martes, 11 de octubre de 2016

GENERAL CIPRIANO CASTRO PRESIDENTE NACIONALISTA


GENERAL CIPRIANO CASTRO
PRESIDENTE NACIONALISTA
El 10 de Octubre de 1859, nació en La Ovejera de Capacho, en el estado Táchira, Cipriano Castro,  hombre nacionalista y decididamente patriota, quien fuera  Presidente de la República de Venezuela, desde el 23 de octubre de 1899 hasta Noviembre de 1908.
En 1876 incursionó activamente en la política, y luego de participar en diversos hechos del acontecer regional y nacional, el 23 de mayo de 1899 invadió por tercera vez al Táchira encabezando la Revolución Liberal Restauradora, “invasión de los sesenta”, en compañía de su inseparable amigo Juan Vicente Gómez, el mismo que luego lo traicionaría.
De victoria en victoria avanzó hacia el centro y entró triunfante en Caracas el 22 de octubre de 1899, se convirtió en Primer Magistrado  el  23 de octubre del mismo año hasta el 24 de noviembre de 1908.
En el poder usó el lema “Nuevos hombres, nuevos ideales y nuevos procedimientos”. Su actitud decidida en defensa de los intereses petroleros de nuestro país le acarreó el odio de la oligarquía criolla y las poderosas petroleras quienes lo hicieron acreedor de una campaña mediática terrible en la que le daban apodos como El Cabito, El Mono Trágico, El Capitán Tricófero, etc. Castro era exhibido en la prensa internacional como un caudillo atorrante, ignaro, lúbrico, bocón, un “mono tropical”.
Los historiadores de la época decían que con el nuevo gobierno, por primera vez, el hombre del campo, ya incorporado al ejército, ya incorporado a los cuarteles empezó a usar zapatos, porque antes de ese ejército  moderno creado por Castro, la tropa, que era lo que se entendía como ejército, generalmente era gente de alpargata.
Todos esos elementos conforman la idea de un país poco evolucionado, conservador de sus viejas tradiciones y costumbres, que estaban representadas en la capital fundamentalmente por pequeños grupos sociales, una muy incipiente burguesía, sin clase media establecida,  y de una enorme población rural.
 En noviembre de 1908 con el objeto de someterse a una riesgosa operación quirúrgica en Alemania, Cipriano Castro debió viajar al exterior dejando encargado de la Presidencia a su compadre, amigo y subalterno Juan Vicente Gómez, quien de inmediato dio un golpe de estado apoyado y respaldado por los EEUU no permitiendo la vuelta de Castro a la Patria.
La bota imperial marcaba sus pasos para dejar huellas, así que Gómez se sustentaba en el apoyo  estadounidense, y Castro, se convertía en perseguido de las potencias, catalogado como pirata del Caribe por Francia, Gran Bretaña y EEUU.
A manera de anécdota, se dice que Gómez le envió una nota a su compadre Castro en la que le advertía: “Compadre no regrese a Venezuela porque dicen que lo van a matar…” De modo que Cipriano Castro moriría el 4 de diciembre de 1924 en Puerto Rico.
Indubitablemente, se puede decir, que el gobierno de Castro  fue el puente entre la Venezuela feudal y el comienzo de la modernidad.
Estimuló el nacionalismo al oponerse al bloqueo de los puertos impuesto por Inglaterra, Alemania e Italia. Derrotó la invasión llamada “Libertadora” financiada por la New York & Bermúdez Company,  y dirigida por el banquero Manuel Antonio Matos.
Valientemente se enfrentó al capital monopolista extranjero y consolidó la integración del territorio nacional con la extirpación de las revoluciones y del caudillismo local. 
Es por ello que corresponde a los historiadores revolucionarios y a todo el pueblo en general, conocer bien para limpiar la imagen de un presidente bajo cuyo mandato se logró unificar al país y cuyo aporte nacionalista, antiintervencionista, libertario y antiimperialista, forma parte de nuestras más profundas raíces, de esas que nos han sido negadas durante más de un siglo.
Cipriano Castro murió en Santurce (Puerto Rico) el 4 de diciembre de 1924. Sus restos reposaron en el cementerio de San Juan de Puerto Rico hasta el 25 de mayo de 1975, cuando fueron repatriados e inhumados en un mausoleo de su pueblo natal, y posteriormente trasladados al Panteón Nacional,
el 14 de febrero de 2003, en consonancia con la propuesta de la Comisión Presidencial Conmemorativa del Centenario del Bloqueo Alemán e Inglés a las Costas Venezolanas (9 de diciembre de 1902), presidida por el Vicepresidente Ejecutivo para ese momento, José Vicente Rangel.

Se rendían así merecidos honores al General Castro, haciendo justicia a su trayectoria, y es por ello que ahora reposa al lado de los próceres de nuestra patria.

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