Hace 136 años
JOSE MARTI VINO A VENEZUELA
A RENDIR TRIBUTO A BOLIVAR
El 20 de enero de 1881,
el prócer cubano José Martí, quien entonces contaba con 27 años de edad, arribó
a suelo venezolano, procedente de New York, a bordo del vapor “Felicia”.
Hoy está comprobado que
José Martí pisó suelo venezolano por la costa caribeña de Puerto Cabello. “Al
revisar el movimiento de barcos en el puerto de La Guaira, se indicaba que el
único vapor que entró en La Guaira, procedente de Nueva York, fue el “Felicia”,
en la madrugada del jueves 20 de enero de 1881. Esta embarcación salió de Nueva
York, rumbo a Curazao, con escalas en Puerto Cabello y después en La
Guaira” sostiene Nelson Vielma, primer
vicepresidente de la Ruta Cultural Bolivariana y Martiana Latino-caribeña:
En su breve estancia en
Puerto Cabello, en 1881, Martí dejó sus observaciones sobre Puerto Cabello, y
lo describe como “pequeño, pobre y casi arruinado, pero animado y lleno de
gente trabajadora, con alegre jardín cargado de platanales, limoneros,
naranjos, guanábanas, frutas dulce del trópico y que rodeado de su reja de
hierro, parecía como una cesta de flores que iba en busca de los forasteros”.
Caracas era ya una
ciudad de 50.000 habitantes, no existían las actuales vías de acceso a la misma
y “cuentan que (por el camino de los españoles) llegó un viajero al anochecer
que sin sacudirse el polvo del camino, ni preguntar dónde se comía o dormía,
solo indagó cómo se llegaba hasta la estatua del Libertador Simón Bolívar
Martí llegó a Venezuela
cargado de las mayores expectativas y respeto por nuestra nación, observando
atentamente las costumbres, vestuarios, prácticas religiosas, estilo de vida y
todo cuanto juzgó interesante, tomando apuntes acerca de la idiosincrasia del
país. En Caracas, entró en contacto con los más sobresalientes intelectuales
del momento, pronunció discursos en el Club de Comercio y dio clases de
oratoria.
“Quien dice Venezuela,
dice América”, con esta sentencia José Martí quiso explicar el carácter de la
Revista Venezolana que lanzó en Caracas el 1° de julio de 1881 junto a figuras
como Cecilio Acosta -quien murió una semana después-, Eduardo Blanco y
Arístides Rojas, entre otros. Pero más allá de explicar la línea editorial de
una publicación, el escritor cubano estaba anunciando un proyecto emancipador
de dimensión continental.
Martí vino a Venezuela
porque quería rendir tributo a Bolívar, a quien admiraba por su tenacidad tanto
como por sus ideas. Él que era un hombre con una salud frágil, pero
voluntarioso, veía en el Libertador al héroe sacrificado, que se podía
sobreponer a cualquier dificultad. Y al mismo tiempo era como un faro
ideológico, porque había sido un hombre con ideas liberales de avanzada y muy
firmes en medio de una sociedad sumamente conservadora a la que siempre
desafió.
Además de la afinidad de
pensamiento y temperamentos, el poeta-prócer cubano tenía en común con Bolívar
la inquietud de que Estados Unidos secuestrara la libertad que tanto le había
costado a las nacientes repúblicas americanas. Bolívar, advirtió la amenaza del
imperialismo, pero Martí lo vivió en carne propia.
De aquí se fue como
latinoamericano y volvió a Nueva York, de donde partiría a Cuba que peleaba su
libertad a toque de degüello. Sobre su tierra murió en combate el 19 de mayo de
1895, pero triunfó. Fue de esa misma tierra donde Nuestra América venció por
primera vez al imperialismo.
Acerca de su primer encuentro con la tierra venezolana,
el Apóstol cubano dejó para la historia sus impresiones publicadas en la
revista La Edad de Oro como parte del artículo Tres héroes:
"Cuentan que un viajero llegó un día a Caracas al
anochecer, y sin sacudirse el polvo del camino, no preguntó dónde se comía ni
se dormía, sino cómo se iba a donde estaba la estatua de Bolívar".
Aquel viajero, solo con los árboles altos y olorosos de
la plaza, lloró frente a la estatua, que parecía que se movía, como un padre
cuando se le acerca un hijo.
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