Nacido en Cumaná (Suc), Blanco se destacó como abogado, cuentista, dramaturgo, humorista, periodista, ensayista y un convincente orador
Andrés Eloy Blanco, en 1913 es uno de los integrantes del Círculo de Bellas Artes y en 1918 es galardonado con la "flor natural" en los juegos florales con "Canto a la Espiga y al Arado". Publica "El huerto de la epopeya", y es encarcelado en la Rotunda por participar en manifestaciones estudiantiles. Estudia derecho en la UCV. En 1921 es galardonado en un concurso literario del Zulia y edita "Tierras que me oyeron". En 1922 publica "Los Claveles de la puerta". En 1923 obtiene el Primer Premio en los Juegos Florales de Santander con su poema "Canto a España". Viaja a la península para recibir el premio. En 1924 es electo miembro de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras. Al regreso publica "El amor no fue a los toros". En 1928, edita el periódico antigomecista "El Imparcial", y se vincula con las organizaciones clandestinas USCA (Unión Social Constructiva Americana) y FAR (Frente de Acción Revolucionaria). Después del golpe del 7 de abril de 1928 es hecho prisionero nuevamente.
El toque andaluz y el sentimiento que le puso la española Niña Pastori a la versión cantada de Píntame angelitos negros habla de la trascendencia del poema de Andrés Eloy Blanco (1896-1955), al punto de que muchos hispanoamericanos lo consideran un himno contra la discriminación.
Pero este lunes 6 de agosto, cuando se cumplen 122 años del natalicio de este insigne venezolano, se le recordará no solo por su obra poética con sentido social, sino también, como lo ha señalado el intelectual Juan Liscano, por su “noble condición humana, su idealismo de otro tiempo, su caballerosidad, su adhesión a la causa de la libertad y de la democracia, la cual le costó cárceles, confinamientos y exilios”.
Nacido en Cumaná (Suc), Blanco se destacó como abogado, cuentista, dramaturgo, humorista, periodista, ensayista y un convincente orador. Su talento literario trascendió a la actividad política, donde consiguió terreno fértil para su irreductible vocación social.
Andrés Eloy Blanco fue parte de la “Generación del 28”, movimiento académico y estudiantil que se levantó contra el régimen de Juan Vicente Gómez.
Como consecuencia, estuvo preso hasta 1933 en La Rotunda. Fue trasladado al Castillo Libertador de Puerto Cabello y luego fue confinado en Valera.
De su paso por las cárceles gomecistas surgen obras de gran dramatismo como Barco de piedra. Tras la muerte de Gómez, fue servidor público en el gobierno de López Contreras y fundó el Partido Democrático Nacional, que se integró luego a Acción Democrática.
En 1941 participó en la creación del semanario humorístico El morrocoy azul. Dos años más tarde de casa con Lilina Iturbe, con quien tuvo dos hijos.
Presidió la Asamblea Nacional Constituyente convocada en 1947 para la reforma de la Carta Magna, donde se consagra el voto universal. Fue también Canciller de la República.
Participó de forma activa en la campaña de Rómulo Gallegos, quien resultó electo Presidente en 1948 y lo nombra ministro de Relaciones Exteriores. Tras el derrocamiento del también escritor, Andrés Eloy Blanco se marchó al destierro, primero en Cuba y luego en México, donde falleció en un accidente de tránsito en 1955.
Sus restos reposan en el Panteón Nacional desde el 2 de julio de 1981. Su legado incluye el poemario Poda, que incluye los famosos Las uvas del tiempo, Silencio y La hilandera. Su poema Coloquio bajo la palma, es una exaltación al espíritu de superación del ser humano.
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