martes, 18 de octubre de 2016

APETENCIAS DE BETANCOURT Y DESCONTENTO MILITAR DERROCARON A ISAIAS MEDINA ANGARITA

APETENCIAS  DE  BETANCOURT  Y  DESCONTENTO
MILITAR DERROCARON A ISAIAS MEDINA ANGARITA

El 18 de octubre 1945, un golpe cívico militar derrocó al Presidente Isaías Medina Angarita, y  asumió  el poder una Junta Revolucionaria de Gobierno. A la cabeza de la misma estaba Rómulo Betancourt del partido Acción Democrática.

El suceso, de poca duración y con un saldo mortal de 84 muertos y 221 heridos, desmanteló la última huella del gomecismo, entiéndase por esto, la salida forzosa de la clase política hereda del mismo. Ese día concluye para no levantarse jamás, la hegemonía regional del Táchira.

La mañana del 18 de octubre de 1945 comenzó una insurrección cívico-militar liderada por Rómulo Betancourt y Marcos Pérez Jiménez ( Dios los cría y ellos se juntan)  que llevaría a deponer del poder al general Isaías Medina Angarita, el mismo que había legalizado al partido Acción Democrática.

Los miembros de Acción Democrática lo bautizaron como "revolución", pero fue en realidad un golpe de Estado cívico-militar contra el presidente Isaías Medina Angarita que tuvo como principales cabecillas a Rómulo Betancourt y Marcos Pérez Jiménez.
Rómulo Betancourt designó con el mote "autocracia con atuendo liberal" al gobierno medinista, una clasificación totalmente temeraria que ningún historiador ponderado reafirmaría, además  el líder civil de la asonada del 18 de octubre escribió para justificar su acción "revolucionaria" que: "Había descontento popular, por la ineptitud y corrupción administrativas; por la generalizada pobreza; por la insinceridad institucional del régimen" .

La afirmación de Betancourt presenta elementos de exageración y a la vez de contradicción, pues si el gobierno de Isaías Medina Angarita padecía de una gran animadversión pública cómo se explica entonces el apoyo efusivo de una porción nutrida de la población a las reformas y proyectos políticos impulsados por el gobierno.

Si algo intentó promover el general Medina, fue la imagen de mandatario accesible y cercano a las masas a través de mítines y giras por el interior del país. El general Isaías Medina Angarita no se conformaría con ser Presidente ungido por la voluntad del Gran Elector y de sus pares, sino que buscó  la confirmación en la calle. El mérito de Medina Angarita fue el de quitarse el ropaje de militar servil a la dictadura gomecista para proyectarse en la historia como hombre cordial, popular y reformista comprometido con la evolución política de la nación.

Aunque no se pueda afirmar que el 18 de octubre haya sido un proceso revolucionario, es seguro que se produjo la finalización de una etapa de nuestra historia política iniciada el 22 de octubre 1899 con la llegada de los Andinos al poder,  y el comienzo de otra, en la que estuvieron presente nuevos actores.

El alzamiento armado del día jueves 18 de octubre de 1945 contra el gobierno constitucional de Isaías Medina Angarita sigue hoy generando debate y polémica en los círculos académicos. Todavía se discute entre sus últimos sobrevivientes  y una nueva generación de historiadores las razones políticas de ese evento, el cual, sin duda alguna, cortó de raíz la transición postgomecista. El golpe además encumbró la nación a una política de partido populista con cambios sustanciales dentro del sistema socio-político de entonces.

El 17 de octubre de 1945, Medina fue informado de los preparativos del complot, lo cual parecía confirmar el mitin realizado el mismo día por AD en el Nuevo Circo de Caracas, el cual constituía un virtual llamado a la insurrección.

Las órdenes impartidas de acuartelar las guarniciones de Caracas y Maracay y de arrestar a 3 de los cabecillas militares (Pérez Jiménez, Julio César Vargas y Horacio López Conde) desencadenaron el alzamiento.

Golpe de Estado

En horas de la mañana del 18 de octubre de 1945, estalló  la revuelta en la Escuela Militar de La Planicie en Caracas. Por la tarde, se había extendido a los cuarteles de San Carlos, La Planta y Miraflores, en Caracas y la guarnición de Maracay. El cuartel de San Carlos  fue retomado por el Gobierno, mientras se generalizaban los tiroteos por las calles de la capital.

En la noche del 18 de octubre, al analizar la situación Medina se niega a atacar Escuela Militar por temor a provocar la muerte de los cadetes, muchos de los cuales habían sido sus alumnos años atrás.

Por la mañana del 19 de octubre, las noticias de que la aviación y la plaza de Maracay se encontraban en manos de los alzados y de que el Cuartel San Carlos había  sido tomado por grupos de civiles insurrectos determinaron la decisión del Presidente  Medina de rendirse.

Esa misma noche se constituyó en Miraflores una Junta Revolucionaria de Gobierno presidida por Rómulo Betancourt, la cual inició una nueva etapa en la vida política del país y para muchos la entrada de Venezuela en el siglo XX, a solo meses de concluida la segunda guerra mundial.


Éste no sería el último golpe de Estado en nuestro país, en 1958 se llevó a cabo un golpe cívico-militar contra Pérez Jiménez, en el cual estaba involucrado su antiguo socio golpista, el adeco oportunista Rómulo Betancourt;  y en 1992 se llevó a cabo un  levantamiento  contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez.

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