL SÍNDROME
DE PIERNAS INQUIETAS 2016

Síndrome de las Piernas Inquietas afecta calidad de vida de los venezolanos

El Síndrome de las Piernas Inquietas (SPI) es un trastorno neurológico que se presenta al descansar, acostarse o dormir, en el cual la persona que lo padece sufre sensaciones desagradables en las piernas que le generan una necesidad de moverlas repetidamente.
También pueden presentar movimientos involuntarios de las piernas. Existen diferentes grados, hay desde quienes experimentan síntomas leves y ocasionales, hasta casos realmente severos.
Con motivo a celebrarse el 23 de septiembre el Día Mundial del Síndrome de las Piernas Inquietas, el Dr. Krikor Postalian, neurólogo del Centro Médico de Caracas, manifiesta que esta patología afecta gravemente la capacidad de conciliar y mantener el sueño y, por ende, la calidad de vida del paciente.
Sensaciones de sacudidas, ardor, hormigueo, dolor, palpitaciones, molestia, picazón en las piernas son algunos síntomas. Para calmar el malestar, los pacientes con SPI deben mover constantemente las piernas, levantarse o caminar. “Al no lograr dormir bien se ve afectada su vida diaria: sienten cansancio, falta de atención a sus quehaceres, poco rendimiento en el trabajo o escuela y sufren de somnolencia diurna”, explica el especialista.

Se trata de un desorden neurológico bastante común, muchas veces sin diagnosticar, que se caracteriza por la necesidad incontrolable de patear y mover las piernas al intentar dormir, muchas veces acompañada de dolor. Al dificultar la conciliación del sueño suele causar fatiga y, a veces obliga al compañero de cama del paciente a buscar otro lugar para dormir sin interrupciones.

Los síntomas de esta enfermedad se presentan generalmente por primera vez durante la adolescencia e incluyen sensaciones de adormecimiento, hormigueo, quemazón o pinchazos en las piernas, especialmente al reposar en una cama o estar sentado.

Se alivian sólo caminando o doblando las piernas. Ocurre con más frecuencia en mujeres, y en ocasiones aparece como efecto secundario de otra enfermedad, como la anemia o la neuropatía diabética. Consumir alcohol, tabaco y cafeína aumenta la severidad de los síntomas.

Y es que no se trata sólo de que esta enfermedad comporte un empeoramiento en la calidad de vida al reducir las horas de sueño y reposo, sino que investigaciones clínicas recientes han mostrado que los pacientes tienen hasta 2,5 veces más de probabilidades de desarrollar una cardiopatía, mientras que el riesgo de hipertensión arterial aumenta también hasta 2,5 veces más frente a la población sana.

Para evitarlo, los especialistas recomiendan hacer estiramientos y masajes en los músculos de las piernas, reducir el consumo de cafeína, dormir con calcetines largos y darse una ducha caliente antes de irse a la cama. 



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