LA LIBERTAD DE PRENSA FUE VIOLENTADA
IMPUNEMENTE EN LA CUARTA REPUBLICA
El 16 de enero de 1962, el Ministerio de Relaciones Interiores del
gobierno de Rómulo Betancourt, prohibió a los medios de comunicación publicar noticias políticas o de protestas
públicas sin previa autorización del gobierno, so pena de sufrir sanción de
multas y cierres de conformidad con lo establecido en el Decreto 674 publicado
en Gaceta Oficial el 8 de enero de aquel mismo año.
Rómulo Betancourt durante su mandato (1959-1964) cerró, allanó,
ocupó, suspendió y amenazó periódicos, emisoras de radio, plantas de televisión
y encarcelo periodistas. En la lista se encuentran periódicos como Fantoches,
Dominguito, Círculo, Tribuna Popular, Clarín y los semanarios, Izquierda y URD.
El Nacional y la Cadena de Publicaciones Capriles fueron acosados
y amenazados. Anotó exactamente la fecha 7 de junio de 1961 Miguel Otero Silva,
director y miembro principal de la Junta Directiva de ese diario al denunciar
la situación que vivió el periódico con el apoyo soterrado de Rómulo Betancourt
para quebrar El Nacional, a través del retiro de las pautas publicitarias de
grandes anunciantes.
Luego, el 5 de octubre de 1961 por instrucciones de Betancourt, el
Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Acción Democrática inició una campaña contra
la Cadena de Publicaciones Capriles. En la Biblioteca Nacional, en Caracas, se
puede leer la edición de El Nacional del 7 de junio de 1961 y con fecha 5 de
octubre de ese mismo año, el texto del comunicado del CEN de AD contra la
Cadena Capriles.
En el gobierno de Raúl Leoni (1964 1969) se prohibió a los medios
de comunicación "informar sobre actividades de las Fuerzas Armadas y
Policiales, así como de las detenciones que practicaran y de sus
movimientos". Igualmente, se prohibió "toda noticia que afectara la tranquilidad
social y el orden público".
De Carlos Andrés Pérez, todos en Venezuela conocemos su actitud
hacia los medios. Institucionalizó el "palangre" (forma expresiva que
usa el periodismo venezolano para identificar los trabajos tarifados, y a los
periodistas que ejercen esta cuestionada forma de ejercer la profesión se les
dice "palangristas").
Compró periodistas y acosó
a Radio Rumbos y a El Nacional, entre otros medios. Pretendió imponer la censura
previa. Uno de los censores más famoso fue Pedro Pablo Alcántara, quien era el
censor de AD en El Nacional y luego fue Diputado por ese partido en la Asamblea
Nacional. Todos en Venezuela recuerdan como las páginas de El Nacional
aparecían con espacios en blanco.
Jaime Lusinchi intimidó a todos los medios de comunicación social
(autocensura) a través de la célebre Oficina del Régimen de Cambio Diferencial
(RECADI) y hasta permitió la actuación de su Secretaria Privada y barragana,
Blanca Ibáñez. Durante su mandato, entre otros, fue agredido brutalmente el
periodista y escritor Alfredo Tarre Murci (Sanin)
Del periodo de gobierno de Rafael Caldera pudiera señalarse algo
insólito. El astrólogo José Bernardo Gómez fue hecho preso sólo porque se le
ocurrió predecir que " el doctor Caldera pudiera morir el próximo año. Es
de hacer notar que el Ministro de la Secretaria de la Presidencia de la República
de entonces era el doctor Asdrúbal Aguiar, quien se convirtió últimamente en
acusador del gobierno venezolano en la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos de la OEA.
En medio de esta situación contra la libertad de
expresión, sólo se erigieron como voz de protesta, la extinta Asociación
Venezolana de Periodistas (AVP) y después en 1972 el Colegio Nacional de Periodistas (CNP)
porque ni el Bloque de Prensa Venezolano y mucho menos, las Cámaras de Radio y
Televisión elevaron su voz para condenar a Betancourt, Leoni, Pérez, Lusinchi o
Caldera.
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